Al margen de la crónica

La familia se reunió por obra de Twitter

El mendigo puertorriqueño Daniel Morales se reunirá hoy en Nueva York con su hija, a la que no veía desde hace once años y a quien encontró gracias a Twitter, según publicó él mismo en su cuenta de esa red social.

Morales fue uno de los cuatro mendigos que recibió a comienzos de este mes un teléfono móvil como parte de la iniciativa “Underheard in New York”, que les ofrece la posibilidad de expresar sus pensamientos y sentimientos en Twitter, con el objetivo de que se comprenda mejor su situación.

El pasado miércoles Morales escribió: “Hola, esto es para hacerles saber que estoy buscando a mi hija, su nombre es Sarah M. Rivera”. El indigente publicó también su número de teléfono y una foto de la joven con 16 años.

Un lector informó del mensaje a Rivera, que tiene 27 años y vive en Brooklyn, y ésta llamó a su padre el jueves por la tarde, según publicaron los responsables de “Unheard in New York” en su web.

La conversación se vio interrumpida porque Morales tenía previsto que lo entrevistaran en el canal CNN en Español, aunque padre e hija retomaron la llamada durante la emisión.

Esta no fue la única sorpresa para él, ya que tras la entrevista recibió otra llamada de unos familiares, que le informaron de que es bisabuelo.

“Una vez más les doy las gracias por haberme ayudado a conseguir a mi hija. Que Dios los bendiga hoy y siempre”, publicó Morales en su cuenta de Twitter.

Además de él otros tres mendigos de Nueva York comparten sus vivencias a través de la red, como Derrick, que trabajó varios años en el sector médico hasta que perdió su empleo y ahora dedica sus esfuerzos a encontrar un nuevo trabajo.

Completan el grupo el dominicano Albert, que asiste a clases para ser cocinero, y Carlos, nacido en Nueva York en el seno de una familia hispana y que afirma en su perfil estar “luchando por salir“ de su situación.

El proyecto, lanzado por Rosemary Melchior, Robert Weeks y Willy Wang -tres estudiantes en prácticas en una agencia de publicidad de Manhattan- ha hecho que en menos de un mes los cuatros compañeros de bitácora cuenten cada uno con una media de tres mil seguidores en Twitter.