Los abogados y el campo

El derecho agrario invita a sumar

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El semillero. Los estudiantes de abogacía de la UNL cursan derecho agrario. Ya como profesionales, podrán especializarse en la actividad.

Foto:Archivo

La especialización en derecho agrario ofrece una interesante alternativa para los profesionales que se insertan en el mercado laboral. Para el autor, en este país, se trata de una especialización de vital importancia.

 

Dr. Francisco I. Giletta (Director Honorario de la Carrera de Abogado Especialista en Derecho Agrario).

Hay un refrán piamontés que dice así: “A sta mej ‘n giari ‘n bôca al ciat, che ‘n client ‘n man a n‘ aôcàt” (esta mejor un ratón en la boca de un gato que un cliente en manos de un abogado).

Yo nací en el campo, hijo y nieto de productores agropecuarios, y alguien muy allegado a la familia cuando decidí estudiar abogacía dijo lo siguiente: “un hijo de campesino debe seguir el camino de su padre, no un “mangia papele”.

Bueno, parece que a los piamonteses no les gustan los abogados y así lo reflejan sus refranes y sus dichos.

Sea como sea, aquí no estoy para justificar mi querida profesión. Los abogados estamos en esta sociedad y ella necesita de nuestros servicios: Cuando usted esta preso, inocente o no, ¿Necesita un abogado? ¿Cuando le inician un juicio, con razón o sin ella, necesita un abogado que lo represente?. Cuando ponen en duda su honor, ¿Quién sino un abogado puede ayudarlo?. Es decir: el abogado, entre otras cosas, puede hacerle recuperar la libertad, defender sus bienes y lavar su honor manchado.

La mayoría de las personas distingue dos especialidades: laboralistas y penalistas. Ahora bien, cuando usted tiene un problema de corazón ¿A quién consulta?. Por supuesto que a un médico cardiólogo, no irá seguramente a un médico oculista.

¿Y en el campo?

¿Y qué pasa cuando surgen problemas en la explotación agraria y se necesita asesoramiento jurídico?. ¿A quién recurrir?. Usted, respetable lector de este medio, tiene que saber que existen abogados especializados en los problemas del agro. Desde hace varios años, la Universidad Nacional del Litoral de la ciudad de Santa Fe otorga ese título nacional a los abogados que hacen un curso de posgrado de dos años, con más de veinte profesores nacionales y extranjeros. De hecho, ya tenemos más de doscientos abogados especializados. Se llaman abogados agraristas o jusagraristas.

Quiero destacar que la única Universidad de Sudamérica que otorga este título es la Universidad Nacional del Litoral. El Director de la Carrera es el Prof. Horacio Maiztegui y la Coordinadora la Prof. Gabriela Alanda. El 18 de marzo del corriente año se da inicio a un nuevo ciclo de dos años y son bienvenidos todos los abogados de la región. Por otra parte deseo también hacer notar que los abogados jóvenes que estudiaron en otras Universidades, distintas a la Universidades Nacionales de Santa Fe, Rosario y La Plata, no tienen idea de la existencia del Derecho Agrario, del Derecho de la gente de campo, porque esa materia no existe en esas altas casas de estudio.

Aquí tenemos otra de las cosas incomprensibles en este generoso país: Una Nación que vive del campo prácticamente no tiene abogados que se dediquen a estudiar y reflexionar sobre los problemas jurídicos públicos y privados que afectan al agro. Tiene razón el reconocido economista Manuel Alvarado Ledesma al titular su libro: “La Argentina Agrícola. Un país que niega su destino”. Hay que reconocer y destacar el trabajo que realizan un grupo de abogados agraristas que se reúnen y forman un Instituto de Derecho Agrario, como es el caso de Rafaela, Santa Fe y Rosario.

Y por último, pienso que las instituciones agrarias y los productores agrarios en particular tienen en los Abogados Especialistas en Derecho Agrario los mejores aliados para ayudarlos de los políticos de turno que pretendan verlos arrodillados y sometidos al poder omnímodo del Estado.

Hay que reconocer y destacar el trabajo que realizan un grupo de abogados agraristas que se reúnen y forman un Instituto de Derecho Agrario, como es el caso de Rafaela, Santa Fe y Rosario.