Jugó mal, perdió y se fue silbado por su gente

Volvieron los lentos

Volvieron los lentos

El pibito zafó. Gabriel Graciani marcó un golazo. Recibió como “8” adelantado, se sacó de encima a Agüero con un cambio de ritmo y definió con mucha calidad ante el achique desesperado del reemplazante de Sessa. Era el 1 a 1 y lo gritó con todo. Foto: Luis Cetraro

Gimnasia, que venía con la soga al cuello, resucitó en el Cementerio de los Elefantes. Colón llegaba a los tumbos en su juego y descarriló feo.

 

 

Darío Pignata

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De tanto pasar en amarillo los semáforos de su fútbol en las últimas fechas, anoche Gimnasia cruzó a un Colón que no se dio cuenta del color rojo y lo terminó pagando caro. No sorprende el 1-3, más allá de las miserias del rival de turno, que directamente no ganó como visitante en el torneo anterior y cortó en Santa Fe ¡14! salidas fallidas desde La Plata.

En este juego del fútbol, cuando un equipo suma puntos sin merecerlo pasan dos cosas: se agranda para encontrar funcionamiento o choca con la realidad. Y Colón quedó desnudo anoche frente al espejo. Porque contra Quilmes y Banfield jugó con la receta maradoniana de “Fuertes y diez más”. Pero esta vez no alcanzó, porque no puede el “Bichi” —a los 38 años— hacer todo ni hacer lo de todos.

Además de jugar mal y perder bien, preocupan otras cuestiones. Porque en definitiva estamos hablando de perder tres puntos en la tercera fecha, lo que no debiera ser motivo de suicidio futbolero para nadie. Lo que pasa es que el cansancio de la gente viene de antes: la seguidilla vacía que le puso punto final al ciclo Mohamed, la primera tormenta de Gamboa el año pasado y ahora el mismo problema sin solución de continuidad en el 2011.

Desde afuera, sin estar en la “cocina”, hay decisiones que no se entienden de los jugadores y hay imposiciones que no se pueden comprender del entrenador. Veamos con ejemplos lo de los jugadores:

— Gamboa, ni bien llegó, explicó que le gusta que el zaguero que maneje la defensa sea expeditivo y práctico. En la semana, los medios de La Plata polemizaron por la bajada de línea de Cappa: “No la revienten, salgan jugando”. El resultado fue claro: Sessa la fue a buscar adentro contra Olimpo. Anoche, Garcé pareció jugador de Cappa por el estilo: riesgo permanente, gambeta, lujos. Todo al revés de lo que pide Gamboa.

— Este mismo concepto es para el boliviano Raldes con otros matices: cerró para adentro, dejó balones cortos, la tiró afuera sin importarle nada. Incluso, cabeceó para arriba como un principiante.

Y repasemos las cuestiones no claras del entrenador:

— Olvidemos el bajón de anoche del boliviano por un rato. Raldes hizo la pretemporada de manera excelente y era titular indiscutido en el puesto. No pudo estar en la primera fecha, ante Quilmes, por la famosa fecha Fifa: al jugarse en Turquía con Letonia, no llegó a tiempo. Cuando volvió, perdió la titularidad y fue al banco con Banfield. Este manejo de Gamboa no es claro: Raldes no se fue de turismo; fue “obligado” a una fecha Fifa. Jugar al prende y apaga entre Raldes/Candia no le dio resultados al entrenador.

— El tema del enganche: el titular es Damián Díaz, el suplente natural es Lucas Acosta. En la semana, Gamboa eligió a Higuaín y explicó que “no tiene problemas en tirarse atrás y enlazar con los puntas”. Anoche se vio todo lo contrario: le sobraron problemas al “Pipita” para arrancar como conductor. ¿Cómo puede motivarse Lucas Acosta si cuando falta el enganche titular sigue sentado en el banco?

El mismo Pozo se hizo cargo, con grandeza, de sus groseros errores en los dos primeros goles. El entrenador Gamboa también se hizo cargo por lo mal que se jugó contra Gimnasia.

Si algo sorprendió, más allá de las fallas individuales, fue la insoportable lentitud colectiva para hacer todo: marcar, recuperar, atacar. Es cierto que Colón pone en campo una columna vertebral (Pozo, Garcé, Goux, Raldes, Moreno, Fuertes) con números altos en el DNI. Pero si algo no había que dejarle hacer a un equipo de Cappa es cederle el balón para tocar y fue lo que pasó. El resultado está a la vista.

El 1-3 de anoche fue como el “empacho”: en diciembre, uno siempre le echa la culpa a lo que comió último y resulta que viene de joda en joda, pura despedida, con asado y barril. Acá es lo mismo. La gente estalló en silbidos a los jugadores e insultos al entrenador. Hace rato que el hincha sabalero, que tiene aguante y siempre acompaña, está vacío de fútbol.

En la fresca tercera fecha, Colón pareció un equipo “viejo” y con fecha de vencimiento. Como si de golpe volvieran los “ochentosos” lentos. A la gente no le gusta. Colón es “cumbia y porrón”, como reza una original bandera en medio de la multitud. La gente quiere un equipo rápido y caliente. En un club popular como es Colón en Santa Fe lo único que se permite frío es la cerveza.

