Quillén: folclore de fusión, con la felicidad del instante
La agrupación que se expandió en pandemia para ser distinguida en Cosquín Joven y grabar su primer disco, hoy se permite incursionar en la cumbia con “Jurabas tú”, mientras prepara más presentaciones y sueñan con más lanzamientos. En diálogo con El Litoral, el guitarrista Juan Manuel Díaz repasó logros y expectativas de esta propuesta.
Lucas Goncebat, Germán Peralta, Marcelo Acosta, Juan Manuel Díaz y Edgardo Muga: artistas con distintas trayectorias unidos para renovar la música argentina. Foto: Gentileza Quillén
Desde su formación como dúo en 2017, y su expansión como conjunto en medio de la pandemia, el grupo folclórico Quillén ha logrado conquistar el corazón del público de Santa Fe y más allá, ofreciendo una propuesta moderna que mantiene la esencia de los ritmos tradicionales. Con un sonido propio y distintivo, Quillén se ha consolidado como una de las bandas más prometedoras de la escena folclórica argentina.
La agrupación está compuesta por Marcelo Acosta (voz y guitarra), Lucas Goncebat (voz y guitarra), Edgardo Muga (voz), Juan Manuel Díaz (guitarra eléctrica), Elías Suiva (bajo eléctrico), Mauricio Vanni (batería) y Germán Peralta (percusión), quienes editaron “Se va la primera”, primer proyecto de estudio, en 2021; actualmente están promocionando “Jurabas tú”, una versión de la canción popularizada por Los del Fuego.
Díaz, encargado de ponerle electricidad a las canciones armonizadas a tres voces, conversó con El Litoral para repasar la historia de la formación, como así también su búsqueda y su disfrute cotidiano.
Nuevo comienzo
-¿Cómo nació este grupo, que primero era un dúo y después mutó en proyecto de banda?
-El grupo arrancó en 2017, como un dúo más tradicional de folclore: estaban Marcelo Acosta y Edgardo Muga, dos de los cantantes de hoy; con otra formación de músicos acompañantes.
En 2021 ellos deciden plantearse la idea de armar un conjunto, ya como con esa idea grupal, no de “cantantes más músicos contratados”; y empezaron a incorporar músicos, dentro de los cuales estoy yo.
-¿Cómo fue la propuesta?
-Me contactaron por redes, como es habitual ahora; me mandaron material que ya tenían grabado como dúo, que me gustó bastante. Ya estaban ensayando con bajista, con batería; ya estaban más o menos armados, pero quería, incorporar guitarra eléctrica. Así que me sumé, empezamos a ensayar, y se empezó a generar de a poco la propuesta sonora que tenemos hoy.
-Una búsqueda que va con una música tradicional, pero con una sonoridad actual.
-Lo definimos como folclore de fusión; tiene bastantes elementos de rock, porque varios de los músicos que integramos el grupo venimos de ese palo: creo que la barba y la pinta un poco me delatan (risas).
La propuesta se generó de forma natural. La idea era: “Toquemos lo que tengamos ganas, lo que nos guste; lo que vaya saliendo, le vamos dando forma”. Y se dio natural y accidental ese sonido enérgico que tenemos, bastante moderno; siempre tratando de respetar una base tradicional: escuchás alguna zamba, alguna chacarera de nuestro repertorio, y vas a estar escuchando una zamba o una chacarera.
-Como diría alguno del ambiente, “se puede bailar”, tiene todas las vueltas.
-Tratamos de respetar las estructuras; nos deliramos con algunas cosas, nos damos ciertas licencias, pero tratamos de respetar eso.
-Es un sonido que está entrando fuerte en festivales.
-La instrumentación que hay en el grupo (guitarra eléctrica, bajo eléctrico, batería) la tenés presente hoy en festivales grandes: Cosquín, Jesús María, todos lo que son grandes festivales de folclore. Las agrupaciones se han actualizado, tenés grupos tradicionales como también tenés grupos con esta impronta, un poco más modernos; que le ayuda un poco a rejuvenecerlo y a también atraer a gente más joven.
-Fueron distinguidos en Cosquín Joven.
