A un paso del título
El exitoso José María López
Luego de vencer en el TC 2000 en Potrero de los Funes y si bien tiene amplias chances de coronarse campeón, todavía no festeja.
Daniel Monticelli
José María López tiene apenas 25 años, pero con una experiencia invalorable, tanto de vida como deportiva. No es fácil irse solo a Europa con apenas 15 años, donde deslumbró a propios y extraños, obtuvo títulos y resonantes victorias en diversas categorías que lo llevaron a estar “ahí” de correr en la Fórmula Uno. Después lo conocido (y reiterativo) en todo chico de nuestro país: inconvenientes sobre todo económicos lo trajeron nuevamente al país y pese a todo lo que se dijo de él, Víctor Rosso y Leonardo Monti lo cobijaron bajo el seno del equipo Honda en el TC 2000. Y fue así como en apenas dos temporadas y con el triunfo del domingo pasado en ese faraónico circuito semipermanente de Potrero de Los Funes, ganó y está muy cerca de coronarse campeón de la categoría de máximo nivel argentino.
Y como no se olvida de sus raíces, un llamado de quien firma esta nota fue suficiente para que “Pechito” cuente sus sensaciones a las pocas horas de su singular éxito. “Fue una carrera bárbara para mí; cuando el sábado decía que me conformaba con un segundo puesto en la final, era así. Pero esto fue mejor porque tuve mucha suerte. Estuve en el momento justo y en el lugar exacto. Creo que la largada fue un poco determinante, lo pude pasar a Pernía y después Martín (Basso) cometió un error y de ahí en más agarré la punta y traté de sacar diferencias, pero nunca arriesgando más de la cuenta”, contó.
—¿Dónde estuvo la clave de la victoria?
—Obviamente que el despiste de Basso en la primera vuelta me facilitó mucho las cosas. Sabíamos que no iba a ser fácil largar por la altura y el calor que hacía; pero al hacerlo bien me tranquilicé y corrí siempre pensando en que tenía que sumar puntos para el campeonato.
—¿La contundencia del auto fue notable?
—Sí, la de todos los Honda y ahora demostramos que somos el equipo a batir. No sé qué pasó con los Renault si se “cayeron” o qué, pero nosotros progresamos mucho y los Focus también avanzaron.
—¿Cuando te bajan la bandera vos creías que eras el campeón?
—No, en realidad no sabía bien qué pasaba, pero cuando llegué al Parque Cerrado el equipo me contó y ahí me enteré del recargo de Risatti y el tercer puesto de Silva (que a raíz de ello, el título no se definió en favor del cordobés).
—Conociéndote, ¿vos no vas a festejar hasta que no se termine la última carrera en Punta del Este?
—No, ni loco. Si bien sobre 27 puntos tengo 24 de ventaja, a las carreras hay que correrlas y mientras otro tenga chances matemáticas (Juan Silva), no se puede festejar. Todavía no gané nada. Los que sí festejaron fueron los del equipo, porque ellos ya son campeones de marcas, equipos y de pilotos.
—En el Mundial FIA GT1 ¿les fue bien?
—Sí, el auto mejoró bastante, a pesar de que el sábado se rompió la bomba de nafta de la Ferrari (F550 Maranello). Largamos muy atrás y con Tuero logramos llegar en un buen cuarto puesto y eso que faltando cinco vueltas apareció nuevamente el inconveniente con la bomba. Pensé que no llegaba, pero salió todo bien.