Diecisiete años después

Ratificaron condena por una víctima del vino Soy Cuyano

La Cámara Federal de La Plata ratificó una condena civil contra una bodega y el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) por la muerte de un consumidor del vino Soy Cuyano adulterado con alcohol de quemar en 1993.

La Sala Segunda de la Cámara ratificó una condena del orden de los 200 mil pesos, más intereses de 17 años, a favor de los herederos de Atilio Bengolea, una de las nueve víctimas mortales por aquellos resonantes episodios.

La Cámara, con las firmas de los jueces Gregorio Fleicher, Leopoldo Schiffrin y Carlos Comapired, dio por acreditado -sobre la base de los juicios penales oportunamente realizados- la responsabilidad de la bodega Nietos de Gonzalo Torraga S.A. y del INV.

En cuanto al Instituto, el fallo sostiene que “la sola circunstancia de que se habilite la circulación del vino a través del sistema de declaraciones juradas no implica eximir la función de control y fiscalización que compete al INV”.

“Esa tarea está impuesta por la ley para asegurar la correspondencia con el análisis de origen “en todo momento’, para lo cual cuenta con amplias atribuciones de contralor, como ser la de requerir información y extraer muestras de los productos vitivinícolas en los lugares de producción en tránsito o en el comercio”, subraya el fallo.