Para apuntalar la agricultura familiar

La Reconquista: otra pequeña gran máquina del INTA

Se trata de una cosechadora de granos de arrastre, diseñada para trabajar en lotes de dimensiones reducidas. Con 2.10 metros de ancho de corte, rotor axial y tolva autodescargable de 1.2 toneladas, tiene un “objetivo político”: ayudar a sostener pequeños productores en el campo.

La Reconquista: otra pequeña gran máquina del INTA

La vida por los fierros. Luego de alcanzarla a la carrera, a pesar de sus 68 años, Víctor Ferezin observa el funcionamiento de la máquina en plena dinámica demostrativa.

Foto: Juan Manuel Fernández

 

Juan Manuel Fernández

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Enviado Especial a Reconquista

Como si fuera un club de fútbol, la Estación Experimental del INTA Reconquista acaba de colocarle otra estrella a su escudo con la presentación oficial de la primera cosechadora de granos de arrastre para productores de escala reducida. Desarrollada junto con el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), se diseñó y construyó en el mismo taller donde nacieron las cosechadoras de algodón Sapucay (1987) y Javiyú (2006), así como la cortadora y peladora de caña Mamboretá (2009), aún en etapa preindustrial. En todos los casos fueron Orlando Pilatti (71) y Víctor Ferezin (68) los padres de las criaturas, siempre pensadas para acercar tecnología a los de más abajo.

La flamante máquina se llama La Reconquista por su lugar de origen pero también porque se planteó el “objetivo político” de “recuperar, reconquistar la agricultura familiar para seguir teniendo gente en el campo”, según definió el director de la Experimental, Gabriel Lacelli.

La presentación se realizó con una charla técnica y una demostración dinámica sobre un lote de trigo de verano ante autoridades de INTA e INTI, más una docena de industriales metalmecánicos entre los cuales se espera que surjan los fabricantes que la coloquen en el mercado.

Mecánica de autor

El prototipo está diseñado para ser acoplado a un tractor de 60 a 80HP y cuenta con un ancho de corte de 2.10 metros, un rotor de trilla axial y una tolva autodescargable de 1.6 metros cúbicos o 1.2 toneladas de capacidad. Se probó con cabezal triguero y con uno maicero, de 3 surcos, que donó la firma Mainero. Para un trabajo óptimo, la velocidad de cosecha es de 3 a 7Km/h. Por su sistema de ventilación y zarandas incorporadas, “las pérdidas son casi nulas” dijo Pilatti.

El mayor mérito es ser eficiente en lotes chicos, por ejemplo de 3 hectáreas, donde las cosechadoras tradicionales no pueden trabajar; o incluso en otros no tan pequeños, de 30 o 40 hectáreas, que los contratistas desdeñan en favor de los cuadros más grandes.

Su escasa complejidad, el precio potencialmente accesible y los costos operativos son otras de las ventajas que resaltó su creador. “Trabajando con un tractor en procesos normales de cosecha con rendimientos medios tiene un costo operativo competitivo”, dijo, y calculó alrededor de $90/100 la hora considerando dos operarios (tractorista y asistente). También es menos compleja para el mantenimiento y económica para las reparaciones. “Por tonelada cosechada —agregó— no pesa más la amortización o los intereses del capital porque la máquina es más barata”. Unas 100 hectáreas cosechadas al año bastarían para un recupero aceptable de la inversión.

Notas técnicas

Juan Marcos Giordano, referente en el INTA Rafaela del PRECOP (proyecto de eficiencia en cosecha y poscosecha), colaboró en el diseño y mencionó los requisitos mínimos en los que se pensó para el prototipo. “Tenía que ser axial”, dijo, por ser el sistema que trata mejor el grano. Y también el rotor debía contar con un tamaño que luego, si así se decide en el futuro, permita ampliar el ancho de corte.

El prototipo se monta alineado con el eje del tractor para mantener el balance, lo que le permite trabajar en lugares complicados como quebradas o zanjones. “Así está equilibrada, perfectamente probada y con posibilidad de trabajo; para agrandar los tamaños y la capacidades hay que hacer nuevos desarrollos”, aclaró Giordano.

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Resultados concretos. La descarga de la tolva se hizo sobre la caja de una camioneta y los asistentes pudieron analizar la calidad del grano trillado. Foto: Juan Manuel Fernández

Luego de la dinámica, el técnico dijo estar “muy satisfecho”, sobre todo porque la habían probado en cultivo de menores rindes y sobre el trigo de verano de la demostración, con 30qq de promedio, “se la bancó perfectamente”. También recordó que “trabajó en maíces de 60qq y los tragó sin problemas con el cabezal de 3 surcos”.

En cuanto a los destinatarios, Giordano aclaró: “si hablamos de agricultura familiar son parcelas muy pequeñas de sustentación, de 15 a 40 hectáreas; entonces hicimos los cálculos para que 3 o 4 productores puedan compartir esa máquina, haciendo dos cultivos al año”.

El segmento

Según el estudio de mercado realizado por el INTI, La Reconquista sería accesible para unos 20.000 productores en todo el país con un rango de 40 a 60 hectáreas de cultivos. “Con menos no es rentable comprarla; aunque la compra asociativa es también otra alternativa”, dijeron los técnicos en la presentación ante los industriales.

El ingeniero Gabriel Lacelli comentó que aún “no hay una estadística clara de la cantidad de productores que integran este sector de agricultura familiar”, pero se sabrá una vez concluido el RENAF (Registro Nacional de la Agricultura Familiar).