-En el 2021, justamente: fue todo muy de prepo. Eso fue en diciembre de 2021: salimos como Mejor Interpretación en Vivo junto con el ballet de la Escuela de Arte Coreográfico “Andrea Patiño”: nosotros lo que hacíamos era interpretar la música que bailaban en el escenario.
-¿Cómo fue para esa formación nueva?
-Después de eso terminamos todos llorando, era una cosa de no creer. Seas del palo que seas, pisar un escenario como el Atahualpa Yupanqui, estar en la Próspero Molina, tener ese placer, es un privilegio para cualquier músico, cualquier artista. Quedamos todos muy emocionados, por todo el laburo que lleva llegar a esos lugares.
-Era algo que recién se estaba generando, y se los reconoce como Mejor Interpretación en Vivo, sonó ajustado. Más allá de que después el tiempo les sigue dando más ajuste.
-Sí obviamente, como todo: esto hay que ir siempre mejorándolo, siempre se va trabajando: el ensayo, la continuidad lo hace más compacto. Podés proponer ideas nuevas: el ir “compactando” te permite abrir ciertas puertas creativas como para hacer otras cosas.
En estudios
-El primer disco fue “Se va la primera”.
-También fue como medio de prepo.
-En simultáneo y en una época rara, porque 2021 todavía estábamos en pandemia.
-Íbamos con los barbijos a ensayar. Nos reíamos con los chicos, porque cuando me contactaron fue: “Tocamos en dos semanas, prepará un repertorio de 18 temas”; incorporar una guitarra que no es del estilo, fue todo así (risas). El ambiente del folclore en eso te pone a prueba, en comparación con otros en los que me he movido; porque es ir y tocar, y hacé lo que puedas.
-Y se va armando sobre la marcha.
-Exacto, hay mucho de eso.
-Al disco llegaron con los temas tocados.
-Los habíamos presentado en vivo, ya estaban todos los arreglos armados, y se dio la posibilidad: grabamos en KP Record, en Santo Tomé. Después lo que tratamos de hacer es sumar en Spotify los materiales en vivo: es una política o una filosofía que tenemos de que en tanto y en cuanto se pueda grabar el material en vivo, está bueno. Muestra otra faceta del grupo, con todas las imperfecciones que puede haber. Ayuda a mantener Spotify activo, que también es importante.
-Tener lanzamientos permanentes.
-Exacto: eso ayuda mucho con el tema de la plataforma, y en caso no poder estar grabando continuamente sirve.
-En Spotify están subidos el Festival del Frutillero de Desvío Arijón 2022 y la Fiesta Provincial y Nacional del Algodón 2023.
-¿Fue una decisión antes del show, de “grabemos este”?
-Fue un poco sin querer lo del Frutillero y el Algodón: no sabíamos que se iba a colgar en YouTube el concierto completo. Es más: lo del Frutillero es muy loco, porque nosotros entramos como ganadores del Pre-Frutillero en 2022; en teoría íbamos a tocar tres temas, que es lo que les dan a un ganador. No me acuerdo qué cuestión hubo con los horarios de algún artista, y por suerte pudimos hacer un repertorio de como nueve temas y encimo tenerlo grabado.
-Y hay un par de singles que son de otros shows.
-Sí, son de un show que hicimos en Demos el año pasado. Sacamos algunos temas que sonaban bien de audio, y dijimos: “vamos a subirlos también, como para mantener”.
-No estaba como para subirlo entero.
-No estaba filmado. Ese sí llevamos el pendrive, dijimos: “Che, vamos a vamos a ver si lo pueden grabar”; pero había algunas cuestiones de sonido que no cerraban: buscamos lo mejorcito.
Tradición local
-En abril salió “Jurabas tú”, el nuevo single. ¿Qué se puede contar?
-Otra cosa que tenés que hacer continuamente es ir renovando un poco la propuesta, sobre todo si tenés muchas actuaciones en vivo. Cambiar el repertorio, tratar de mostrar algo distinto para que la gente que te sigue en los shows no se encuentre siempre con lo mismo. Y en un momento decidimos el año pasado incursionar un poco en cumbia: también porque se puede considerar como el ritmo tradicional de acá de la ciudad.
