UN VERANO INFERNAL EN GRECIA

El fuego avanza y amenaza

lugares cercanos a Atenas

AFP

Grandes incendios forestales amenazaban hoy casas y monasterios situados cerca de Atenas, informaron los bomberos griegos, que dos días antes ya lucharon contra otro fuego en la zona oeste de la capital. Unos 120 bomberos y cinco hidroaviones trataban de controlar el fuego en las localidades de Grammatiko, Varnavas y Kalentzi, a unos 40 km al noreste de la capital.

El incendio empezó el viernes por la noche, en una zona de pinos, y rápidamente se extendió a una zona habitada rural debido a un viento que cambiaba constantemente de dirección, declaró a la prensa el portavoz del departamento de los bomberos, Yiannis Kapakis.

“Es uno de los peores fuegos que han azotado la zona este de Atenas”, señaló por su parte a la televisión el responsable de los servicios de Protección Civil, Dimitris Karamessinis.

“Es un incendio difícil porque está en una zona donde hay casas y bosques y los bomberos deben concentrarse en proteger vidas y propiedades”, explicó.

Los medios griegos informaron de daños en varias casas de la zona, pero los bomberos señalaron no tener información al respecto por el momento.

Las grandes columnas de humo que se veían hoy en el cielo del este de la capital griega recordaron la ola de incendios que en 2007 causó 77 muertos y destruyó 250.000 hectáreas de bosques, incluida una parte del parque nacional Monte Parnitha, al noroeste de Atenas.

Grecia se ve especialmente afectada por los incendios durante el verano dadas sus altas temperaturas, de más de 40 grados centígrados, y los fuertes vientos de temporada que soplan.

En días pasados, el fuego asoló tres partes de la isla jónica de Zakynthos. El jueves, un incendio destruyó al menos dos fábricas y varios camiones y contenedores, según responsables de la zona industrial de Magula, al oeste de Atenas. Las llamas también arrasaron unas mil hectáreas de bosque, según los medios.

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Desde la capital griega se observan las columnas de humo y las llamas alimentadas por el viento, el calor y la sequía.

Foto: AFP