El miércoles, de 21 a 23, el programa “Fantásticas mentiras bailables” (que se emite en esos días y horarios por FM Halley 99.7) hará su primera presentación en vivo del año: será en Tribus Club de Arte (República de Siria 3572), con entrada libre y gratuita. La idea es volver una vez al mes por lo que resta del año, con diferentes sorpresas.
Para adentrarse en la historia y dinámica del programa, y las actividades de este evento, El Litoral dialogó con sus conductores, Francisco Dalmasso y Lautaro “Laucha” Castro.
—¿Cómo fue la evolución del programa?
Dalmasso: —Terminó siendo muy televisivo sin quererlo. Arrancó siendo un programa de radio en la Mega, muy desquiciado, teníamos la llave de la radio, con todo lo que ello implica.
Castro: —Un recital de rock llevado a un programa de radio, una vez por semana.
Dalmasso: —Vino el Negro Rodrigo (González), Sig Ragga. Pero era más tranqui. Cuando pasamos a Radio Eme tuvimos que meter un poco de información, nos pusimos una camisa (risas) y pasamos a todos los días. Habíamos arrancado los sábados de 12 a 2 de la mañana.
Castro: —Una expectativa de oyente muy baja. Estuvimos un mes, y de Mega nos dijeron que estaba bueno y lo pasaron a los martes de 9 a 11.
Dalmasso: —Llevábamos unas producciones de jingles y canciones de meses, y de golpe no andaba el micrófono, o lo arreglaban todo encintado. Por eso en Radio Eme nos emprolijamos y tuvimos que tirar sí o sí información diaria, la radio lo pedía.
—El día a día requiere un anclaje.
Dalmasso: —Estudié periodismo, leí mucho diario, mucha revista, miraba informativos. Y en un momento me nublé y descubrí que hay muchas cosas que se repiten, hay un formato preestablecido. Por eso “Fantásticas mentiras”: en cierta manera el discurso de los medios es un poco un montaje. Entonces vamos al máximo montaje: vamos a decirle a la gente que estamos en un megashow, algo súper bizarro. Arrancó como una crítica.
Castro: —Como un cuento que los medios se creen ellos mismos y a partir de eso construyen una realidad que para nosotros es una fantasía, un relato.
—Es también un clima de época.
Dalmasso: —Con todo el respeto que merece la gente que trabaja en los medios, hay otra gente que ha hecho una carrera de esa construcción. El Laucha sabe mucho más noticias que yo.
Castro:— ¿Soy tu cable a tierra?
Dalmasso: —Él lee más noticias.
Castro: —Así estoy por leer más: más enroscado.
Dalmasso: —Yo me enteraba ahí y opinaba qué me parecía. “¿Macri dijo eso?”, “¿La Pradón está viva?”, eso es algo distinto, porque no creo que seamos un programa informativo pero hacemos una relectura de la realidad.
Castro: —Anclados en un medio muy tradicional como es la radio, pero viéndolo de una manera muy actual. El foco que hacemos en redes sociales es de una radio de hoy, no de la que pensaron hace 50 años.
—Que ya no tendría sentido.
Castro: —No, y tampoco pensamos que la gente ya no escucha radio. Creemos en esa mutación que el propio medio te puede dar.
—Los que dicen que la gente no escucha radio tienen radios.
Dalmasso: —De hecho sus charlas las basa en eso, “por qué no escucho radio”.
—Hay un discurso de que los jóvenes no la consumen, entonces van segmentando el público, como que va envejeciendo.
Dalmasso: —Yo tenía un programa en Buenos Aires que se llamaba “Vomitando conejos”, con tres conductores, y era un delirio. Cuando volví a Santa Fe dije: “¿Por qué no hacemos el programa de radio que tenemos pendiente?”. Con el Laucha decíamos que íbamos a hacer un programa en la trasnoche.
Castro: —Volvíamos en el Fluviales de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, flasheando sobre hacer radio.
