El grupo paranaense fundado hace 48 años vuelve a Santa Fe, una de sus ciudades más queridas, para presentar nuevas canciones y repasar su repertorio, en formación renovada. Será este viernes, en el Cine Auditorio ATE. En diálogo con El Litoral, Alberto Felici, Alfredo Ibarrola y Pancho Torres repasaron pasado y presente de esta apuesta artística que trascendió la propia carrera.
Gentileza producción Moli Verón (batería), Pancho Torres (bajo), Alberto Felici (voz), Nardo González (guitarras y coros) y Alfredo Ibarrola (teclados y coros).
Este viernes 13 desde las 21, en el Cine Auditorio ATE de Santa Fe, Magma (el proyecto fundado en 1974 en Paraná) vuelve a presentarse en Santa Fe, con su actual formación de quinteto. La misma está integrada por Alberto Felici en voz, Alfredo Ibarrola en teclados y coros, Nardo González en guitarras y coros, Pancho Torres en bajo y Moli Verón en batería. El repertorio estará compuesto por temas nuevos y otros pertenecientes a distintas épocas de la banda.
Compartirá la noche con la propuesta local Madreluz, integrada por Ana Suñé en voz y guitarra, Elina Goldsack en piano y voz, más las invitadas Itatí Barrionuevo en percusión y voz e Ivana Papini en clarinete; en la ocasión presentarán canciones de su CD “Silvestre flor”.
La entrada general tiene un valor de $ 700 (afiliados a ATE $ 500); las anticipadas se pueden adquirir en Credife (25 de Mayo 2610) o de manera online por Ticketway.com.ar (en puerta se venderán desde dos horas antes del show). Al día siguiente, sábado 14, el grupo repetirá en su ciudad natal, en el Teatro 3 de Febrero.
Antes de los conciertos, El Litoral conversó con los fundacionales Felici e Ibarrola, y con Torres, una de las recientes incorporaciones.
Crear en conjunto
-El proyecto Magma nació hace 48 años. ¿Qué ideas artísticas, pero no solamente artísticas, los animaron a gestarlo en aquel momento?
Felici: -Fue una cosa cimentada con las meriendas de don Ernesto Julio Mockert, el papá de los hermanos Mockert, alias “el Alemán” en Paraná. Cultivaba eso de grupos humanos, y nos daba la merienda; después a la noche se preparaba unos guisos de mondongo, de lo que sea: pleno invierno. Estoy hablando del año 72, Jorgito Mockert era chiquito, los más grandes éramos el Tata y yo.
De a poco fuimos tomando conciencia de la importancia del grupo humano y de la creación colectiva, de la creación en conjunto: traer una idea y desarrollarla. Creo que esa idea está ahí en una línea primaria de acción que siempre se mantuvo. De ahí que tantos integrantes, todos los que conformaron Magma en cierta medida participaron del grupo humano: siempre hubo una casa que aglutinaba a la gente.
La otra idea medular es la toma de la toma de conciencia de la libertad creativa a partir de las limitaciones y del laburo que hay que hacer para transformar la realidad que a vos no te gusta. Esto acotado al planteo de la música; si trasciende la música, en buena hora.
Por eso siempre privilegiamos el hecho de la creación de conjunto. Ya es una cosa mañosa en la Argentina que los grupos se terminan disolviendo porque les desprenden el cantante del resto; esto por ejemplo en mi persona siempre se mantuvo totalmente claro que yo quería pertenecer a un grupo, nunca me interesó desprenderme de nada.
Creo que eso tiene que ver con esa toma de conciencia de las limitaciones musicales que tengo: más bien soy una persona que tiene un planteo de un dibujo de la cosa actual, de la aldea, siempre en tiempo presente; y no importa si se mezclan el cine, la poesía, la película, un movimiento, una buena tonalidad vocal: todo sirve para mí. Pero para eso hace falta abrazarse a un grupo de gente.
-Con lo cual todos los que fueron pasando jugaron, no es que en un momento decidieron dos o tres.
Felici: -Totalmente, todos jugaron. Muchas veces con Alfredo hacemos como una propuesta solos los dos, pero ni se nos ocurre (sería una falta) presentarnos así (risas). Siempre pensando en el grupo, y en que esos tipos que entran traigan sus aportes, y te digan “eso es una porquería” o “está re bueno”.
Gestores
-Con la Alternativa Musical Argentina fueron uno de los referentes de la producción independiente y desde el interior. ¿Cómo fue jugarse en eso? Tuvieron que cargarse la carrera de Magma y una producción para terceros, desarrollando corredores culturales que llegaron a Buenos Aires.
Ibarrola: -Creo que por necesidad, básicamente. Porque en realidad si había un elemento crítico en ese momento cuando se empieza a gestar la idea de la Alternativa, era que lo que nos pasaba nosotros le pasaba a muchísimos músicos en el país: no había público. Ahora se usa mucho el tema de “formación de públicos”, incluso hay talleres, hay gente que viene y habla de cómo formar públicos. En aquel momento era una cosa casi primaria, muy sencilla: era el público que se necesitaba para que las propuestas cierren el círculo; porque una de las de las prioridades y de los objetivos de Magma fue no solo la cuestión creativa y expresarse de la manera más coherente y sincera posible a través de la música y de la poesía, sino que eso tenía sentido si se cerraba el circuito con gente: con público al cual se le brindaba ese trabajo creativo.
