Derrota con márgenes inesperados
Rossi dijo que no hubo traidores
Acompañado por una versión sesgada del kirchnerismo y sin apoyo nacional -igual que en la interna abierta- el candidato del Frente Santa Fe para Todos asumió la responsabilidad del resultado electoral.
Sólo acompañado por la militancia y Héctor Cavallero, Agustín Rossi reconoció su derrota.
Foto: José Brandan
—¡Y ya lo ve, y ya lo ve, es la gloriosa JP!
Las banderas de la JP Evita, la Cámpora, la Juventud Kirchnerista, Martín Fierro y otras pocas explicaron con elocuencia quiénes acompañaron a Agustín Rossi. La ausencia de toda una larga nómina de otros estandartes propios de la condición peronista, remarcaba en los vacíos del salón los votos que no fueron.
Fue Rossi en su estrecho círculo, apenas con su esposa, el Tigre Cavallero y un puñado de acompañantes, el que salió a explicar la derrota.
Labios apretados y ojos vidriosos se vieron en el entorno. No hubo resquemores explícitos; no desde el atril. Los cánticos de los militantes dialogaron con el discurso del derrotado y sirvieron para explicar lo que dice la propia evidencia, aún cuando el discurso no lo explicita.
_Con la humildad y serenidad que anunciamos hace dos meses que habíamos ganado las elecciones primarias, hoy venimos a saludar a quienes han resultado electos y ganadores.
—¡Olé olé, olé olá, ni socialistas, ni popular, es la derecha que gobierna la ciudad!
—Ciertamente trabajamos durante toda la campaña para hacer una mejor elección. Pusimos el esfuerzo, la militancia, las ganas. Ganamos legítimamente una primaria, unificamos al PJ y trabajamos todos juntos para el objetivo de recuperar la provincia
—¡Perotti traidor!
—No hay ningún traidor ni nada por el estilo. Sólo tengo palabras de agradecimiento con los dirigentes, los militantes y los compañeros del justicialismo y partidos aliados que nos han acompañado en esta campaña.
—¡No queremos un partido, un partido liberal, queremos un movimiento, nacional y popular!
—Las mismas palabras de agradecimiento para todos los compañeros del gobierno nacional que estuvieron haciendo campaña con nosotros, recorrieron la provincia y pusieron todo lo que hay que poner para que el proceso terminase de la mejor manera posible. Si hay un responsable del proceso electoral, somos los candidatos. Esta es la realidad.
—¡Chivo, Chivo, Chivo corazón. Acá tenés los pibes para la liberación!
—Me llevo de esta campaña las mejores cosas. Cuando terminaba el debate la semana pasada, decía que quería agradecer las alegrías, las manos callosas, los ojos acuosos, los abrazos, el fervor de la militancia. Un agradecimiento enorme a todos los que decidieron acompañarnos.
Aplausos.
—Nuestro respeto a los que decidieron por otra opción.
Silbidos.
—Soy de los que creen que no hay que enojarse de los resultados electorales adversos. También sé que el hecho electoral es una circunstancia. A los que hemos elegido hace muchísimos años la militancia política, ya no como hecho circunstancial, sino como una forma y estilo de vida que reivindico y reivindicaré hasta el día que me muera.
—¡Aquí están, estos son, los soldados de Perón!
—Creo en la política como herramienta necesaria para producir las transformaciones de la sociedad. Siempre me he sentido un militante con una gran responsabilidad en estas elecciones y traté de estar permanentemente a la altura de las circunstancias.
