Hace tres años iban 10 chicos, ahora 137

El comedor Jesús Niño de Sauce Viejo

necesita ayuda para continuar abierto

Cristina Martínez dejó un mensaje en Línea Directa, pidiendo ayuda. Tiene un comedor en Sauce Viejo, como consecuencia de una promesa que hizo hace tres años, al que asisten 137 personas. Quiere continuarlo, pero se le hace muy difícil.

Mónica Ritacca

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Giuliano tiene 7 años y a poco de cumplir 2 le detectaron una enfermedad que le afecta a los riñones. Necesita ser trasplantado y está en lista de espera desde los 4, cuando le dio una crisis muy fuerte y debió ser llevado al hospital Garrahan de Buenos Aires. En aquel momento, frente a la gravedad de su cuadro de salud, su abuela María Cristina hizo una promesa que, aunque le cuesta sostener a medida que pasa el tiempo, está dispuesta a no abandonar jamás.

“Mi promesa fue que si Giuliano salía de esa crisis que le agarró, porque es nefrótico crónico, iba a hacer una copa de leche y comedor. Por suerte salió y empecé con el objetivo que me propuse. El problema es que empezamos teniendo 10 chicos y en la actualidad asistimos a 137 personas, entre niños, abuelos y embarazadas” contó la mujer de 56 años a El Litoral. Y agregó: “Se hace muy difícil todos los días, porque son muchas bocas y hay veces que no alcanza para todos”.

El Comedor y Copa de Leche Jesús Niño está emplazado en el barrio San Cayetano de Sauce Viejo, muy próximo al Parque Industrial. Y hasta allí, donde no hay calles de asfalto ni muchas casas de material se dirigen los chicos y gente de otros barrios.

Historia

“El comedor abrió hace tres años y se llamaba Caritas Sucias. Pero cuando comenzamos a averiguar para hacer la personería jurídica, hace más de un año, nos dijeron que ese nombre ya estaba utilizado y debíamos buscar otro. Fue entonces que llamamos a la radio 87.5, al programa de Roberto Maina, y comenzamos un concurso para elegirle nombre: así surgió Comedor y Copa de Leche Jesús Niño”, contó la fundadora. Y agregó: “Roberto es el padrino de nuestro comedor, es quien nos consigue bolsones de verduras y frutas en el Mercado de Abasto para que podamos asistir semanalmente a los chicos”.

La cantidad de personas que comenzó a llegar al comedor fue progresivamente en aumento y al mismo tiempo que aumentaron los precios en el supermercado y se comenzó a hablar de crisis. Tal situación, y sobre todo la ausencia de una ayuda estatal, derivó en que María Cristina debiera optar por continuar con la copa de leche o el comedor. Decidió seguir con el comedor, debido a la importante colaboración que recibe del Mercado de Abasto.

“La copa de leche se cortó hace ocho meses. Fue muy triste, porque los chicos seguían viniendo y preguntaban, pero no podemos presupuestariamente con las dos cosas. Cuando empezamos, hace tres años, justo se dio que había campaña electoral y entonces los políticos nos daban leche, azúcar y un montón de cosas. Pero después, cuando ganaron, se olvidaron y seguimos comprando los insumos nosotros”, manifestó María Cristina. Y agregó: “Frente a la realidad del país, de la enfermedad de Giuliano y los problemas de salud de sus hermanos -uno es asmático y el otro tiene un soplo en el corazón- no podemos seguir con la copa de leche. Para colmo, Giuliano tiene paladar ojival y a raíz de eso tiene pendiente una cirugía muy costosa”.

Las necesidades que tiene el comedor son muchas: le hacen falta ollas, platos, cubiertos, vasos, alimentos no perecederos y sillas, entre otras cosas. Como ejemplo, vale mencionar que para sentarse algunos chicos deben hacerlo sobre cajones de cerveza porque no disponen de demasiadas sillas.

Por último, consultada sobre qué mensaje le daría a las autoridades teniendo en cuenta el trabajo social que hace, Cristina empleó las siguientes palabras: “Les diría que se ocupen más de nuestros chicos porque todo queda en el discurso. Acá nadie se preocupa por ellos, nadie hace nada. Yo sería la más contenta porque los chicos no tengan la necesidad de venir acá, pero para eso sus padres tienen que tener un buen trabajo y ganar bien”.

El comedor Jesús Niño de Sauce Viejo necesita ayuda para continuar abierto

Son 137 personas las que todos los días, entre las 19.30 y las 22, asisten al comedor de Cristina en diferentes turnos.

Foto: Flavio Raina.

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EL DATO

Para colaborar

Las personas que puedan ayudar al comedor Jesús Niño de Sauce Viejo pueden comunicarse con Cristina Martínez al 4995422. Las donaciones serán retiradas en cada domicilio.