Deportes: DEPO-01
Unión ganó con gol de Pereyra su cuarto partido al hilo
PICNIC PICANTE
 Era su turno. El gol se dibuja en el rostro y en el grito de César Pereyra, una de las figuras de Unión. Ante la ausencia de gol que tuvo Guerra anoche, apareció el oportunismo de Pereyra para cabecear el córner de Rosales y desatar el festejo. Foto: Pablo Aguirre.

Los tatengues se adelantaron a la primavera, afloró el gol del "Picante" Pereyra y consiguió la cuarta victoria consecutiva que lo depositó, momentáneamente, en el segundo puesto de la tabla. Fue un esforzado 1-0 sobre Independiente Rivadavia, con la vuelta al gol de Pereyra y dos o tres muy buenos rendimientos individuales, como el del nombrado, el de Ojeda y el de De la Fuente. El equipo tuvo solvencia para mantener la diferencia y hasta pudo aumentar las cifras en el segundo tiempo, que fue lo mejor de la producción rojiblanca. Alessandria se tuvo que ir al término del primer tiempo por un fuerte golpe en el pómulo que le produjo una conmoción. El viernes, los de Quiroz van a San Juan para jugar con San Martín.

¿Dónde estábamos y qué hacíamos en el 2000? Difícil de recordar a golpe de memoria solamente, porque pasaron más de 8 largos años. Para algún dato puntual, hay que revisar archivos, fotos, almanaques y esas cosas. Con el fútbol, muchas veces, pasa lo mismo. Es que Unión debe remontarse hasta el Clausura de ese año, con Nery Alberto Pumpido como técnico, para buscar similitudes con esto que alcanzó anoche con el 1-0 a Independiente Rivadavia de Mendoza en Santa Fe. Así, el equipo de Quiroz -había arrancado con 1 sobre 9- clavó su cuarto grito al hilo y subió hasta las posiciones más importantes de la tabla del ascenso en la Argentina. Entonces, en medio del frío y la llovizna, Unión usó el famoso aerosol -que "debutó" en Santa Fe anoche- para ponerle color a esos datos que empezaban a ponerse amarillentos en los archivos de El Litoral.

De esta seguidilla, el 1-0 de ayer ante la Lepra mendocina fue el más apretado de todos. Pero, al igual que con Los Andes -ganaba 3-0 y terminó 3-2 pidiendo la hora- y en Vicente López con Platense -ganaba 2-0 cómodo y terminó 2-1-, si el resultado no se cerró antes en el 15 de Abril fue por culpa de Unión. Porque anoche, después de sufrir en el primer tiempo, el equipo jugó bien el complemento y erró goles desde abajo del arco, con pelotas sacadas desde la misma línea. Para colmo, casi ninguna le quedó a Guerra. Y las pocas que tuvo, las despilfarró, quedando en claro que anoche no era la noche del artillero que lleva la "9" en la espalda y llegó de Huracán.

Tanto a Zapata, dos veces de jugada, como a Rosales, de cabeza, se la sacaron en la misma línea de cal que sentencia el gol. Y Guerra falló solito abajo del caño horizontal después de una apilada espectacular de Pereyra, que entró de izquierda al centro haciendo la diagonal.

Y hablando de aerosol, enfrente, el equipo de Ortega estuvo "pintado", con Ortega en pausa, Tonelotto viviendo en off side y Martín Gómez ya cansado de jugar y correr solo. Al azul mendocino se le pasó el cuarto de hora como si nada. Fue el tiempo donde Luis Ojeda, el arquerito volador, validó sus credenciales: con tres tapadas fantásticas, fue figura otra vez. Hizo las veces de paraguas rojiblanco en medio de la tormenta. La pelota que le sacó a Tonelotto -le cabeceó a la carrera a un metro- resultaba imposible que no fuera gol. Y después, usó otros recursos, como sus piernas o el pecho para evitar la caída segura de su arco.

Las variantes al gol

Si algo asomaba como interesante en estas primeras fechas de Unión atacando era que, más allá de los cinco gritos en tres partidos de Claudio Guerra, había tenido otros caminos para llegar al gol: Paulo Rosales, uno; Jorge Torres, otro. Anoche, César Pereyra completó la cuarta hoja de ese trébol ofensivo. Era el único que, jugando más que bien, no podía "mojar". Se despachó con un gol impropio a su estatura y contextura física, saltando más alto que todos siendo el más bajo de la cancha en el 15 de Abril. Pero a la destreza física le agregó toda la técnica junta, para cambiarle la dirección a la pelota, usar el parietal y hacerla dormir entre el travesaño y la red.

