Para mascotas consentidas

Cerca del Día del Animal, una edición de las mejores propuestas para vestir a estos entrañables compañeros.

TEXTOS. GEORGINA LACUBE.

Es un hecho, atrás quedo aquel refrán ¡qué vida de perro! Hoy el estilo de vida canina se ha modificado tanto que se asemeja al humano. Ropa, cuchas, accesorios y perfumes integran los nuevos privilegios de estos animales de compañía.

Gracias a una demanda creciente en todo el mundo, la moda perruna se impone de la mano de marcas y diseñadores de indumentaria dedicados especialmente a la confección de atuendos sofisticados y glamorosos que representan un knockout para las capitas de crochet que nuestras abuelitas tejían para sus perros sin raza. Hasta existen pasarelas internacionales dedicadas especialmente a “este nuevo consumidor”, como el Pet Fashion Week de Nueva York, Japón y SÆo Paulo que se autodefinen como los eventos más sofisticados de la industria de las mascotas.

Las celebrities también contribuyen al auge de este fenómeno; basta con mencionar a la actriz Demi Moore quien le regaló a “Vida Blue”, su chihuahua negro, un salvavidas de la etiqueta de lujo Louis Vuitton valuada en varios miles de dólares.

Así, no sólo las personas se visten según las tendencias de la moda, también los animales domésticos se han convertido en fashionistas por obra y gracia de sus dueños. Aunque, vale aclarar, no todos lookean a sus mascotas.

BUENOS AIRES TIENE LO SUYO

Pero no todo pasa en el plano internacional, la escena local reproduce con sus diseñadores y marcas esta tendencia. Algunas, desde hace años y otras se atreven a dar sus primeros pasos con productos cuidadosamente producidos y de diseño variopinto.

“La idea nació en la clínica diaria, notaba que el mercado de pet clothing era muy acotado, sólo existía la capita de lana tubular de poca calidad y eso obligaba a mucha gente a comprar en sus viajes al exterior algo lindo para abrigar a sus perros”, relata Marian Goluboff de Margoff veterinaria devenida en diseñadora y una de las pioneras en Sudamérica (la marca surgió en el año 2001) en producir ropa para mascotas de alta calidad, por temporadas y que contemplan factores importantes como los movimientos, actitudes, hábitos y formas del cuerpo del animal. Las mismas que le permiten acceder a destacadas ferias internacionales (Pet Fashion Week, NY) y que le han abierto las puertas para que actrices de renombre como Paris Hilton, Britney Spears, Hillary Duff vistieran a sus perritos de razas con las prendas de la firma.

“Luego de varios meses de replanteo de mi profesión decidí hacer lo que siempre me gustó: diseñar con arte en colaboración de un grupo de profesionales que me ayudan en el día a día”, explica. Así logró sus colecciones de alta costura que incluyen desde suéteres hasta trajes de soirée y de novia forrados con telas especiales para evitar alergias. Todo confeccionado con materiales de primera calidad: lanas, vinilos, panas, terciopelos, jeans, cueros y lycras. Una propuesta apta para distintas ocasiones: el día, la noche, una situación informal o de lujo. Entre sus productos más vendidos se encuentran los suéteres, y los precios arrancan en los $150.

Con frecuentes participaciones en la Semana de la Moda de New York y en ferias locales -últimamente presentaron su colección otoño/invierno 2011 en el marco de “Internacional Dog Show/Nuestros Perros”, en La Rural de Buenos Aires-, Amores Perros es una boutique canina que nació en 2010 de la mano de Karen Reichardt (ex actriz y conductora) y Mariela Schiavo (diseñadora). Ofrecen una variedad de productos de lujo que hacen foco en el confort y bienestar del animal. Son de la partida: abrigos de tweed, de paño Chanel, gamulanes, capas leñadoras escocesas, suéteres de lana, además de básicos infaltables como bombachitas higiénicas, impermeables, buzos de plush, chalecos y batas de baño en juego con su toalla.

Por si fuera poco, la marca también realiza outfits especiales a medida, como trajes de novia o smoking, y prendas ortopédicas. ¿Los precios? Oscilan entre los $ 95 a los $170 en cuanto a indumentaria. Todo, distribuido en su local de Barrio Norte y de Microcentro en Capital Federal como en multimarcas del interior del país. Cuentan con taller propio; todas las prendas son confeccionadas en Argentina y se destacan por sus divertidos detalles. Por último, las telas son en su mayoría importadas y seleccionadas por su resistencia a los lavados.

MÁS PROPUESTAS

Otra marca que forma parte del circuito con distintas alternativas es Días Perros, la cual confecciona remeras, musculosas, pilotos y buzos para perros pequeños y medianos, aunque han aparecido clientes que llevan sus talles “S” para gatos. Sus responsables, la diseñadora gráfica Romina López y Lucia Olivera, fabricante mayorista de marroquinería, dicen sobre su acercamiento a la actividad: “La idea nació de nuestra pasión por las mascotas. Así, luego de analizar y acercarnos a las tendencias internacionales comenzamos a diseñar prendas únicas y atemporales con precios democráticos. Tenemos remeras de $ 30 y camperas de $ 49; y entre nuestros productos más demandados se encuentran las camperas que rememoran clásicos del cine y las musculosas vintage”.

“Mis clientes son parejas jóvenes o mayores de 50 años, turistas extranjeros y del interior de la Argentina. También gente que vive sola y su compañía son estos alegres animales. Todos adoran a su mascota y la cuidan como a un integrante más de la familia”, indica Silvina Faldani, la responsable de Bien Fifí, una pet boutique ubicada en pleno corazón del barrio de Palermo, en Capital Federal. En noviembre de 2008 abrió sus puertas movilizada por su gran amor por los perros, los gatos y “las ganas de trabajar rodeada de la energía súper positiva que estos cuadrúpedos comparten con los seres humanos”. A partir de ahí se asesoró tomando como referencia los mercados de las grandes ciudades del mundo y, por qué no, el de nuestro país. Una situación que la dejó más que sorprendida, es que no podía creer la diversidad de accesorios y utilidades “modernas, graciosas y súper lindas orientadas a los animales de compañía”. Actualmente trabaja con un selecto grupo de proveedores (fabricantes, artesanos, distribuidoras e importadores) que contribuyen al éxito de su negocio. Para perros, y en variedad de talles, ofrecen buzos de plush con capucha y brillos, vestidos con pollera de jean, capas animal print de leopardo con cuello símil piel y detalle de flor, pilotos con capuchas y anteojos, entre otros. En cambio, la línea para gatos suma vestidos estilo college con lazo azul y salidas de baño en color fucsia o azul marino con aplique de nube.

La contracara

La doctora Silvia Vai, médica veterinaria integrante de la Unidad de Etología Clínica del Hospital Escuela, de la Facultad de Ciencias Veterinarias (UBA) opina, respecto de la tendencia de vestir a las mascotas, que “cada vez que veo una vidriera de venta de accesorios para animales de compañía me sorprendo. Hay anteojos, sombreros, botas, ropa, perfumes y no puedo dejar de preguntarme si es realmente porque deseamos cubrir sus necesidades o las nuestras”. Amar a nuestra mascota implica recordar que pertenece a una especie diferente a la nuestra, con características y necesidades propias. Como acicalarse por medio de la lengua, los dientes o las garras que tanto a perros como a gatos les permite acondicionar su pelaje, mantenerlo sano, limpio y al mismo tiempo relajarse cuando algo les genera ansiedad. Si se los viste se les imposibilita desarrollar este patrón de comportamiento normal y, en consecuencia, les genera falta de bienestar y los predispone a la aparición de problemas de comportamiento.