En la Liga Nacional
Libertad ganó y espera
Esteban Batista fue el goleador de los sunchalenses y del partido con 23 puntos, mientras que Fernando Funes lo fue en Lanús con 20 unidades. Los granates lucharán por la permanencia en la divisional.
Ariel Balderrama
Sunchales (C).— Libertad de Sunchales derrotó anoche a Lanús por 89 a 66, en el marco de la última fecha de la segunda fase de la Liga Nacional de Básquetbol, victoria que le permitió quedarse con la tercera ubicación. Ahora vienen días de descanso, mientras se define el rival de cuartos de final, por lo que la idea es fortalecer los trabajos para subsanar los errores cometidos.
El partido
Apenas 15 minutos fue todo lo que pudo soportar Lanús antes de comenzar a ver desde atrás a Libertad. Un arranque parejo fue lo mejor que pudo ofrecer un equipo limitado, que contó de movida con cierta displicencia de los árbitros y un Funes (20 puntos) que de entrada se mostraba en una gran noche.
Llegada la mitad del segundo chico, los Tigres comenzaron a afianzarse en el trámite, tomando el comando de las acciones y sacando una decena de tantos de distancia. Daba la sensación de que, de pretenderlo, rápidamente podrían escaparse, ya que las pérdidas acumuladas por el elenco bonaerense eran numerosas.
Danilo Pinnock volvió a demostrar la condición de imparable cada vez que ataca el aro y el uruguayo Esteban Batista comenzaba a herir debajo del canasto, asociándose en ese tramo con Alejandro Zilli.
Lanús intentaba ser lo más prolijo posible, aunque mucho no podía, pero sabía que, si se descontrolaba, podía rápidamente encontrarse una veintena de puntos debajo.
La apuesta de Alvaro Castiñeira era poco efectiva, puesto que, aun cuando la diferencia no era abrumadora (43-35), su goleo dejaba mucho que desear. El mismo se centraba en solamente un par de jugadores: Funes (20) y Leith (17).
Del otro lado, Julio Lamas rotaba y encontraba variantes con Pablo Moldú (13), Alejandro Zilli (12) y Sebastián Ginóbili (8) para acompañar a Danilo Pinnock (13) y el enorme Esteban Batista (23) que, cada vez que intentaba, dominaba a placer el tablero.
Ya desde el arranque mismo del complemento y aparte de algún tramo en el cual la visita intentó reaccionar y achicó el margen, daba la sensación de que todo estaba definido.
Más allá del tanteador, había notables diferencias en el aspecto mental, puesto que todos en el campeón corrían y se esforzaban, sin dar por perdida ninguna pelota, mientras que Lanús se mostraba un tanto displicente por momentos, casi resignado.
El 67-49 con el cual ingresaron al cuarto final era ya demasiado para la escasa reacción que tenía en su haber el elenco capitalino. Todo estaba dicho y había que poner cifras definitivas.
El cierre de 89-66 les dio a los Tigres otra victoria contundente de cara a los cuartos de final. Así, la parte final de la fase regular es altamente positiva, recuperando el nivel pretendido justo a tiempo.