SEÑAL DE AJUSTE
Barbie en el mundo del fútbol
Roberto Maurer
Al día siguiente de la sangrienta batalla entre barras de Boca, el rostro verdadero del fútbol se disimuló en una versión idealizada, o idílica, o sea mentirosa. Se estrenó “Champs 12” (América, lunes a viernes a las 20), una tira teen que sería al fútbol lo que “High School Musical” es al básquet, o sea el universo de chicas porristas y chicos jugadores que se enamoran, coquetean, intrigan, cantan y bailan, sin intervención de la “La 12” o “Los Borrachos del Tablón”.
En el caso de que alguien estuviera leyendo estas líneas, es probable que, al hacerlo, ya se encuentre Charlotte (la modelo Liz Solari) en Buenos Aires. En el primer capítulo vive en Nueva York, donde su madre (Teresa Calandra) va a casarse con un millonario, de quien alguien le dice “qué suerte que apareciste en la vida de Sam, que pasó de ser el soltero más codiciado de Nueva York, a ser el soltero más sospechado, pero esto va a sepultar los rumores”.
El diálogo se produce en lo que llaman “una fiesta de etiqueta”, aunque en la tele parece el salón del Club María Selva en sus mejores momentos. Cuando irrumpe Charlotte, en el acto se convierte en la reina de la noche y de los tipos de moño, aunque durará poco, ya que de inmediato deberá ser expatriada, “porque le va a sacar los novios a las nietas” -la observación no resultó demasiado clara- . Charlotte es informada de la medida, y reacciona:
—¿Volver a la Argentina? ¿Vos sabés lo que me estás diciendo, mamá? Perdoname, pero antes que volver a Buenos Aires prefiero vivir en la calle-. Y cumple, en la imagen siguiente vemos a nuestra Cenicienta, sentada en el cordón de una calle de Nueva York.
LOS APACHES
La reunión neoyorkina fue en contrapunto con una fiesta juvenil en Buenos Aires, en una especie de country, organizada después de una final donde Los Apaches perdieron 2 a 1, luego de bailar hip hop en el vestuario durante el descanso. Los Apaches juegan con una camiseta que parece diseñada para un musical de Pepito Cibrián, y la que lleva el 10, pertenece al habilidoso Gonzalo (Tomás de Las Heras, el cadete de “Lalola”), expulsado por un puñetazo a un rival, justo cuando han ido a verlo dos empresarios mexicanos que, a pesar del carácter fuerte del joven, o por eso mismo, deciden contratarlo.
Charlotte es una Barbie malcriada que sufre la tristeza de las chicas ricas, y su pasado esconde un terrible secreto: fue gorda. De nena, era víctima de la burla de los chicos, en especial de uno llamado ¡Gonzalo! Es decir, el 10 de Los Apaches, recién citado, o sea que existe la promesa de que se contará la historia de la venganza de una nena gordita.
El grado de una irrealidad absoluta ha sido conseguido. Si el modelo de “High School Musical” responde a la corrección ideológica y es multiétnico, con jóvenes chinos, negros y mexicanos, “Champs 12” tiene el mérito de prescindir higiénicamente de cualquier elemento que pueda ser confundido con la vida real, o sea que no se han visto bolivianos ni paraguayos.
