Los vestidos tienen como objetivo primordial resaltar la belleza de toda mujer. De allí que cada noche especial impone un vestuario a la altura de las circunstancias. Y esta temporada la tendencia ubica al vestido largo en el centro de la escena, eclipsando al resto de los cortes.

Para la diseñadora Kina Fernández el color es lo de menos, y tampoco es importante el el vestido es liso o estampado, ni el escote. Pero lo indispensable es que sea largo y que sea del tono que mejor vaya con la piel y los ojos. Con respecto al escote, sugiere escoger el que mejor haga lucir las formas.

Pese a la tendencia, uno de los grandes creadores de la moda internacional como Lemoniez propone enseñar las piernas, ya que estamos en una temporada que requiere andar fresca y suelta. Entonces, podés recurrir a diseños simples en géneros de buena caída, y en color blanco, que es el tono por excelencia del verano.

María Lafuente diseña vestidos largos inspirados en cortes griegos, de estilos clásicos basados en las prendas de la antigüedad. En relación a los tejidos, caben todas las posibilidades: desde tonos neutros a tonos más metálicos. Por ejemplo, Roberto Torreta ha elegido tejidos metálicos con escotes caídos y hasta el muslo, aunque también nos ha presentado vestidos de corte más largo pero sin dejar de lado los tonos metálicos.

Finalmente, los colores brillantes y los apliques de canutillos, bordados y superposición de telas, siguen estando vigentes.