Tras más de diez años de búsqueda del enemigo número uno de los estadounidenses

Obama anunció la muerte de Ben Laden y su cuerpo fue “sepultado en el mar”

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Cientos de norteamericanos se volcaron anoche a las calles en Nueva York para celebrar la muerte del líder de Al Qaeda acusado de ser el responsable de los atentados contra las Torres Gemelas. Foto: AGENCIA EFE

El líder de la red terrorista Al Qaeda fue muerto en un operativo llevado a cabo por un comando especial norteamericano que asaltó la vivienda donde se encontraba en Pakistán.

 

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EFE-DPA-Télam

El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció anoche la muerte del líder de la red Al Qaeda, Osama Ben Laden, como resultado de una operación militar de Estados Unidos cerca de Islamabad, Pakistán.

“Estados Unidos condujo una operación que mató a Osama Ben Laden, el líder de Al Qaeda”, anunció el presidente en una inesperada conferencia de prensa desde la Casa Blanca, minutos antes de la medianoche (ya primera hora del lunes en la Argentina).

Según señaló el mandatario, tras haber sido informado en agosto pasado sobre “una posible pista” hacia Ben Laden, “la semana pasada determiné que teníamos suficiente (material de) inteligencia para tomar acción y autoricé una operación para atrapar a Osama Ben Laden”.

Bajo su dirección, ayer “un pequeño equipo de estadounidenses llevó adelante la operación” en donde tras “un tiroteo mató a Osama Ben Laden y tomó custodia de su cuerpo”, informó el mandatario.

Ben Laden, de nacionalidad saudita, es responsabilizado por los atentados del 11 de septiembre de 2001 en las Torres Gemelas de Nueva York y en el Pentágono en Washington.

En su discurso Obama aseguró que la muerte del máximo líder de Al Qaeda ocurrida cerca de Islamabad, “no marca el final de nuestro esfuerzo”.

“No hay dudas de que Al Qaeda continuará con los ataques en contra de nosotros” por lo que “debemos -y haremos- mantener la vigilancia en nuestro país y en el extranjero”, afirmó.

Obama afirmó que Estados Unidos “no está -y nunca estará- en guerra con el Islam”, remarcando que “Ben Laden no era un líder musulmán, era un asesino en masa de musulmanes”.

Al describir la operación contra el líder de Al Qaeda, Obama señaló que la “cooperación con Pakistán ayudó” a dar con quien definió como un “terrorista que es responsable por el asesinato de miles de hombres, mujeres y niños inocentes” y a detectar el lugar dónde “se escondía”.

Antes de anunciar lo sucedido a los medios, el presidente estadounidense llamó a su par pakistaní, Asif Alí Zardari, con quien coincidió que “éste es un buen e histórico día para nuestras naciones”.

Por último, y luego de agradecer a quienes llevaron adelante la operación y de transmitirles a las familias de los fallecidos en los atentados que “se ha hecho justicia”, el mandatario estadounidense advirtió que “la causa de asegurar a nuestro país no está completa”.

Desde los primeros anticipos periodísticos de la noticia, cientos de personas comenzaron a reunirse para celebrar con banderas y cánticos en las cercanías de la Casa Blanca, mientras que otro grupo comenzó a congregarse también en el famoso Times Square de Nueva York.

Cuando Obama dio el anuncio oficial ya eran miles los que se habían sumado a esos festejos.

Un hijo muerto

En tanto, la noticia de la muerte de Ben Laden fue confirmada desde Pakistán por el servicio secreto ISI, que habló de una “operación conjunta”.

El jefe de inteligencia paquistaní, Ahmad Shija Pasha, confirmó la muerte del dirigente, de uno de sus hijos y de cuatro colaboradores en una operación en Abbottabad, una ciudad de unos 100.000 habitantes a unos 60 kilómetros al norte de Islamabad.

Fuentes gubernamentales en Washington citadas por la emisora CNN señalaron que el líder terrorista fue abatido de un disparo en la cabeza y que ya fue sepultado en el mar. Un funcionario había declarado previamente a la prensa que se tratarían sus restos “de forma acorde con las prácticas y la tradición islámicas”. Se trata de algo que “nos tomamos muy en serio y por eso se hará de forma adecuada”, afirmó.

