Llegan cartas

Plaza del Folclore

José Luis Tobaldi.

DNI. 11.234.625.

Señores directores: Con respecto a la carta enviada por una querida vecina sobre el avasallamiento a la plaza del Folclore, los vecinos reales de la plaza le podemos responder a las preguntas a las cuales no encuentra respuesta ni ella ni, según su manifiesto, el párroco de la Basílica.

En principio no fue un anfiteatro natural, sino que era un hermosa plaza llamada el Rosedal, contaba con árboles, paseos, bancos para descanso y un laberinto de canteros llenos de rosas, hasta que un día, hace 38 años, los memoriosos también vimos llegar maquinarias de gran porte cargando tierra y tapar todo lo que tenían delante, incluida una calle recién pavimentada (A. Godoy 7400) con ideas y proyectos que jamás se concretaron. Pasaron solamente 38 años de abandono y hoy ven lo que nunca habían visto. Hubo otro nuevo intento de avasallar sobre el espacio público, con la construcción de un gran baño en los fondos de la plaza, total nadie dice nada, pero... despertaron a los dormidos, a los callados, a los principales o únicos perjudicados, pero que jamás actuaron sin hablar, sin pasar por arriba de nadie, vecinos auténticos se convocaron, realizaron reuniones en la misma plaza, estuvieron autoridades de las áreas que correspondía, hasta el mismo señor intendente estuvo presente con vecinos y el cura párroco, nadie puede decir que no sabe de qué se trata.

Se trata solamente de crear un espacio que sea en beneficio de todos los vecinos, de tener un paseo, una plaza que se pueda utilizar como tal, no un campo abandonado que nadie podía transitar que pueda mostrarse con el valor que tiene un espacio así. Es la primera vez que alguien hace algo más que cortar el pasto, pero no seamos hipócritas, no podemos tener la soberbia para creer que una plaza le pertenece a alguien, una plaza es de todos.