Entonces dijimos: “Vamos a tratar de mechar”. Hicimos un enganchado de cumbias en un show en vivo, y a la vez dijimos: “Vamos a preparar este tema”. Nos gustaba como sonaba y nos mandamos al estudio.
-Tiene el color de ustedes, que no son un grupo de cumbia.
-Vos escuchás esa intro y decís: “¿Con qué van a salir estos vagos?”, Nada que ver.
-¿Cómo fue jugarse a hacer un tema dentro de ese género?
-No te voy a mentir: fue todo muy natural en ese sentido. Dijimos: “Hay que respetar la estructura general del tema, tiene que sonar relativamente parecido a cumbia tiene que ser bailable (risas), la gente lo tiene que disfrutar o reconocer”.
-Pero está en nuestras oreja como santafesinos, en la oreja de ustedes en este caso: no es ajeno.
-Aparte es un tema emblemático del estilo: escuchás esa intro de guitarra y no le podés errar. Después se incorporaron todos los elementos que estamos manejando: el canto a varias voces, la guitarra eléctrica, el bajo eléctrico; buscar una vueltita creativa. Armamos una introducción con seis capas de guitarras: es muy loco, porque lo armé en 20 minutos.
-Lo pudiste armar antes de entrar al estudio.
-La dinámica del estudio cambió...
-Claro: se graba todo lo que se pueda en home studio.
-Exactamente: todo lo que es bajo, guitarras eléctricas, si lo podés grabar en tu casa, con una buena placa de audio y teniendo una mínima noción de lo que es un programa de audio, andás como loco. Por suerte en ese sentido trabajé muy tranquilo; hubo que ir al estudio a grabar cosas.
-Aparte te saca “el taxi” de las horas.
-Sí, te abarata los costos. Además trabajamos en el estudio de Alejandro Bandeo: una bestia también, así que muy contentos.
-Podés hacer un montón de cosas y después el ingeniero corrige.
-“Acá está la materia prima: no le agregué nada, está todo plano”, le digo. “Así que hacé tu magia” (risas).
-¿La idea es que sea el primer tema de lo que viene o es una un single suelto con una vida propia?
-Lo consideramos un poco como un primer lanzamiento formal, mostrando un poco todo lo que podemos hacer. “Se va la primera” trabaja un poco eso, pero fue tan a las apuradas, fue tener que resolver tan ahí, que nos quedamos con las ganas: “Che, tendríamos que ver de empezar a subir un material que por ahí nos refleje un poco más a lo que estamos haciendo actualmente, cómo estamos sonando”. Y se eligió porque es un tema muy conocido, nos gusta, quedó muy lindo. Entonces como primer single anda.
En este momento aparte de la difusión de “Jurabas tú” estamos programando fechas, en las redes sociales próximamente las vamos a estar publicando; y también estamos preparando, aceitando para entrar al estudio de vuelta lo antes posible: probablemente para trabajar algo que no vaya por ese lado, sino más vinculado al lado folclórico. Quizás algunas chacareras de grupos como Ahyre, algún tema de Los Nocheros: estamos viendo.
-Está bueno que nombres a Ahyre, porque es un grupo que trabaja mucho lo que hablábamos del “folclore joven”.
-Para nosotros funciona como un referente del sonido que tratamos de hacer. En realidad lo nuestro es un poco más estruendoso, si se quiere, bastante más ruidoso (risa). Pero es un referente en la impronta, en folclore moderno.
Por la propia
-Hablando de programar fechas, también está el abrir lugares que a lo mejor no son tanto de los grupos de folclore; como por ejemplo Demos.
-Estuvimos en Stanley, tuvimos la suerte de tocar en Tribus. Creo que el estilo nuestro por ahí nos lo permite; y estamos viendo si se puede aprovechar un poco más. Tenemos la suerte de que nos ha visto gente de diferentes palos; se nos ha acercado gente del heavy metal, del rock, en un festival como el de la vigilia por el 2 de abril, en el Centro de Ex Combatientes: estaban los motoqueros, que siempre están, y decían: “Esto está para que suene en Tribus, es tremenda la potencia que tiene”. En ese sentido tratamos viste un poco de abrir el abanico: cualquiera que se quiera sumar y disfrute de la música que hacemos, bienvenido: no importa de dónde venga.
