Conflicto en países árabes

Siria: ya son 112 los muertos

Esta mañana las fuerzas de seguridad sumaron cinco personas más a las listas de masacrados por el gobierno durante los funerales de las víctimas de ayer. La Iglesia suspendió las celebraciones de Semana Santa.

Siria: ya son 112 los muertos

Un grupo de manifestantes piden parar la masacre en Siria y protestan contra el gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad. Foto: EFE

 

De la Redacción de El Litoral

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DPA - EFE

Al menos cinco personas murieron cuando las fuerzas de seguridad sirias volvieron a disparar hoy para dispersar a las miles de personas que acudiron a los funerales de las víctimas en la represión de las protestas de la conocida ya como masacre del Gran Viernes, según activistas.

Un activista en Daraa dijo a la agencia alemana de noticias DPA que las fuerzas de seguridad impidieron que un convoy de Daraa y la vecina Houran llegara a Azraa a participar en los funerales de 23 personas fallecidas en Azraa en las protestas el viernes.

Según el activista, las fuerzas de seguridad dispararon contra el convoy dejando al menos cinco muertos. “Esperamos más derramamiento de sangre pues las calles bullen de ira”, añadió.

Mientras tanto, la situación sigue siendo muy tensa en otros lugares del país, pues se espera la presencia de miles de personas en los funerales de algunas de las víctimas de la represión de las fuerzas de seguridad en lo que se ha llamado masacre del Gran Viernes.

Las iglesias anunciaron hoy en Damasco que no habrá celebraciones al aire libre de Semana Santa por motivos de seguridad y en respeto de las víctimas.

Al menos 112 personas murieron en los últimos combates entre los manifestantes antigubernamentales y las fuerzas de seguridad, según una lista de nombres reunida por activistas y publicada en Internet por el grupo February 5 for Peaceful Change in Syria.

Unos 32 manifestantes murieron en la ciudad de Azraa, cerca de la sureña Daraa. En la provincia de Rif Dimshasq, 31 perdieron la vida y otros 16 en distintos barrios de Damasco, 27 en Homs, cinco en Hamah y otro en Lattakia.

Rechazos

Por su parte Francia criticó hoy la “brutal represión” en Siria del viernes. El ministro de Exteriores Alain Juppé pidió al gobierno sirio que en el futuro renuncie a utilizar todo tipo de armas contra los manifestantes. Esa represión contradice la disposición al compromiso expresada al levantar el estado de excepción, añadió.

Por su parte, el Gobierno italiano condenó “firmemente” la “violenta represión” y pidió al gobierno de Damasco que ponga rápidamente en marcha las reformas anunciadas, según un comunicado emitido por el ministerio de Asuntos Exteriores.

“Las reformas y el respeto de las libertades fundamentales son indispensables para devolver al país la estabilidad que necesita”, subrayó el comunicado.

Rusia -en tanto- pidió hoy a las autoridades y a los opositores sirios que renuncien a la violencia.

“Es necesario que el Gobierno y todas las fuerzas políticas, civiles y religiosas de la amistosa Siria renuncien a la violencia”, dijo la Cancillería rusa en un comunicado recogido por las agencias rusas.

Moscú considera que todas las partes en conflicto en Siria deben centrar sus esfuerzos “en la búsqueda de soluciones justas para los problemas en el marco de la ley y sobre la base de la concordia civil”.

Finalmente, seis organizaciones de derechos humanos sirias condenaron hoy la “matanza” cometida ayer por el Gobierno contra grupos de manifestantes en distintas ciudades y pidieron que se juzguen a los responsables del uso de la violencia.

En un comunicado conjunto, las organizaciones denunciaron las detenciones “arbitrarias” de activistas y otros ciudadanos en distintos puntos de Siria.

Entre sus peticiones figura la puesta en libertad de todos los detenidos en los últimos días por su participación en protestas pacíficas y liberación de los presos políticos.

Las ONGs instaron a que las autoridades sirias respondan “de inmediato” a las peticiones de los manifestantes y den pasos para garantizar más libertades de derechos humanos.


Rechazan críticas de Obama

El gobierno de Damasco calificó hoy de “falta de responsabilidad” las críticas lanzadas ayer por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien acusó al régimen sirio de apoyarse en Irán para reprimir las protestas políticas.

La agencia oficial SANA, citando una fuente oficial no identificada, dijo que el mensaje de Obama “no está basado en un análisis objetivo y completo de lo que verdaderamente está pasando”.

Rechazó las acusaciones de que Irán está ayudando a Siria para, según Obama, “reprimir a los ciudadanos sirios con las mismas tácticas brutales que han empleado sus aliados iraníes”.

La misma fuente siria “expresó su sorpresa sobre la insistencia de la Administración estadounidense en repetir esas acusaciones, lo que demuestra una falta de responsabilidad y representa parte de la incitación que está poniendo a los sirios en riesgo”, agregó SANA.

Obama condenó ayer el uso de la violencia por parte del Gobierno sirio contra los manifestantes y acusó al presidente Bachar al Asad de buscar la ayuda de Irán para reprimir las protestas en su país.

“EE.UU. condena en los términos más enérgicos posibles el uso de la fuerza por parte del Gobierno sirio contra los manifestantes. El uso indignante de la violencia para reprimir las protestas tiene que cesar inmediatamente”, afirmó Obama en un comunicado.

Irreversible

El secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, está convencido de que “este movimiento de los pueblos árabes hacia la libertad es irreversible” y de que ninguno de los países de la región escapará por “este profundo y legítimo deseo de cambios políticos”.

“Es verdad que los cambios no serán los mismos en las repúblicas o en las monarquías; en Yemen, en Egipto, en Túnez o en Siria” y “la Liga Árabe no pretende dar un modelo de cambio aplicable a todos sus miembros, pero les ha dicho y les repite que harán falta cambios en todas partes”, subrayó Musa en una entrevista publicada hoy por “Le Figaro”.

El representante de la organización panárabe consideró que las promesas de reforma presentadas el pasado 30 de marzo por el presidente sirio, Bachar al Asad, unidas al argumento de la especificidad de la situación de su país “no valen nada” porque en el fondo “las sociedades árabes se siguen unas a otras, se imitan porque todas comparten la misma aspiración del fin del autoritarismo, del nepotismo, de la corrupción”.