Un santafesino en Europa.
Luciano Zavagno: un jugador con estrella
Lo que comenzó siendo un juego luego se transformó en una profesión. De La Salle a Unión y de Unión a Europa. Hoy juega en un club de Grecia. Un largo camino de sueños cumplidos...

textos de Laura Burlando.

El sueño del pibe.

Cuando un padre se entera de que va a tener un hijo varón, en lo primero que piensa es en llegar a la maternidad con una pelota de regalo o la camiseta de su club de fútbol amado, por lo menos en el 90 % de los casos es así. Ahora bien, de ahí a que el niño elija al fútbol como profesión, hay un largo camino. La historia de Luciano es una de las tantas que cumplieron el sueño de muchos niños: jugar al fútbol y poder vivir de ello. Pero en este caso, además de gustarle desde siempre los deportes, en su hogar se respiraba fútbol, ya que su padre jugó en diversos clubes, entre ellos Unión y Colón. "Empecé jugando por diversión en el colegio La Salle, en la Liga Santafesina; después, por el trabajo de mi viejo nos mudamos a vivir a Rosario, donde jugué 6 meses en las inferiores de Rosario Central. Tuve la posibilidad de quedarme en la pensión, pero preferí volver a Santa Fe con mi gente".

Debut con gloria.

A los 15 años lo llamaron para ir a jugar a las divisiones inferiores de Unión y luego de pasar por todas, debutó en primera con 17 años. Forma parte de aquel grupo inolvidable de jugadores -la mayoría muy jóvenes- que hizo ascender al club a primera, día que permanecerá grabado a fuego en la memoria y el corazón de hinchas y jugadores. "Lucho" lo recuerda con una sensación de enorme felicidad. "Era un plantel de jóvenes que veníamos jugando juntos desde las divisiones inferiores y con la incorporación de refuerzos de experiencia, logró hacer un gran equipo. Nadie pensaba que podíamos llevar a Unión a primera. Las alegrías y emociones que sentí ese día nunca las olvidaré. Unión es todo para mí, soy un eterno agradecido al club donde aprendí las ventajas y desventajas de esta profesión".

Salto al primer mundo.

Pero la buena estrella siguió acompañando a Luciano en su camino. Luego de jugar un año en primera división, lo vendieron a Europa. Ya lleva 8 años de carrera en el extranjero. Desde muy joven tuvo que adaptarse a vivir en diferentes países y adecuarse a distintas culturas, pero no sólo variaban los idiomas en sus pases, sino también las técnicas de juego. "La liga francesa es muy rápida y técnica, la inglesa tiene mucho juego de ida y vuelta y la italiana se basa en la táctica. En Argentina, el juego es más lento que en Europa, pero hay jugadores de altísimo nivel con mucho temperamento, rasgos que los hacen atractivos al mercado europeo".

Desarraigo y soledad.

Durante todos estos años, en lo profesional fue creciendo y cumpliendo sueños: ascendió con Unión, jugó la copa Uefa con Troyes, ascendió con el Catania a Serie A, jugó en la premier ship con el Derby County y en la serie A con el Ancona. Se enfrentó a jugadores como Beckham, Kaká, Henry, Zanetti, Adriano -entre otros- en grandes estadios, como el del Milan, Roma y el del Manchester United, Chelsea. Luciano se siente satisfecho, pero para alcanzar estos logros también debió pagar un alto precio; en lo profesional tuvo que enfrentarse a presiones muy grandes siendo aún un chico y otras ya en el ámbito personal: "Al principio todo me deslumbraba, después sufrí mucho, el clima no ayudaba en los países del norte y estaba muy solo; en los planteles pocas veces estuve con jugadores argentinos. Actualmente, en Grecia, a pesar del idioma que es imposible de entender, me siento muy bien, ya que estoy acompañado de mi mujer Florencia, tengo compañeros sudamericanos con los que nos divertimos y la ciudad y el clima son un paraíso".

Personal

Luciano Zavagno nació en Rosario y surgió de las inferiores de La Salle. Pasó a Unión de Santa Fe y consiguió el ascenso a primera de la mano de Carlos Trullet. Cuando recién hacía sus primeras armas y jugando como lateral izquierdo o central pasó en 1997 rápidamente al Racing de Estrasburgo (1997-1999) de la primera división del fútbol francés, todo un sueño cumplido. Su pasaporte italiano lo convertiría en un trotamundos.

Trayectoria. "Llegué a Francia en enero de 1998, con 20 años, jugué en el Racing de Estrasburgo, luego me venden a Troyes, donde me quedo un tiempo y paso al Derby County de Inglaterra; de ahí me voy a la serie A Italiana, al Ancona Calcio. Vuelvo a la Argentina y paso por Estudiantes de la Plata; luego viajo a Europa al Catania Calcio de Italia. Actualmente vivo en Atenas y estoy jugando en la primera división del fútbol griego en el l Ionikos F.C.".>

Un sueño a cumplir. Hoy, con 29 años de vida y catorce de futbolista, le falta un sueño por cumplir: "terminar mi carrera en Unión y ascender con el club que tanto me dio".>

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