Necesitamos competencia para el trigo y el maíz

Cristián Amuchástegui

Presidente Bolsa de Comercio de Rosario

En el mercado de granos cabe marcar los contrastes que muestra el comercio de los distintos productos. Con respecto al mercado de soja, éste ha funcionado razonablemente bien, posibilitando canalizar los crecientes volúmenes de producción sin dificultades, trasladando a los precios internos los valores de paridad de exportación, y aun superándolos estacionalmente.

En cambio en los mercados de maíz y trigo, las medidas de cuotificación y direccionamiento de cupos de exportaciones han provocado enormes dificultades para que los productores puedan vender sus cosechas, y que además debieran soportar grandes diferencias entre los valores recibidos y la capacidad teórica de pago. Se eliminó la competencia en la demanda para exportación y con los compradores para consumo interno, lo cual repercutió en descuentos de precios en estos últimos cinco años.

El sistema de compensaciones en trigo y maíz no ha arrojado resultados positivos. Desde el 2007 a la fecha se han desembolsado más de $ 10.500 millones en subsidios. Sin embargo, si se mide su efecto en el consumidor, advertimos que el pan y la carne han multiplicado sus precios.

Por ello, señor Ministro (Julián Domínguez), insistimos en la necesidad de adecuar las condiciones en el mercado de trigo y maíz que permitan la interacción y competencia entre todos los operadores, manteniendo abiertos los registros de exportación a lo largo del año, sin perder de vista la posibilidad de cerrarlos cuando fuere necesario para asegurar el abastecimiento interno, y evitando favorecer a sectores en detrimento de otros que cumplen similares funciones. Simultáneamente, el Estado podrá compensar los efectos del posible incremento del precio del pan y otros alimentos en los segmentos de población de menores recursos, a través de un programa de subsidios focalizados dirigido a los sectores más vulnerables. Logrando así un gran ahorro público y sosteniendo el consumo de la población realmente necesitada.

(*)Fragmento del discurso en el acto de remate del primer lote de soja de la campaña 2010/11.