Silvina Quintans es abogada y columnista radial en el programa Bravo.Continental. Realiza un trabajo que pone acento en los derechos de colectivos y sectores que no están suficientemente visibilizados en entornos mediáticos. “El periodismo debe poner el foco en los que no tienen voz”, dice.
Gentileza S.Q. Quintans desarrolla actualmente una columna semanal en radio Continental que lleva por título Mujeres viajeras . Centradas en aventuras con protagonistas femeninas, pone al ruedo una de sus pasiones que es viajar.
La de la doctora Silvina Quintans es una voz que merece ser escuchada. Cada tarde, las columnas que desarrolla en el programa radial Bravo.Continental, buscan observar la realidad sin rendirse ante el vértigo que impone la inmediatez. Son, en cierto punto, como un oasis. Además, como ella misma pone de manifiesto en su perfil en las redes sociales, desarrolla una labor periodística con perspectiva de derechos, para tratar de desentrañar las problemáticas que rodean a las minorías. Quintans sostiene que no sólo las voces de los colectivos trans o LGTB no tienen canales ni portavoces suficientes, sino tampoco niños, adolescentes y personas con discapacidad.
Abogada recibida en la Universidad de Buenos Aires y periodista formada en TEA, también es una voz autorizada para referirse a la Ley de Equidad en la representación de los géneros en los servicios de comunicación, que fue aprobada recientemente por la Cámara de Diputados el 11 de junio. “Me parece que es necesaria. Se puso el foco mediático en grandes títulos, pero en definitiva lo que trata de hacer es de sostener una mayor equidad en el acceso de las mujeres a los medios de comunicación. Me parece que todavía hay grandes desigualdades y muchas cosas pendientes. Y, por lo menos, la intención de la ley es esta. Se le dio un tinte político partidario que no tiene”, afirmó en una entrevista,
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-Aparecieron opiniones respecto a que hoy es mucho mayor la cantidad de mujeres que forman parte de los medios de comunicación respecto a otras épocas. ¿Qué visión tenés al respecto?
-Si bien es cierto que hay más mujeres en los medios y también que somos mayoría en las carreras de Comunicación, a la hora de acceder a los medios, el lugar no es equitativo. Los puestos de poder dentro de los medios siguen ocupados por las mismas personas. Nosotras somos como las obreras dentro de la comunicación. También hay que mirar en qué tipo de secciones se ocupa a las mujeres, si se les dan o no columnas de opinión, si acceden o no a puestos directivos. Todavía hay mucho camino por recorrer. En la radio, por ejemplo, hay pocas mujeres que conducen. En la televisión quizás hay más conductoras, pero también hay que ver qué roles se les asignan. Todavía hay una deuda importante con las mujeres. Y, detrás, está el tema de la precarización laboral, que afecta a mujeres y a varones, pero impacta especialmente en las mujeres. Me parece que la ley apunta a esto.
-¿Esa situación que describís incide en el recorte de los temas que se abordan en los medios y en la perspectiva desde la cual se abordan o analizan?
-Si. Quienes opinan, de qué opinan y cual es la agenda. Cuando tenés más mujeres en los medios, también hay algunos temas que se instalan en agenda que antes no estaban. Lo mismo que pasó en el Congreso.
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Ampliar la llegada
-Esto que plantéas y que incluso colocás en tu perfil en las redes sociales de hacer “periodismo de derechos”, para reflejar lo que piensan las minorías que hoy tal vez no encuentran portavoces ¿Cómo se traduce en el trabajo cotidiano?
-Precisamente en lo que acabás de decir. Creo que cuando hablás de perspectiva de derechos, hablás de una perspectiva más amplia. Es poner el foco en muchos colectivos o minorías que no tienen voz o a los cuales se aborda en determinadas circunstancias. Por ejemplo, los niños, las niñas y los adolescentes siempre forman parte de las noticias cuando hay un crimen o pasa algo. Pero no se habla cotidianamente de lo que pasa con ellos. Ahora sí, por la falta de clases presenciales, pero en general es un tema marginado en la agenda. O que está tratado de una manera donde no se abordan los derechos, sino que se buscan siempre los grandes títulos. La discapacidad es otro tema que está siempre fuera de agenda. Y me parece que es muy importante porque había cinco millones de personas con discapacidad en Argentina, según el censo de 2010. Creo que cuando se trata de los derechos, hablamos también de minorías sexuales, de minorías trans o LGBT. Todas estas cosas, me parece, tienen que formar parte de la agenda y muchas veces no están.
-Es muy curioso. Se habla todo el tiempo de la importancia de darle voz a estos sectores, pero muchas veces queda en la frase vacía. Hay una cierta paradoja.
-Hay mucha gente que está trabajando estas temáticas, que cada vez ocupan más espacio. En su momento, estaban muy relegadas. Con el tiempo, van entrando un poco más en la agenda. Hay temas que deberían trascender la grieta. Entonces, es necesario buscar puntos de consenso y de respeto hacia los derechos y las individualidades. Que no tienen porqué formar parte de una agenda político partidaria.
Buscar la propia agenda
-Algo que se observa en tu trabajo, tanto en la radio como en el resto de los formatos, tiene que ver con recuperar el sentido del periodismo que cuenta historias que sirvan para indagar más allá de la coyuntura. ¿Por qué optaste por abordar la profesión desde ese lugar?
-No es que tomé una decisión demasiado consciente. Soy abogada y había una mirada que, a lo mejor, ya tenía pero estaba medio escondida o alejada. Trabajé muchos años en periodismo de viajes, que es mi verdadera pasión. Y cuando entré a la radio, hace diez años, no había mujeres en la mesa más allá de la locutora. Entonces, empecé a buscar la propia agenda y los temas que me interesaban. A veces, consistía en leer el diario en profundidad para ver qué cosas iban apareciendo. Otras era simplemente mirar alrededor. Escuchar las conversaciones de la gente o lo que pasa en la calle. Pero hay una conversación pública que a veces está más instalada y otras veces menos. Lo que más me cuesta cuando armo la columna es encontrar los temas. No es fácil salirse de la agenda cotidiana y coyuntural. Y yo apunto mucho a incluir cosas que no están en las tapas.
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-Es, en cierto modo, una demanda del público.
-Lo otro que me parece importante es alejarse un poco de la coyuntura. A veces, hay temas que se piensan en función de lo que ocurre a nivel local y que se están discutiendo en otros países. Pero mirar hacia afuera te da más perspectiva. Hay cuestiones que parece que surgen sólo en Argentina, pero si mirás un poco más lejos, suceden en todas partes.