Hace cinco meses que la Side venía investigando al sospechoso de ser el mayor vendedor de efedrina desde la Argentina al exterior. En un estudio jurídico rosarino encontraron habilitaciones de exportación.

Germán de los Santos

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Télam/DyN

La Policía bonaerense encontró el domingo pasado en la mansión de Mario Roberto Segovia además de autos lujosos, relojes, dinero y armas, documentación clave como: la habilitación que le dio la Aduana para exportar e importar desde el puerto de Rosario y otros de la provincia de Buenos Aires.

Estos registros estaban a nombre de Germán Héctor Benítez, el nombre fantasma que utilizaba Segovia en la trama de la comercialización de la efedrina. El verdadero Benítez está preso por robo calificado en Sierra Chica desde 2003.

Fuentes de la causa reconocieron que esa documentación es fundamental para establecer cómo entraban y salían del país estos precursores químicos. Una de las hipótesis que se maneja es que se podría haber hecho por barco, sobre todo teniendo en cuenta que el propio ministro de Justicia, Aníbal Fernández, calculó que Segovia había trasladado de Buenos Aires a Rosario más de 8.100 kilogramos de efedrina.

Hoy a la mañana, el juez Federico Faggionato Márquez ironizó sobre la posibilidad de que Segovia se dedicara a la exportación de banana.

“Debe haber exportado muchas bananas como para que justifique el patrimonio secuestrado” en la mansión allanada en Fisherton, el domingo.

Ayer al mediodía, después de analizarse la documentación incautada en la casa de Segovia, la Policía bonaerense realizó otro allanamiento en Rosario, donde entre el domingo y lunes se llevaron adelante 14 inspecciones. La brigada de Drogas Ilícitas de Zárate Campana, que trabaja en la causa que investiga Faggionatto Márquez, allanó las oficinas del estudio de abogados Scarpello y asociados, ubicado en pleno centro de la ciudad. Eduardo Scarpello, uno de los letrados que manejan el estudio, trascendió a la escena pública nacional en 1997 cuando adquirió un lujoso yate a Daniel Passarella, quien era investigado por la Afip.

Después de estar más de dos horas en las dependencias del conocido estudio jurídico, los uniformados partieron hacia el juzgado del norte bonaerense con dos cajas con documentación y una computadora.

Hoy a la mañana, el material recolectado era analizado por los colaboradores del magistrado, quien dio por terminado (por ahora) el capítulo de la saga de la efedrina en Rosario. “La ruta va hacia otro lugar”, apuntó el juez, quien reconoció en diálogo con LT8 que “desde el principio de la causa se tenía identificado a Rosario como un centro de operaciones de la banda que fue desarticulada”.

Sin embargo, el juez reconoció que todavía no se halló en Rosario el laboratorio donde la banda liderada presuntamente por Segovia procesaba la efedrina, que se importaba de China e India, para obtener metanfetamina, una droga sintética que se trafica a México.

“La efedrina es una sustancia natural que viene de China, India o eventualmente de Alemania. Lo que se hace con la efedrina es la metanfetamina, que es la efedrina menos su molécula de oxígeno. La efedrina es el precursor químico de la metanfetamina, que es una droga de diseño que se consume en el norte de México y Estados Unidos”, remarcó.

“Para abastecer de efedrina a México lo único que necesita es conseguir la efedrina, disimularla, y enviarla en algún container escondida en azúcar, harina o algún producto que Argentina exporte naturalmente. En el caso de la metanfetamina con una quinta basta para tener un laboratorio de producción y como su rendimiento económico en la proporción gramo-dólar es grande, con bajas cantidades de peso se obtienen grandes ganancias. Con lo cual con una casa cualquiera de un barrio normal de cualquier lugar del país se puede montar un laboratorio”, aseguró.

Indagatoria

Mientras tanto, Mario Segovia era ndagado hoy por el juez federal de Campana, que también tenía previsto interrogar a otros cuatro detenidos. El juez Federico Faggionato Márquez informó que las indagatorias se realizaban cuando llegaran a sus manos todos los documentos y actas de los procedimientos que derivaron en los arrestos y secuestros de elementos y dinero.

También eran indagados hoy el primo de Segovia -junto a quien fue detenido el pasado domingo-, la esposa, Gisela Itatí Ortega; el contador Roberto Guerini y un hombre que trabajaba para él, identificado como Daniel Bocchi.

Faggionatto Márquez explicó que si bien a Segovia se lo empezó a investigar junto con la Secretaría de Inteligencia hace cinco meses en el marco de la causa que se inició con el hallazgo de un laboratorio de metanfetaminas en Ingeniero Maschwitz, no estaría vinculado a la elaboración de metanfetaminas ni con el sindicado líder narco Jesús Martínez Espinosa.

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ADEMÁS

Investigan a funcionarios

El juez federal de Zárate-Campana, Federico Faggionatto Márquez, quien investiga la ruta de la efedrina, afirmó hoy que investigará a funcionarios eventualmente “cómplices” en maniobras para enviar efedrina al exterior de manera ilícita.

Además, confirmó que el scanner que utilizó un experto mexicano en el campo de uno de los presuntos involucrados, Hernán De Carli, detectó rastros de droga y pólvora en la casa y en el automóvil, pero no en cantidades suficientes como para ser utilizadas como prueba, por lo cual el empresario fue liberado.

“Los indicios que marca el aparato no pudieron ser transformados en prueba pericial en el laboratorio, por su cuantificación, entonces no es prueba que yo pueda hacer valer”, explicó.

Faggionatto Márquez fue consultado por Radio Continental sobre si investigará “complicidades de funcionarios” que permitieron el envío de efedrina al exterior, a lo que respondió: “No le quepa duda de que vamos a investigar todo. Vamos a investigar todo”.

Sobre la decisión de dictar la falta de mérito al empresario De Carli y de su custodio, Ángel Lombardi, el magistrado señaló que ello se dispuso porque “toda la prueba no confirma el cuadro cargoso por el que se los citó a indagatoria”.

Misterio y ostentación

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EN NÚMEROS

 

500

kilos de efedrina

iban a ser destruidos esta tarde por orden judicial. Se trata de un cargamento decomisado en abril pasado, al ser allanado un depósito fiscal del barrio porteño de Barracas, donde la droga estaba oculta en un cargamento de azúcar. El titular del Juzgado en lo Penal Económico VI, que ordenó el secuestro de la efedrina, lleva adelante una causa denominada “Euromac”, que fue iniciada por la Aduana a través de un operativo antidroga que se realizó en abril en el depósito fiscal Sadocks.