Dalmasso: —Escuché mucho “Metro y medio”, un programa de (Sebastián Wainraich) en la Metro y un montón de cosas son un poco “choreadas”. Pensaba: “Son tan boludos y están en radio, no se están haciendo los inteligentes. Yo soy muy boludo, podría hacer un programa con eso. ¿Qué boludos puedo juntar?”. Al principio estaba el Guille Strubbia (risas).
Castro: —Ahora es un músico reconocido.
Dalmasso: —Ahí empezamos a producir, nos salieron muchos jingles, trabajando juntos podíamos hacer unos guiones y unos radioteatros.
—¿Cómo trabajan esos segmentos?
Castro: —Primero creo que somos todos enfermos del guión, de la estructura, no dejar nada librado al azar. Decíamos que quién nos iba escuchar en un programa de radio; ahí la apuesta fue nunca menospreciar la producción: siempre estuvo al tope. Creo que las producciones de radioteatros, jingles, gráfica, arte, tiene un nivel de un programa de tele.
Dalmasso: —Cuando era todos los días hacíamos unos diez jingles por mes, nos sentábamos y teníamos que llenar media hoja, tiene que arrancar con un chiste y terminar con un chiste. Todos íbamos opinando, cuando estaba el Guille hicimos un montón de jingles. Trabajamos con Eliel Singarella, teníamos unas bases musicales, inventábamos la letra, y él nos decía que le arreglemos cosas; él lo cantaba, le hacía coros y lo súper producía. Hicimos cortinas, empezamos a incorporar los seccionistas: pasaron 30 ó 40 secciones en seis años.
Castro: —Siempre tuvimos la suerte de estar rodeados de gente que era buena, que tenía un conocimiento específico de algo y que se reían con nosotros y nos hacían reír. Eso se estructuraba y se llevaba al aire. Hoy tenemos siete.
—¿Cómo llegaron a la propuesta de Tribus?
Dalmasso: —El bichito nos picó con el streaming de video. Fue importante la mutación de Eme a Aire de Santa Fe: ahí dijimos “Vamos a los ’90”: lo invitamos a Edgardo Poldi, alquilamos una limusina, hicimos una presentación como que él traía la pizza. Siempre que invitamos a alguien nos reímos con la persona, no de él. Algo parecido va a pasar el 5 de junio, porque vamos a entrar con Saúl Perman en bici.
Castro: —“El” activista santafesino, hay que decir.
Dalmasso: —Es un personaje único, la gente canta las canciones. “La Causa somos todos” es el Instagram, ya está. Queremos bailar con él con una batucada y un coro que replique sus canciones. Adentro de Tribus vamos a tener una gran movida: alquilamos una cámara grúa, dos cámaras HD y todo eso va a salir por streaming, y se va a escuchar por radio. Tenemos una banda en vivo que son Martín Testoni y Luciano Stizzoli, musicalizando todo en vivo. Como primera invitada va a estar Querelle Delage.
Castro: —“No me llevo bien con el guión”, nos dijo.
Dalmasso: —Vamos a usar mucho la pantalla LED de Tribus para ir tirando animaciones. Después habrá una ruleta y la gente tiene que hacer cosas, premios.
Castro: —Radioteatros en vivo, móviles, stand up y cierra Galíndez: hace un tema en el último bloque del programa y después hace un minishow. El ciclo se va a repetir una vez por mes, de junio a diciembre, siete ediciones. Al mes son tres o cuatro programas en estudio y uno en Tribus.
Dalmasso: —Por primera vez nos vamos a encontrar con los oyentes, y gente que nunca demostró que lo hacía.
Castro: —Y el viejo anhelo de llevar toda esa locura radial a un escenario en vivo, con otro tipo de montaje, otra interacción.
—Algo dolineano, para el público presente.
Castro:—Fran tiene una vasta trayectoria teatral, yo me voy a tirar a la pileta. Igual que los seccionistas: Flaco Trédici, Lucía González, Belén Degrossi, Victoria Castro. En la operación técnica va a estar Daniel Musolino, el dueño de Halley; a él y al Chengo Altamirano de Tribus los amamos.
Dalmasso: —Más que Dolina se emparenta más con la locura de “Todo por dos pesos” o Monty Python. No es para todo el público, es específico.