Según los datos del último Censo Nacional Agropecuario, en el norte santafesino “hay entre 5.000 y 6.000 empresas agropecuarias”, recordó Lacelli. Sobre ese total, calculó que La Reconquista sería utilizable “por al menos el 10%”. “Y no descarto que a productores de mayor escala también les sirva”, agregó, ya que muchos crecen alquilando pequeñas parcelas sobre las que les resultaría funcional utilizar la nueva máquina.

“Ojalá que llegue a alcanzar nuestro objetivo político: que sirva para más gente y sobre todo dentro de productores de pequeña y mediana escala”, deseó Pilatti.

Visión industrial

Entre los industriales presentes (llegaron hasta funcionarios de la comuna de Palpalá, en Jujuy, interesados en construir la máquina), Rosendo Carlos Frank, titular del establecimiento metalúrgico Auros de Presidencia Roque Saenz Peña (Chaco), evaluó que “no va a ser tanto para el chiquito, sino para un productor que está sembrando 50 o 100 hectáreas de maíz; ese va a ser el mayor comprador”. También señaló: “el que siembra trigo lo hace en muchas hectáreas y no va a comprar una máquina chiquita”. En cambio, consideró que La Reconquista “tiene muchas posibilidades en el Chaco, porque allá se agrupan los pequeños productores de 10, 20 hectáreas” para comprar herramientas en conjunto.

Otro fabricante, Silvio Dolzani, vicepresidente de Dolbi —empresa de Avellaneda que obtuvo hace 5 años la exclusividad para fabricar la cosechadora de algodón Javiyú—, consideró que La Reconquista puede ser negocio para el industrial, pero habrá que apuntalarla con otras herramientas de promoción. “Tiene que venir acompañada por políticas oficiales —afirmó— para que el pequeño productor pueda adquirir este tipo de máquina, tal vez entre 4 o 5 productores que hagan 15 o 20 hectáreas cada uno”.

En la presentación ante los empresarios, Adolfo Cerioni, director nacional de Vinculación Tecnológica del INTA, explicó que podrán concursar en la convocatoria para fabricar La Reconquista firmas radicadas en NOA, NEA y Pampa Húmeda. “Lo óptimo sería elegir una por región”, sostuvo. También informó que deberán presentar un plan de producción y estrategia comercial; y que INTA e INTI se quedarán con “una regalía mínima del 2% del valor de la máquina”.

El mercado de maquinaria hoy

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En detalle. Tras algunas pasadas, Pilatti explicó a los presentes los mecanismos de “La Reconquista”. Puede verse el cabezal de 2.10 metros de ancho y bajo la tolva el cilindro de trilla.

Foto: Juan Manuel Fernández

“Hay algunas complejidades, como el cierre de importación o exportación de productos; pero si vemos la parte global hoy estamos trabajando, desde hace un año, a pleno; prácticamente con la producción vendida hasta fin de año”, diagnosticó Silvio Dolzani, vicepresidente de Dolbi, industria metalúrgica de Avellaneda (Gral. Obligado).

En un contexto mundial demandante de productos primarios y con precios récord para los granos desde hace un año, hay condiciones para sostener la actividad metalmecánica. “Eso ayuda mucho a que el productor se sienta motivado; más allá de retenciones y trabas, creo que las posibilidades que está teniendo el productor son buenas y repercute directamente en nosotros los fabricantes”.

Sin embargo, comentó que la combinación de aumento de costos y pérdida de competitividad del tipo de cambio complica a las fábricas. “Volvimos de una feria en Colombia y vimos que estamos quedando un poco desfasados, sobre todo respecto de la competencia de Brasil en los países latinoamericanos”. De mantenerse esta situación, con elevados “costos internos en dólares”, podría “perjudicarse un poco” el comercio exterior. De todos modos, aclaró que el 90/95% está destinado al mercado interno “que se está sosteniendo con una buena demanda en toda la línea de máquinas”.

/// el dato

El caso Javiyú

En base a la experiencia reciente, Dolzani advirtió que el mercado puede dar sorpresas, abriéndole un horizonte más amplio que el planteado originalmente para La Reconquista. Recordó que cuando Dolbi se lanzó a fabricar la cosechadora de algodón Javiyú habían pensado sólo en el pequeño y mediano producto. Sin embargo, “nos vemos con la sorpresa que el año pasado y en este ha llevado 3, 4 o 5 máquinas un sólo productor grande de 300, 400 o 1.000 hectáreas”.

Actualmente “tiene que haber 200 a 210 máquinas Javiyú trabajando en el mercado nacional, 1 en Brasil, 3 en Colombia y hay una potencial demanda para la próxima campaña”, recapituló el fabricante.

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“En el norte santafesino hay entre 5.000 y 6.000 empresas agropecuarias. La máquina sería utilizable por al menos el 10%”

Gabriel Lacelli

Director EEA Reconquista del INTA

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“Tiene que venir acompañada por políticas oficiales para que el pequeño productor pueda adquirir este tipo de máquina”

Silvio Dolzani

Vicepresidente de Dolbi

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“Tiene muchas posibilidades en el Chaco, porque allá se agrupan los pequeños productores de 10, 20 hectáreas para comprar herramientas en conjunto”

Rosendo Carlos Frank

Industrial metalmecánico de Presidencia Roque Saenz Peña