En aquel momento no había público para propuestas que caminaran por los costados de lo que la industria establecía. La gran discusión en aquel momento (donde todavía se usaban los discos de vinilo) era en qué batea iban los discos de Magma. No era folclore, no era rock, no sé dónde lo ubicaban. Eso formaba parte de que el consumidor o el “disfrutador” de la obra de los músicos argentinos tenía la cabeza compartimentada, porque a la industria le interesaba para (saber resultados y dónde apostar) que la cosa estuviera perfectamente segmentada.
Eso hacía que también no hubiera un público específico; generalmente los que nos iban a ver eran melómanos, gente con mucha curiosidad y buscando información por donde fuere; gente que por ahí eran los que proveían cassettes truchos que venían de no sé dónde, y los copiaban y replicaban (porque no había otra forma de acceder a músicas de otros lugares o de otro estilos).
Creo que la necesidad fue: “Hagamos algo que junte la necesidad común de muchísimos músicos argentinos, pero apostando no solo a gente que no tiene la suerte de tener el conocimiento público, sino a personajes muy pesados o muy grosos que tampoco formaban parte del favor de la gente”. El Cuchi Leguizamón, Dino Saluzzi, Eduardo Lagos, Manolo Juárez; en aquella época Lito Vitale, que venía de MIA (Músicos Independientes Asociados), un movimiento que tenía una intención autogestiva también.
Eso generó la movida de la Alternativa, y sirvió (porque no solo se desarrolló en Paraná sino que fue itinerante) para que hubiera un ida y vuelta con propuestas que no formábamos parte...
-Del mainstream.
Ibarrola: -Exactamente.
Felici: -Y promover la circulación de las propuestas, que era el gran problema de los muchachos de acá. Uno toca y escucha lo que devuelve la gente; cuando no vuelve nada es porque algún problema estás teniendo. Está bueno probar eso pero que no sea el medio de origen de uno. Las canciones que tenían que ver con el éxodo de gente joven de Entre Ríos que se iba a trabajar en el sur, como “Canción para el momento de partir”: con ese tema en Paraná no pasaba nada. Y cuando nos presentamos por primera vez en Cipoletti, en el sur, entendieron todo.
Esa parte, la circulación, es muy importante para una propuesta. La última vez que hicimos una experiencia de la AMA de acá llevamos a los chicos de Astro Bonzo a tocar a Rosario; ellos quedaron sorprendidos por ese convite, porque los llevamos a mostrar lo que pasa en otro medio, incluso más grande que Santa Fe y Paraná.
Eso para nosotros fue un aprendizaje brutal. Pero también había propuestas que en teoría lo tenían armado: la parte conceptual de MIA, el “Donvi” (Rubens Vitale): él tenía armado cómo una propuesta se podía desarrollar desde la nada. Sacaba un disco y mandaba cuatro o cinco emisarios a pedir el disco, en la época de las disquerías: “No tenemos ese disco”; “¿Cuándo lo puede traer?”; “La semana que viene”. Y así a la semana tenían el disco en todas las disquerías; después mandaba alguno a comprar, para solventar y para ir manejando la cosa.
Nosotros dimos algunos pasos antes que MIA: llegamos a vender discos sin haberlos grabado. Teníamos el fichero de los oyentes de Magma, como lo tenía MIA, pero lo vendíamos antes. Era tal la fidelidad con el público que se terminaban armando estos compromisos que se remontan a 40 años atrás. Hoy sería imposible.
Orilla amiga
-Se presenta esta formación de quinteto este fin de semana en Santa Fe y Paraná. ¿Qué se va a escuchar?
Torres: -Hay una prioridad de hacer un recorrido: las canciones que están en los discos y canciones nuevas también. La formación de quinteto le va a dar una tímbrica diferente a la que está grabada, esa es la idea; y el aporte energético de lo que las “reincorporaciones”, el Moli y yo; y Nardo, que viene trabajando hace mucho tiempo, está muy metido dentro de la de la sonoridad que ya tenían.
Está bueno esto de los dos conciertos, las dos orillas, porque los muchachos siempre comentan la importancia de Santa Fe en la carrera de Magma: todo lo que fue el comienzo, tenían mayor espacio en Santa Fe que en Paraná. No han tocado nunca en el Cine Auditorio ATE, es la primera vez que va a tocar ahí
-Siempre se puede debutar en algún lugar.
Felici: -En Santa Fe debutamos con Magma en el Cine Arte Chaplin, en el 74. Y la primera vez que tocamos en un teatro (en Paraná no nos permitían porque usábamos instrumentos eléctricos y batería) fue en el Municipal de Santa Fe, cuando se inauguró la iluminación. La otra vez hablando con Miguel Novello, me decía: “Yo era el iluminador, el que te seguía con una estrella”. Esa estrella me quedó grabada, y más grabada le quedó a don Julio Mockert: “Te vieras, cabezón, seguido por una estrella”.
La cobertura de la gente del Cine Club con nosotros fue maravillosa, querían hacer un documental: Juanjo Gorasurreta estaba haciendo un documental sobre Juan L. Ortiz, y nos venía siguiendo. Nos traía poemas de Ortiz, y nosotros le mandábamos discos de la Mahavishnu (Orchestra), Robert Fripp. Siempre nos bancaron Daniel Caminiti, Enzo Bergesio, Juan Carlos Arch, Antonio Brumnich, Jorge Ricci, Yayo Milanesi: personajes clave para el desarrollo.