-Cuando los convocaron a ustedes también se trató de sumar voluntades de distintos palos en la formación.
-Era buscar un sonido distinto: no sabían los chicos cuando empezaron a reclutar en qué iba a terminar. Aparte hay un sector del folclore que es muy tradicionalista. Lo hablaba con algunos alumnos míos (soy profe de guitarra): es increíble que en 2024 todavía esté muy presente eso; había como un temor, porque no sabíamos cómo se iba a tomar.
-Santa Fe es muy particular, porque tiene ese mercado más tradicional, pero que tampoco es tan grande ni tiene tantos lugares. No es que te peleas con los tradicionalistas de Salta.
-No, y aparte corrés el riesgo: te animás igual. “Si te gusta, te gusta, esto es lo que hacemos nosotros; si te gusta escucharlo, escuchalo; y si no andá a escuchar algo que te guste, qué sé yo” (risas). Es un poco la filosofía que tenemos: vamos por este camino y lo defendemos.
En el camino
-La idea es seguir sumando fechas.
-Sí, en las próximas semanas vamos a ir anunciando en las redes sociales, incluso con invitados. Pero con la situación general se hizo bastante difícil. Lo último que tuvimos, que tenemos muy poco material subido, fue la Fiesta del Islero, en Santa Rosa de Calchines: hermoso festival, la pasamos espectacular.
-Los festivales vienen muy castigados.
-Hay mucha consulta, pero cuando vos tenés que hablar de los números, de lo que te sale viajar a tal lado, lógicamente los tipos se te echan para atrás.
-Ya que lo hagan es importante, algunos suspendieron.
-Vienen muy castigados: eso es lo que lo que se cuenta en el ambiente y lo que vos ves: hay bastante inactividad.
-No es quizás la mejor época para soñar, pero bueno: ¿qué cosas les gustaría hacer, o qué cosas se proponen más allá de lo que ya saben?
-Estar en escenarios grandes: tener la posibilidad de tocar en un Festival de Guadalupe, en un Festival del Pescador. También expandir un poco: estuvimos en Córdoba con el Cosquín Joven, en Yacanto; queremos ver la posibilidad de volver a Cosquín a pisar ese escenario. Obviamente proyectar para el sur: sabemos que el sonido nuestro, en toda la zona de Rosario, Buenos Aires, al ser un sonido más urbano por ahí puede puede atraer un poquito más.
La idea es expandir lo más que se pueda, tratar de tocar en todos los lugares que se puedan, y cuanto más importante mejor: uno lo disfruta diez veces más.
-Aparte Buenos Aires te abre las otras puertas.
-Lamentablemente eso no se ha perdido. Hoy quizás con todo lo que son las redes sociales, la conectividad, no es como antes. Escuchábamos entrevistas a músicos consagrado que te cuentan: “Me tuve que ir a Buenos Aires con 17 años para...”; creo que hoy no es tan así: hoy podés hacerlo desde tu lugar. Pero es cierto que las discográficas están allá, las productoras están allá (o por lo menos muchas).
Entrar en contacto con esos ámbitos nos recontra serviría; pero lo hacemos porque nos gusta, porque disfrutamos la propuesta que tenemos. En eso tratamos de ser genuinos: es esto, no es otra cosa. Y cuanto más lejos se pueda llegar mejor.
Creo que hay que aprender a disfrutar del viaje, del proceso: disfrutar desde el momento en que me junto a ensayar con ellos hasta si se da la posibilidad de estar en Jesús María, buenísima. Pero es el proceso.
-Es el viaje y no el destino.
-Sí: lo importante es ser feliz. Por ahí suena medio gurú (risas), pero eso es lo importante; después si vos trabajás continuamente, y se te dan algunas cuestiones que se tienen que dar, porque las tenés que considerar también; a la larga, al mediano, largo plazo puede llegar. Nadie pensó que el proyecto cuando recién arrancamos iba a terminar en todo lo que te conté: fue una sorpresa enorme (risas).
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