Aparecieron las amenazas en la práctica tatengue
Unión y una derrota que lo
dejó “pintado” al DT Quiroz
Aunque el mismo entrenador dijo: “Si no le gano a Platense el sábado, me voy”, los dirigentes se acercaron en medio del mal clima popular.
De la Redacción de El Litoral
Los hinchas y socios están “que vuelan” con la pobre campaña del equipo. Los dirigentes están desconcertados: “A este técnico, como nunca en los últimos años, le llegaron los refuerzos que pidió en tiempo y forma. Y con los jugadores vivimos hablando: ellos dicen que no hay problemas internos y mucho menos con Quiroz”. El técnico, no hace falta decirlo ni escribirlo, está confundido: perdió el manejo del grupo por los actos de indisciplina de sus supuestos “referentes” —De la Fuente, Arrieta, Guerra— y el equipo no juega a nada. Los futbolistas sólo repiten la frase: “Lo único que sirve es ganar”. Pero no ganan.
En este contexto, después del 1-2 ante el penúltimo (Los Andes) y en la semana previa a jugar contra el último (Platense), no extrañó nada ayer en la vuelta al trabajo. Quiroz no habló y, de todos los profesionales, sólo se paró Gonzalo Peralta un ratito con la prensa: “La gente quiere ganar, aunque sea jugando mal, y ascender”. Los dirigentes fueron a hacer acto de presencia. Adentro del club, volvieron las amenazas: algunas pintadas contra Quiroz y los jugadores, que fueron rápidamente “borradas”. En las inmediaciones, también hubo pintadas y se reforzó la seguridad.
Así vive Unión por estas horas. Mientras tanto, los principales dirigentes —el presidente Miguel Ponce y el vicepresidente Augusto Borlle— seguían en Buenos Aires tratando de inventar algo para conseguir dinero con el cual hacer frente a sus atrasadas obligaciones salariales, no sólo con los futbolistas, sino también con los empleados de la institución.
A cuatro días de recibir al último en el 15 de Abril (con Platense se juega el sábado a las 20 y dirige Baliño), Unión es una caldera. El entrenador se emplazó: “Si no le gano a Platense, me voy”. Desde el vamos, tendrá dos bajas: Lucas Alessandria, por acumular tarjetas, y Jorge Torres, por haber visto la roja en Lomas de Zamora. De todos modos, no hay demasiadas diferencias, a excepción de Guerra y Pereyra. Justamente, el castigado goleador ex Huracán estaría en condiciones de ser indultado por Quiroz para recibir a Platense, el peor equipo de toda la temporada en el ascenso.
Seguramente, el técnico aprenderá de los groseros errores del lunes a la noche en el Gallardón: no amontonar tres números “5” para que se choquen, no dejar solo a Arrieta de punta sin saber quién le va a dar la pelota y no generar malestar a los titulares cuando las cosas no le salen como todos quieren (a los cinco minutos, mandó a todos los suplentes a moverse).
Un equipo vacío, y un técnico que está “pintado” y en la cuerda floja como “Teté” Quiroz. Y no sólo por las cobardes leyendas de ayer después de perder con Los Andes en Lomas de Zamora, sino por lo que pasa adentro y afuera de la cancha: en el vestuario, el grupo se le fue de las manos; en el césped, el equipo se le fue de los pies. Así se vive en Unión la previa del sábado a las 20 contra el último. ¡Qué noche, “Teté”...!