Golearon a la reserva

El equipo de reserva de Gimnasia derrotó ayer por la mañana a Colón, por 3 a 0, en un encuentro que se llevó a cabo desde las 9 en la cancha auxiliar de la sede sabalera para preservar el estado del campo principal.

El equipo que dirige Ariel “Pata” Pereyra (ex jugador de Colón), consiguió los goles a los 10 minutos del primer tiempo, por intermedio de Agustín Curima, y el mismo juvenil aumentó las cifras a los 15 minutos del complemento. El tercer tanto “tripero” lo conquistó Joaquín Romea.

/// SÍNTESIS

COLÓN 1

GIMNASIA 3

Colón: Diego Pozo; Ronald Raldes, Ariel Garcé, Marcelo Goux; Gabriel Graciani, Sebastián Prediger, Iván Moreno y Fabianesi, Juan Leandro Quiroga; Federico Higuaín; Germán Cano y Esteban Fuertes.

Director técnico: Fernando Gamboa.

Gimnasia: Fernando Monetti; Boris Rieloff, Abel Masuero, Ariel Agüero, Leandro Sapetti; César González, Fabián Rinaudo, Luciano Aued; Juan Neira; Guillermo Barros Schelotto y Jorge Córdoba.

Director técnico: Angel Cappa.

Goles en el primer tiempo: a los 6 minutos, Neira (G); a los 7 min, Graciani (C) y, a los 25 min, Neira (G).

Gol en el segundo tiempo: a los 45 minutos, Lucas Castro (G).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 10 minutos, Joaquín Larrivey (C) por Cano; a los 20 min, Lucas Acosta (C) por Higuaín; a los 28 min, Hernán Encina (G) por Barros Schelotto; a los 29 min, Ismael Quilez (C) por Graciani; a los 32 min, Milton Casco (G) por González; a los 44 min, Lucas Castro (G) por Neira.

Árbitro: Juan Pablo Pompei.

Cancha: Colón.

Volvieron los lentos

Así arrancó... Tapado por la barrera. La montonera de jugadores, sabaleros y triperos mezclados, casi ni dejan ver dónde está parado Diego Pozo. El “10” de Gimnasia aprovechó el error de Colón, vio el hueco y la colocó al ras del piso con mucha calidad técnica. Foto: Flavio Raina

Volvieron los lentos

...Y así terminó. Pozo no llega más. La pelota, bien colocada por Neira, va camino al gol en el Brigadier López, y Gimnasia se pondrá 2-1 en Santa Fe. Luego, a la hora de las declaraciones, Pozo se hizo cargo de los dos primeros goles: “Fue mi peor partido en Colón”, dijo el cuyano. Foto: Luis Cetraro

 

BAJO LA LUPA

POZO (3): se podría bien decir que la confesión de partes no necesita las pruebas. Se le escapó por abajo el 1-0 y se escondió detrás de la misma barrera que armó en el 2-1. Lo peor en Colón.

RALDES (3): cometió errores inadmisibles para un profesional como despejar para adentro, cabecear para atrás o tirar directamente la pelota afuera, sin tener jugadores rivales cerca.

GARCÉ (4): se le fue la mano en la idea de querer salir jugando con un equipo que generaba errores en cada línea y había que resolver de manera expeditiva.

GOUX (4): no había jugado mal los dos primeros partidos pero anoche descarriló mal. Hasta se lo notó nervioso, cometiendo errores infantiles.

GRACIANI (5): marcó un golazo, dejando parado a Agüero en el mano a mano y definiendo con calidad ante la salida del Monetti. Aportó un poquito más que el resto el pibe de las inferiores.

MORENO (4): errático, confundido y superado, más allá de su entrega física permanente. Uno más en la confusión generalizada.

PREDIGER (5): aún con todo lo que todavía le falta al “Perro”, terminó siendo de los pocos que salvó la ropa sobre la base de entrega, despliegue y ganas. Corrigió lo mal que arrancó en el primer tiempo.

QUIROGA (5): uno de los pocos que reaccionó en el complemento con mucha vergüenza. De todos modos, cuando hay que salir a buscar el arco de enfrente demuestra limitaciones técnicas. En realidad, es “3” en línea de cuatro y nada más.

HIGUAÍN (3): es el típico caso del jugador que perdió la confianza por un bajo rendimiento y está hundido en esa crisis. Responsabilidad del técnico: no es enganche.

FUERTES (4): esta vez, ni siquiera el “Bichi” pudo zafar del incendio generalizado que fue el equipo. Bien marcado, mal asistido.

CANO (3): su ficha profesional marcaba cuarenta y pico de partidos con un par de goles nada más. Entonces, goles no iba a aportar. Por lo visto, juego tampoco.

LARRIVEY (4): intentó con un remate de media distancia y un par de cabezazos, pero está lejos del delantero millonario que Colón buscó en Europa.

LUCAS ACOSTA (-): entró a cumplir la función que debió hacer antes, porque es el reemplazo natural de Damián Díaz.

QUILEZ (-): sacó un par de centros interesantes, a la carrera, pero con el equipo ya deshilachado.