NUEVO ROBO DE TABLAS Y POSTES


Ya no quedan maderas en la Reserva

El problema es que “se puso de moda hacer fogatas en la Costanera Este”, contó Pablo Tabares (Fundación Hábitat y Desarrollo). El cerco tenía 300 metros de frente y ahora no queda nada.

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Hecho consumado. Muy cerca de las sustracciones, se encontraron los restos de postes y tablas utilizados para una fogata a orillas de la Setúbal.

Foto: Luis Cetraro

Ignacio Andreychuk

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La Reserva Ecológica Ciudad Universitaria (Recu) fue nuevamente víctima de un acto delictivo. Los 300 metros de tablas que forman el cerco perimetral del sector oeste, en el límite con la Costanera Este, desaparecieron casi por completo sin que nadie lo impidiera. Es una situación recurrente en este espacio verde de la ciudad, que sufrió sus primeros daños en noviembre pasado y ahora continúa padeciendo las malas prácticas de algunas personas.

Hasta el momento, el único destino visible de las maderas es la Costanera Este, donde se encontraron -simultáneamente a los robos- restos de tablas y postes quemados en fogatas llevadas a cabo a la orilla de la laguna Setúbal.

Pablo Tabares, el titular de la Reserva Ecológica Ciudad Universitaria, habló esta mañana con El Litoral a propósito de los nuevos ataques que se registraron en las instalaciones del lugar administrado por la Fundación Hábitat y Desarrollo. “Este fin de semana, pasé por la Reserva ayer a la tarde y vi que no quedaba nada, se llevaron todo. Del pórtico de entrada hacia la derecha, justo en límite con el Predio UNL-ATE, no hay más nada, sólo algunos postes verticales”, se lamentó.

Asimismo, Tabares comentó que en esta temporada veraniega, “se puso de moda hacer fogones en la playa, especialmente en la costa este. Nos dimos cuenta porque nos empezaron a faltar tablas del cerco que marca el límite de la reserva con la costa este. Había 300 metros de frente, pero ahora no hay nada”.

Para el titular de Hábitat y Desarrollo, además de un acto de vandalismo, “esto significa una falta de consideración enorme y una falta de respeto hacia lo público. Hay mucha gente detrás de la Reserva, particulares y privados que hacen su aporte para mantener con vida este lugar”. Entre tanto, no escondió su enfado por los reiterados robos: “Con estas situaciones, uno pasa del enojo al cansancio. Es muy lamentable que pasen cosas así sin que nadie las advierta”.

Tabares le solicitó a la sociedad santafesina que “si observan una situación como ésta, llamen o se dirijan a la Policía o al Cuerpo de Seguridad y Vigilancia (Cusevi) de la Ciudad Universitaria. Se trata de que todos se involucren en esta situación de emergencia, porque la Reserva Ecológica es uno de los pocos espacios de la provincia con esas características y hay que cuidarlo”.

Otro de los problemas que denuncia el mismo organismo ambientalista es la presencia de residuos que se trasladan por efecto del viento desde la Costanera Este. “Se deja mucha basura allí durante los fines de semana y todo viene a parar a la Reserva. Realmente se cuidan muy poco los lugares públicos de Santa Fe”, concluyó.

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No hay más maderas en todo el sector oeste de la Reserva Ecológica, que limita con la Costanera Este.

Foto: Flavio Raina

Antecedentes

Los archivos que confeccionaron desde la Reserva Ecológica de la Ciudad Universitaria indican que entre el 26 y el 28 de noviembre comenzaron a desaparecer algunas maderas del cerco perimetral. Al mismo tiempo, “en el sector de playas de la Costanera, se observaron restos de fogatas realizadas con madera extraída de los cercos”, detalla el informe.

Luego, del 3 al 5 de diciembre, se produjo una nueva desaparición de tablas del cerco perimetral y, de manera coincidente, se encontraron restos de las maderas en el sector de playas de la Costanera. Tres días más tarde, además de esos robos hubo daños en el interior de la Reserva, como la rotura de árboles.

El fin de semana del 10 al 12 de diciembre se le dio intervención a las autoridades policiales. Continuó la quita de maderas de la estructura que delimita la Reserva junto con la aparición de nuevos actos vandálicos en el interior: tras un recorrido por la Costanera Este alrededor de las 22 por parte del personal de la Recu, se detectó la realización de las fogatas en la playa. Ese sábado 11, desde el organismo se radicó una denuncia en la comisaría 25a. de barrio El Pozo y la policía constató los hechos, agrega el relevamiento.

Antes de la sustracción que se advirtió esta mañana, del 17 al 19 de diciembre desapareció prácticamente todo el cerco de madera que se extiende hacia uno de los lados de la tranquera y comenzó a notarse la falta de tablas y postes en sectores de la estructura que hasta el momento no habían sido atacados.

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La preocupación crece cada vez más. Ahora tenemos miedo de que se metan con los árboles de la Reserva”.

Pablo Tabares,

titular de Hábitat y Desarrollo.