"Volver al futuro" cumple 40 años: las claves de una obra maestra de los 80
La historia de Marty McFly y el DeLorean que viaja en el tiempo trasciende la nostalgia. Filosofía, vínculos familiares y un guión perfecto hacen que resista firme el paso del tiempo.
El Doc y Marty, una dupla irrepetible. Foto: Universal Pictures, Amblin Entertainment
"Si vas a construir una máquina del tiempo en un auto, ¿por qué no hacerlo con estilo?" La frase pertenece al Doc Brown y sintetiza bien el desparpajo cómico y la genialidad de"Volver al futuro", que hoy (3 de julio) cumple 40 años desde su estreno.
Robert Zemeckis logró algo único. Una historia con elementos de ciencia ficción estilo Philip K. Dick (en 1982 se había estrenado "Blade Runner"), drama adolescente (eran los años en que John Hughes iniciaba su reinado con "Dieciséis velas"), comedia familiar y algún toque sutil de buddy movie.
Universal Pictures, Amblin Entertainment
"Volver al futuro" es, en apariencia, esa mezcla de géneros con estética pop. Pero en su núcleo hay algo más: un análisis, mullido pero muy efectivo, de las decisiones, la transmisión generacional y los vínculos familiares. Cuatro décadas después, vale la pena preguntarse por qué esa historia sigue generando tales niveles de fanatismo.
Entre el azar y el destino
Una primera respuesta es la siguiente: el viaje en el tiempo importa menos que la ingeniosa premisa de pensar las consecuencias de interferir en el origen de uno mismo.
Universal Pictures, Amblin Entertainment
Marty McFly viaja a 1955 pero lo que encuentra no es una "postal retro", sino el germen de su propia existencia. En esa línea, "Volver al futuro" no habla de cómo cambiar el pasado. Más bien, en un abordaje nietzscheano, de cómo asumirlo.
El guión de Robert Zemeckis y Bob Gale funciona como un reloj. Cada escena adelanta, repite o resuelve algo anterior. Pero detrás de esa estructura matemática hay algo aún más complejo: dolor, frustración y sueños aplastados.
Universal Pictures, Amblin Entertainment
El antihéroe de la era Reagan
Marty (esta es otra posible respuesta a la pregunta del comienzo) es un héroe extraño para su época. No salva al mundo ni derrota a un villano poderoso (Biff, claramente, no lo es). Busca que sus padres se animen a ser valientes.
La elección deMichael J. Fox como protagonista fue una decisión de último momento. Eric Stoltz, el actor original, había rodado varias escenas, pero Zemeckis no estaba convencido. No veía en él la ligereza que la historia demandaba. Tal vez porque Stoltz era un actor del "método".
Universal Pictures, Amblin Entertainment
Fox, en cambio, encarnaba a la perfección el arquetipo del adolescente de clase media norteamericana de los 80: rebelde, vulnerable, pícaro, honesto y algo torpe. Alguien con intuición, humor y empatía. En suma, muy carismático.
Pero también hay algo melancólico en Marty: su padre es un fracasado, su madre está resignada y él trata de escapar de esa inercia. Otra vez aparece la filosofía, en este caso Sócrates: su viaje al pasado es, también, hacia un mayor conocimiento de sí mismo que le posibilita cambiar.
Universal Pictures, Amblin Entertainment
El legendario Hill Valley
La construcción del pueblo es uno de los pilares de "Volver al futuro" y otra posible respuesta al interrogante que dio pie a estas líneas. Hill Valley es un "escenario" donde la misma esquina, vista en décadas distintas, muestra los cambios sociales.
En 1955, la plaza es luminosa, el cine está en pleno funcionamiento, el bar es un lugar de encuentro para los jóvenes. En 1985, todo eso parece haber caído en declive. Ese contraste es muy lúcido: muestra el paso de la era Eisenhower a la era Reagan.
Universal Pictures, Amblin Entertainment
La elección del DeLorean como máquina del tiempo es otro acierto que ayuda a responder la mentada pregunta. El auto, con sus puertas como alas y su carrocería de acero inoxidable es, desde lo estético, algo que funciona a la perfección.
La invención de un lenguaje
El tándem creativo de Zemeckis (director) y Spielberg (productor) fue decisivo para dotar a la película de una identidad. La clave es que el humor no desactiva el drama. Es esa convivencia la que hace de la película una obra maestra.
Universal Pictures, Amblin Entertainment
Es justo decir que hay elementos que hoy hacen algo de ruido. El rol pasivo de las mujeres, la romantización del sueño americano y la simplificación de ciertos conflictos sociales. No es un cuestionamiento, al igual que cualquier otra obra de arte, es un producto de las tensiones de su época.
Lo cierto, para tratar de finalizar el camino que se abrió en los primeros párrafos, es que a 40 años de su estreno, la vigencia de "Volver al futuro" no se explica sólo por la nostalgia o el marketing. Más bien por algo más profundo: todos quisiéramos volver a ese momento donde todo se torció.
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