Anoche, por ejemplo, si bien fue 1-0 con gol de Pereyra, Martín Zapata tuvo dos claras y Paulo Rosales otra: a todas las sacaron desde la misma línea de gol. Esto habla a las claras de la importancia que le da Quiroz a la llegada de los volantes, sean los extremos o el mismo enganche. Y eso que anoche no pudo usar al "Coqui" Torres, lesionado, que es titular indiscutido, pero marcando todo un síntoma: que Fontana sea variante desde el banco, indica una mejoría que tiene explicación, porque no hay que usarlo más atrás, ya que "Tarrito" Pérez está cada vez más firme y aprobando materias como número "4" en el fondo.

No depender de un solo jugador es necesario. Porque anoche, a falta de Claudio Guerra, apareció Pereyra. Que ya venía siendo desequilibrante en los últimos partidos, pero no podía meterla. Ahora se le dio y con un golazo raro de cabeza, a la salida de un tiro de esquina.

Las columnas, los cimientos

De a poco, con la confianza rápida que generan en el fútbol los resultados, máxime si se trata de cuatro victorias consecutivas, en Unión empiezan a asomar algunas virtudes.

1) El cero de ayer, con Ojeda como artífice, es todo un progreso. Y ahí, en el gran momento que está atravesando el arquerito, aparece la primer columna del equipo de Quiroz. Alessandria como ordenador también suma.El segundo bloque compacto de cimiento está en el número "5": De la Fuente jugó bien todos los partidos y ahora hasta aparece como mucho más tranquilo para quitar y entregar el balón a destino. 2) Con De la Fuente, Unión consigue un volante central típico para una divisional donde se corre más de lo que se juega: hay que pasarlo más de una vez, sino imposible. Y el otro punto alto está dado en lo que marcábamos de las variantes del equipo para llegar al gol: con Guerra -como en las tres fechas anteriores-, con los extremos (Torres, Zapata y Fontana), y con Pereyra que festejó por primera vez en lo que va del actual campeonato. 3) Tener gol siempre es importante; si es repartido, mucho mejor. Para no depender siempre de un solo jugador, porque cuando Unión "hizo goleadores" a Bazán Vera primero y Leandro Zárate después, no ganó nada como equipo. Los recientemente ascendidos, tanto tucumanos de San Martín como mendocinos de Godoy Cruz, no terminaron teniendo en sus filas a artilleros implacables. Pero sí variantes. Y es eso lo que debe tratar de consolidar Unión en ataque: los distintos mecanismos para llegar al gol. A falta de Guerra, apareció Pereyra. Fue 1-0. Innecesariamente apretado, acorde al trámite del complemento, cuando Luis Ojeda pasó de ser actor protagónico a sólo decir en una escena "la mesa está servida".La noche que debutó en Santa Fe el promocionado aerosol -la verdad, una payasada por donde se la mire-, Unión lo usó para ponerle color a algo que estaba más que amarillento. A tono con la primavera, "pintó" de rojo y blanco una racha ganadora que hace 8 años su gente no disfrutaba.

UNIÓN 1 - INDEPENDIENTE RIVADAVIA (M) 0

Unión: Luis Ojeda; Alejandro Pérez, Alessandria, Yacob y Gorostegui; Fontana, De la Fuente y Zapata; Paulo Rosales; Pereyra y Guerra.

DT: Fernando Quiroz.

Independiente Rivadavia de Mendoza: Guzmán; Aveska, Brusco, Abaurre y Ledesma; Coudannes, Solís y Negri; Ortega; Martín Gómez y Tonelotto.

DT: Roberto Trotta.

Gol en el segundo tiempo: 21 min Pereyra (U).

Cambios en el segundo tiempo: antes de comenzar, Renzo Vera por Alessandria (U); 26 min Caballero por Ledesma (IR); 30 min Alexis Fernández por Rosales (U); 34 min Roth por Coudannes (IR) y 39 min Márquez por Pereyra (U).

Incidencia en el segundo tiempo: 48 min expulsado Aveska (IR).

Árbitro: Ariel González.

Cancha: Unión de Santa Fe.

Darío Pignata[email protected]