Altos funcionarios estadounidenses que hablaron en teleconferencia con periodistas bajo condición de anonimato revelaron que en el operativo también murieron otros tres hombres, entre ellos presuntamente uno de los hijos de Ben Laden, así como una mujer. La operación duró unos 45 minutos.

Ben Laden se encontraba en un complejo residencial en una zona habitada por numerosos militares retirados, explicaron. La residencia donde se escondía el terrorista contaba con “extraordinarias medidas físicas” de seguridad, dijeron.

Además de altos muros, espacios interiores amurallados y un acceso restringido por tres puertas de seguridad, la residencia principal tenía muy pocas ventanas al exterior y una terraza protegida también por una muralla, relataron.

El complejo carecía de teléfono y de conexión a Internet.

“La residencia parecía un encargo para esconder a alguien importante”, subrayaron.

El rastro de Ben Laden fue hallado a través de uno de sus correos personales, de los pocos “en quienes confiaba” el líder de Al Qaeda explicaron.

Hace unos cuatro años, los servicios de inteligencia finalmente lograron identificar a esta persona y dos años atrás consiguieron “identificar áreas en Pakistán” donde actuaban este correo y su hermano.

Finalmente, el pasado agosto, localizaron la residencia donde fue ultimado Ben Laden y que estaba a nombre de este correo personal del terrorista, pese a que el valor del complejo residencial, construido en 2005, se estima en un millón de dólares y esta persona no tenía oficialmente medios para pagar esa cantidad de dinero, dijeron.

Antes de realizar el anuncio público, Obama informó también personalmente a sus predecesores Bill Clinton y George W. Bush, quienes felicitaron al mandatario por la operación. Asimismo fueron contactados los principales líderes del Congreso.

Obama anunció la muerte de Ben Laden y su cuerpo fue “sepultado en el mar”

El presidente de EE.UU., Barack Obama, anunció anoche la muerte del terrorista más buscado del mundo, desde la Casa Blanca en Washington. Dijo que “se hizo justicia”. Foto: AGENCIA EFE

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Una imagen emitida por la televisión paquistaní que supuestamente mostraba al líder de Al Qaeda muerto, sería una falsificación, y habría sido modificada electrónicamente aseguraron funcionarios de EE.UU. Foto: AGENCIA EFE

/// LA CLAVE

Contradice la “sharia”

El experto en estudios islámicos de Al Azhar, la institución más prestigiosa del islam suní, Abdel Moti Bayumi, aseguró hoy que arrojar un cadáver al mar contradice la “sharia” (ley islámica). Bayumi hizo este pronunciamiento tras la versión de que el cadáver de Ben Laden fue arrojado al mar, lo que se había hecho siguiendo la tradición islámica, según dijeron medios estadounidenses que citaron fuentes oficiales de este país.

Las fuentes oficiales estadounidenses apuntaron que las prácticas islámicas requieren que el cadáver se entierre en las 24 horas posteriores a su fallecimiento y, por lo tanto, se tomó la decisión debido a que encontrar un país dispuesto a dar sepultura al terrorista parecía una misión demasiado complicada.

/// EL DATO

Condena de Hamas

El jefe del gobierno de Hamas en la Franja de Gaza, Ismail Haniyeh, condenó la muerte del saudita Osama Ben Laden y la calificó como un crimen de Estados Unidos.

Haniyeh definió al jefe de la red fundamentalista Al Qaeda como “un combatiente de la guerra santa musulmana”, y agregó que su muerte se debe considerar “un asesinato”, según informó la agencia de noticias Ansa.

Haniyeh, después de revelar que entre Hamas y Al Qaeda hay divisiones de carácter estratégico, deseó para Ben Laden los “beneficios de la misericordia divina, garantizada a los verdaderos fieles y a los mártires”.

///opinión

Dudas

Por Horacio Raña - Télam

Dando por certera la muerte de Osama Ben Laden, no porque falten dudas sino porque una mentira así significaría la sepultura política de Barack Obama, convendría separar la paja del trigo.

La pregunta básica en estos casos es a quien beneficia la eliminación de Ben Laden y la respuesta es sencilla también: al propio Obama, quien por primera vez en sus tortuosos dos años de mandato sacará un rédito que ni siquiera los republicanos pueden cuestionarle.

Es más, el repunte que experimentaron los mercados financieros también podrá adjudicárselo mientras dure esta primavera de festejos populares poco menos que incomprensibles.

