"Instrucciones para vivir una vida”: la danza teatro como campo de experimentación poética"
El grupo santafesino cumple 25 años y los celebra con una nueva puesta: bajo la dirección de Patricia Pieragostini y Marisa Hérnandez, se vivirá un cruce de lenguajes escénicos y de las voces de tres poetas santafesinas (Estela Figueroa, Diana Bellessi y Marilyn Contardi) con la estadounidense Mary Oliver.
María Laura Varela en la gráfica de la obra, con el vestuario creado por Lucas Ruscitti y Pieragostini, junto al equipo de construcción en costuras Las Magdalenas. Foto: Gentileza Julieta Correa
El próximo 10 de octubre en La Treinta Seseintayocho (San Martín 3068), el grupo Recua Danza Teatro estrena “Instrucciones para vivir una vida”, un trabajo que llega en el marco de sus 25 años de trayectoria. La elección de celebrar el cuarto de siglo en escena con una nueva creación no es casual: habla de un colectivo que ha construido su identidad justamente a través de la persistencia en la búsqueda estética, de la experimentación y de la exploración de los límites entre géneros artísticos.
El elenco suma a Patricia Lucía Álvarez, Claudia Correa, Fabiana Sinchi y María Laura Varela, bajo la dirección de Patricia Pieragostini y Marisa Guadalupe Hérnandez.
Dispositivo poético-performático
La obra parte de una premisa provocadora: ¿es posible dar instrucciones para algo tan inasible como la vida? Desde esa pregunta, el dispositivo escénico se estructura sobre un tejido de textos de las santafesinas Estela Figueroa, Diana Bellessi y Marilyn Contardi, en diálogo con la poeta estadounidense Mary Oliver (el nombre de la obra se corresponde con título de un poema de Mary Oliver publicado en “El pájaro rojo”, traducido por Natalia Leiderman y Patricio Foglia).
La apuesta es doble. Por un lado, se toma el registro poético como materia prima, un soporte sonoro y rítmico que ya contiene en sí mismo su propia coreografía. Por otro, se lo traslada a la corporalidad de la danza teatro, lo que genera un tránsito fluido entre palabra, movimiento y gesto. El resultado es un relato-desfile-fanfarria que oscila entre la profundidad filosófica y la ironía ligera, un tono que caracteriza a Recua desde sus primeros trabajos.
Se traslada el registro poética a la corporalidad de la danza teatro, lo que genera un tránsito fluido entre palabra, movimiento y gesto. Foto: Gentileza Aimé Luna
El humor como estrategia crítica
“Cumplimos 25 años juntas las Recua, y lo vamos a celebrar creando juntas, experimentando, explorando”, afirma Pieragostini. “Es una obra que pone en diálogo voces de diferentes poetas y nos abre un universo sobre la vida, ‘la preciosa y salvaje vida’, como dice Mary Oliver. Siempre en clave de humor, con la aventura de abrazar universos poéticos y correr riesgos técnicos”.
Por su parte, Hernández subraya el cruce de lenguajes y el tono lúdico de la obra: “Venimos conversando esta paradoja entre las ‘Instrucciones para vivir una vida’ que no puede ser reglada ni normada de ninguna manera. Ahí aparece la clave del humor, de querer dar respuestas, pero sabiendo que la vida siempre queda sujeta al azar. Nuestra búsqueda estética es dejarnos atravesar por este mundo poético de estas poetas maravillosas, en una búsqueda absolutamente disfrutable; que combina, como decía Patri, esta multiplicidad de lenguajes: desde lo sonoro, desde lo visual, desde lo coreográfico”.
El humor, entonces, no opera como un mero alivio, sino como una estrategia crítica: desacraliza lo solemne, permite la distancia irónica y habilita un acceso sensible a temas como la felicidad, la paciencia, el padecimiento o la relación con la naturaleza.
Recua 2025: María Laura Varela, Marisa Guadalupe Hernández, Fabiana Sinchi y Patricia Lucía Álvarez (de pie); Patricia Pieragostini y Claudia “Negra” Correa (abajo). Foto: Gentileza producción
Continuidades y desplazamientos
En sus 25 años de recorrido, Recua Danza Teatro se ha caracterizado por una constante experimentación entre lenguajes: la danza contemporánea, el teatro físico, el registro poético y la teatralidad de lo performático. Cada obra fue, en ese sentido, un laboratorio.
Si en sus primeros trabajos la búsqueda estuvo marcada por el cruce entre cuerpo y narración dramática, con el tiempo el grupo avanzó hacia una dramaturgia coral, donde el gesto individual se disuelve en un entramado colectivo. Instrucciones para vivir una vida profundiza ese camino: ya no se trata de contar una historia en sentido clásico, sino de construir un espacio sensible de resonancias entre palabra, movimiento, música y visualidad.
La presencia de la poesía no es un elemento accesorio. Forma parte de un interés sostenido de Recua por tensionar la danza con otros materiales textuales -narrativa, crónica, testimonios- y por explorar cómo la palabra puede transformarse en partitura corporal. En esta nueva obra, ese cruce se vuelve más radical: el texto poético no es ilustrado por el cuerpo, sino que deviene cuerpo en sí mismo, respiración, ritmo, cadencia.
En perspectiva, “Instrucciones...” funciona como síntesis y a la vez como expansión de la estética de Recua: retoma la ironía y la ligereza que siempre caracterizaron al grupo, pero las enmarca en un dispositivo más abierto, más performático, donde se diluyen las fronteras entre teatro, danza y recital poético. Un gesto coherente con la trayectoria de un colectivo que, desde hace un cuarto de siglo, insiste en pensar el escenario como espacio de preguntas antes que de respuestas.
Una experiencia que excede la función
La programación en La Treinta Sesentayocho, con Wine Bar abierto desde las 20, busca también construir un marco de experiencia expandida. El encuentro no se reduce a los 50 minutos de obra: se proyecta como un ritual compartido, donde la escena dialoga con la convivencia.
En este sentido, “Instrucciones para vivir una vida” no es solo un título, sino también una declaración de principios: una obra que no pretende ofrecer certezas, sino abrir la vida al juego poético, a la risa y a la pregunta.
Entradas
Anticipadas por transferencia: generales: $ 14.000; estudiantes y jubilados: $ 12.000; en boletería: $ 16.000. Promo para anticipadas: entrada + servicio de bar (bebida y sandwichitos): generales $ 20.000, estudiantes y jubilados $ 18.000.
Ficha técnica
Elenco: Patricia Lucía Álvarez, Claudia Correa, Fabiana Sinchi, María Laura Varela.
Dirección: Patricia Pieragostini y Marisa G. Hernández.
Idea y dramaturgia: grupo Recua.
Asistencia de dirección: Susana Formichelli
Escenografía: Patricia Pieragostini, Lucas Ruscitti y Federico Toobe.
Diseño de luces: Patricia Pieragostini y Lucas Ruscitti.
Diseño de vestuario: Lucas Ruscitti y Patricia Pieragostini.
Producción de vestuario: Lucas Ruscitti y equipo de construcción en costuras Las Magdalenas.
Banda sonora: Martín Musacchio.
Visuales: Víctor Zeballos.
Voz en off: Marisa G. Hernández.
Diseño gráfico: Sebastián Barrirero.
Fotografía y redes: Julieta Correa.
Comunicación: Claudia Correa y Marisa G. Hernández.
Producción general: Claudia Correa, Susana Formichelli y Patricia Pieragostini.
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