Un crítico la definió como el "Guernica" del director
La increíble historia de "ORG", la película de Birri que Terence Hill quiso censurar
Filmada durante 11 años y redescubierta en Berlín, es una de las obras más extrañas del cine latinoamericano. De paso por Santa Fe, el colaborador de Fernando Birri, Settimio Presutto, compartió los detalles con El Litoral.
Hay películas cuya producción se vuelve un calvario, un laberinto donde el director se pierde. "Apocalypse Now", con Coppola al borde del colapso en la jungla filipina. "Fitzcarraldo", con Herzog remolcando un barco por la selva. O "El hombre que mató a Don Quijote", de Terry Gilliam, que se demoró casi 30 años, son ejemplos.
A esa lista hay que sumar "ORG", la "película maldita" del santafesino Fernando Birri: un film que le llevó once años de trabajo (desde 1968 hasta 1979) y atravesó el exilio, la censura, la traición de su productor y casi medio siglo de silencio.
"Yo en ORG hice todos los roles", rememora Settimio Presutto, colaborador cercano de Birri durante aquellos años, en una entrevista concedida a El Litoral. "Desglose de guión, asistencia de dirección, producción, actuación. Incluso fui el vínculo con la prensa en el Festival de Venecia. Cuando terminó la experiencia, sentí que había sido mi verdadera escuela de cine", agrega.
A lo largo de más de una década, Birri "cocinó" despacio una película que oscila entre la ciencia ficción, el ensayo político, el dadaísmo, el happening, el collage y la utopía fílmica.
Archivo
El cine como asedio
Para entender "ORG" hay que entender su modo de producción. Nació como cooperativa, pero a mitad de camino cambió de manos. Fue producida por un joven Mario Girotti, que luego se haría conocido como Terence Hill. En ese momento, no era una estrella, aunque venía de actuar con Luchino Visconti en "El gatopardo". Su sueño era usar "ORG" para consagrarse. Pero la historia tuvo otro giro.
A medida que "ORG" se demoraba, Girotti se transformó en Terence Hill, el ídolo de los spaghetti westerns, con contratos millonarios. "Llegó a amenazar con quemar el negativo", recuerda Presutto. "Decía que la película podía dañar su imagen. La consideraba demasiado rupturista".
El conflicto llegó a un punto insólito: Girotti exigió que la película no se mostrara sin la aprobación de un tercero. Birri propuso a Alberto Moravia, pero estaba en África. Entonces, Presutto pensó en Vasco Pratolini. "Cuando le conté lo que pasaba, me miró y me dijo: 'Pero esto es censura'. Le respondí: ‘Menos mal que lo dijiste vos’".
Archivo
De la clandestinidad a Venecia
La proyección para Pratolini fue determinante. El escritor italiano respaldó públicamente el film. Aquello legitimó a "ORG" de un modo inesperado. A los pocos días, Girotti organizó una función con 30 espectadores. Quería testear la recepción.
"Recuerdo que el proyeccionista, cuando Girotti le preguntó cómo iba la proyección, le contestó: 'Se ríen'. Y él no podía creerlo", rememora Presutto. La película, por fin, parecía ir bien. Pero aún le faltaba nacer.
Fue un viejo maestro, Cesare Zavattini, quien dio el golpe final. Invitado a una proyección privada en Roma, al terminar se dirigió a Carlo Lizzani, director del Festival de Venecia, y le espetó: "¿Verdad, Carlo, que te la llevás a Venecia?". Y Lizzani, ante la presión simbólica de ese gesto, dijo que sí.
En la proyección oficial en Venecia, Birri cortó con un cuchillo una sábana blanca que hacía las veces de pantalla, invitando al público a ingresar "a través del celuloide".
A cada espectador se le entregaban siete fotogramas del film. "Era un acto ceremonial", describe Presutto, "donde el espectador podía elegir dos caminos para ingresar: uno simbólico, otro, tradicional. Según el camino elegido, se configuraba otra película en su interior".
Settimio Presutto. Foto: Guillermo Di Salvatore
Una película sin grises
ORG dividió aguas desde el primer minuto. "Hubo una parte del público a la cual no le gustó para nada. Y otra que dijo: ‘Es una maravilla’. No hubo grises", dice Presutto. Mario Verdone, en su crítica publicada en Italia, no ahorró elogios: "ORG es cine intelectual, es abstracción, discurso, acto político, manifiesto visual y sonoro. Es el Guernica de Birri".
Tras su paso por Venecia, Girotti decidió no invertir más dinero en la distribución. Se canceló una versión teatralizada que ya tenía sala y formato, y se dejó morir la versión comercial. Birri logró apenas acordar que "ORG" se exhibiera en retrospectivas o museos. Así, el film entró en el limbo.
Archivo
El rescate alemán
Décadas más tarde, en 2013, la Cinemateca Alemana, al buscar obras excéntricas para su aniversario, rescató "ORG" de sus archivos.
Contactaron a Presutto. La película volvió a proyectarse, con debate incluido, y en 2016 se digitalizó en 2K. En 2017 fue reestrenada en la Berlinale, donde un cronista de la agencia ANSA la definió como "uno de los films más extraordinarios y raros de la historia del cine".
Archivo
Marco institucional
Settimio Presutto estuvo en Santa Fe como parte de las acciones desarrolladas por el Ministerio de Cultura de la Provincia para celebrar el centenario de Birri. En ese contexto, el Concejo Municipal declaró su beneplácito por la visita, actividad impulsada por la concejala Laura Mondino.
Allí se produjo la charla con El Litoral, donde Presutto, además de compartir la historia de "ORG" describió a Birri como un cineasta universal. "Él dijo una vez ‘mi patria son mis zapatos’ Birri estaba parado en cualquier parte del mundo, pero es como que sus zapatos estaban en Santa Fe", sintetizó.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.