Cómo ve a la ciudad

Roberto Favaretto Forner

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Artista plástico. Hijo de inmigrantes italianos, nació en San Justo (prov. Santa Fe). A los cuatro años se mudó a la ciudad de Santa Fe. Empezó a trabajar a los 13 años en una marmolería, haciendo lápidas de cementerio. Hizo el secundario nocturno y se recibió de profesor superior de Artes Visuales. Se perfeccionó en Europa y, desde hace más de 50 años, se dedica al arte. Actualmente parte de su obra se expone en La Redonda.

1 / ¿CÓMO VE A SANTA FE?

 

Creo que, como muchos de los que vivimos en Santa Fe, no tomamos conciencia de lo grande que está la ciudad. No solamente en el microcentro, sino también en la cantidad de edificios que se han levantado o en construcción. Este crecimiento también se ve en los barrios retirados, a unos 8 ó 10 km del centro, donde prácticamente no quedan terrenos sin edificar. Por ejemplo, en la avenida Blas Parera a la altura del 8000 hacia el norte, se ha desarrollado una gran cantidad de comercios, empresas y barrios. Lo mismo ocurre yendo por la Ruta 1 a San José del Rincón. Otra cosa a destacar es el puerto, que le ha dado un toque de distinción a la ciudad y una gran dinámica. También es sorprendente la cantidad de bares, restaurantes y choperías que han abierto. Antes sólo se veía movimiento los fines de semana, ahora es todos los días. Realmente veo a Santa Fe con una apertura muy feliz.

 

2 / ¿QUÉ ES LO MEJOR QUE TIENE?

 

Para los que -como yo- hemos nacido en Santa Fe y hemos tenido la posibilidad de vivir unos años en Europa o bien -como estoy haciendo actualmente- que viajo cada quince días a Buenos Aires por cursos, exposiciones y talleres, interpreto que lo mejor que tiene Santa Fe es la calidad de la gente. Esto se percibe tanto en la ciudad como en el interior de toda la provincia. En mi caso particular, como he sido contratado como promotor cultural por el gobierno provincial, he tenido la oportunidad de recorrer ciudades y comunas. Y mis mejores recuerdos los tengo de las personas que he conocido. Lo que se nota es la simpleza, la espontaneidad y la amabilidad de la gente, los contactos que uno entabla y perduran en el tiempo. Tenemos amistades que, a pesar de que no nos veamos a menudo, al encontrarnos seguimos manteniendo ese vínculo comunicativo que es tan importante para nuestras vidas.

 

3 / ¿QUÉ DEBERÍA CAMBIAR?

Sería importante cambiar el sistema de seguridad, con un mejor control, sobre todo por la noche. Son muy pocas las personas que están realizando custodia y cada vez hay más robos y atentados. Y hay mucha gente que no hace las denuncias porque no hay respuesta. También pienso que tienen que existir más inspectores de tránsito fuera del microcentro. Uno ve muchas motos sin casco, a veces con dos o tres niños. Ahora que están por comenzar las clases, sería importante concientizar a los padres para que no pongan en riesgo a sus niños. Por vivir sobre Blas Parera, que es una ruta y una zona con varias escuelas, veo a diario esos camiones y colectivos de gran porte, y los chicos que pasan entre medio. Es una situación que hace temblar. Varias veces he tenido que asistir llamando a la policía o una ambulancia, por eso creo que tener más controles de tránsito sería un cambio fundamental.

 

4 / ¿CUÁL SERÍA SU PRINCIPAL PREOCUPACIÓN SI TUVIERA LA POSIBILIDAD DE TOMAR DECISIONES?

Trataría de solucionar el problema de falta de trabajo, sobre todo con los jóvenes que no han podido realizar un estudio secundario y, que a diario, uno los ve en los semáforos y en las esquinas. Dado que la construcción está en auge, creo que es importante aumentar la capacitación en oficios y apoyar más a las escuelas técnicas. Se debería recorrer los barrios, solucionar la falta de agua y el problema de las lluvias, que convierte a las calles en intransitables: no puede entrar una ambulancia y es complicado para el que va a trabajar. Hay muchos problemas por la falta de luz y de un desmalezamiento adecuado, sobre todo en los lugares poco transitados. Otro detalle que noto es que las mamás con niños o personas mayores tienen que esperar demasiado el colectivo. Eso es lo que palpo a diario y que, por haber sido obrero y haber vivido en un barrio muy humilde, lo siento en carne propia.