Ahora bien, cuando baje la espuma originada por la catarata de noticias de las potencias occidentales, habría que recordarle a Obama que como presidente de Estados Unidos, está obligado a brindar precisiones sobre aspectos que no sólo son poco claros sino directamente oscuros.

Los estadounidenses, tan afectos al simbolismo de las fechas, verán también con simpatía que el asesinato del Ben Laden se produce, vaya casualidad, apenas cuatro meses antes de que se cumplan 10 años de los peores atentados en suelo norteamericano.

Tan oportuno como el enroque anunciado la semana pasada: el general David Petraeus -a cargo de las operaciones militares en Irak durante la gestión de George W. Bush y actualmente a cargo de las fuerzas de la Otan en Afganistán- fue propuesto como nuevo director de la CIA.

Tras el asesinato de Ben Laden, ¿alguien puede imaginar, cuando deban darle la aprobación para su nuevo puesto, a un parlamentario estadounidense bajándole el pulgar a quien tuvo tan activa participación en la persecución del líder de Al Qaeda?

La tarea que le cupo a Pakistán es otro punto, porque si bien Obama buscó desligar a su gobierno de la operación, resulta poco creíble pensar que dos helicópteros estadounidenses cruzaran el espacio aéreo de otro país y efectuaran tamaña operación sin que sean registrados por los servicios de inteligencia locales.

La decisión de que la “operación quirúrgica”, como les gusta llamarlas a los estadounidenses, haya tenido el objetivo único de asesinarlo, merece al menos una aclaración. ¿Por qué razón no se lo detuvo, no se lo juzgó, no se le pidieron explicaciones frente a un tribunal como sucedió con el lider iraquí Sadam Husein?

Y por supuesto, la decisión de no mostrar el cadáver y anunciar tan sólo que fue arrojado al mar, no hace más que agregar confusión.

El mandatario estadounidense no debería tentarse de trepar a la cúspide de los festejos populares. Sin embargo, por el momento no cuestionó la celebración de la muerte de un ser humano, como tampoco lo hizo con el asesinato de tres nietos del lider libio Muamar Gadafi, ratificando que su premiación con el Nobel de la Paz fue, al menos, apurada.

Internet otra vez al frente de la información

La red de redes fue otra vez más rápida: la primera noticia fiable sobre la muerte de Ben Laden, apareció en Twitter. Keith Urbahn, un ex colaborador del ex secretario de Defensa estadounidense Donald Rumsfeld, escribió en un “tweet” antes del anuncio oficial de Obama: “Una persona de confianza me dice que han matado a Ben Laden”.

Horas antes, usuarios de Twitter habían informado en vivo de la operación militar en la ciudad paquistaní de Abbottabad, si bien no se sabía de qué iba el asunto.

Un asesor en informática acabó informando en directo, sin querer, del ataque que acabó con la vida de Ben Laden en una urbanización de lujo cerca de Islamabad.

Sohaib Athar, conocido en Twitter por el apodo @ReallyVirtual y quien se identifica como “asesor de tecnología de información”, comenzó una serie de “tuiteos” (breves mensajes) sobre lo que estaba pasando en la ciudad de Abbottabad con una queja sobre el ruido de un helicóptero. “Hay un helicóptero que se queda suspendido en el aire sobre Abbottabad a la una de la madrugada - algo insólito”, comentó.“¡Vete, helicóptero, antes de que saque mi matamoscas gigante!”.

A continuación, informó de “Un ‘bum’ que ha hecho temblar los cristales de las ventanas aquí en Abbottabad”. Poco después comentó a sus seguidores en Twitter que “el helicóptero/OVNI fue derribado en la zona de Bilal Town y se ha informado de un fogonazo. Hay gente que dice que podía haber sido una nave no tripulada”.

Unas siete horas más tarde, tras el aviso de que Barack Obama, iba a hacer una comparecencia urgente ante las cámaras de televisión, Athar empezó a darse cuenta de que había pasado algo transcendental. Uno de sus corresponsales opinó que “la caída del helicóptero en Abbottabad y el discurso urgente de Obama están relacionados entre sí” y otro aportó que los servicios secretos paquistaníes habían confirmado que “Ben Laden ha muerto en Abbottabad”.

“¡Por Dios! -lamentó Athar- ahora me he convertido en el tipo que blogueó en directo el ataque contra Osama, sin saberlo”.