del dicho al hecho en el país de las necesidades

Alimentar bien para crecer mejor

Organizaciones sociales y estatales recomiendan acciones políticas para superar el hambre, bajar la obesidad y diversificar los alimentos. Los números a revertir. La incidencia del gasto social en el país.

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El acento de la propuesta es para mejorar la calidad de la asistencia en un país productor de alimentos para el mundo.

Foto: El litoral

 

De la redacción de El Litoral

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Se presentó durante el XVIII Congreso Argentino de Nutrición que se realizó en Capital Federal la iniciativa “Nutrición 10 -Hambre 0”, espacio que reúne a distintas organizaciones que impulsan acciones políticas para superar el hambre, la inseguridad alimentaria extrema y su cruel reflejo en niños con desnutrición aguda. “Es una propuesta innovadora para trabajar en red, articulando esfuerzos públicos y privados que eleven el piso de la política nutricional de la Argentina por venir”, dijeron los expositores.

“Nutrición 10 significa no sólo Hambre Cero, sino también nutrientes esenciales cubiertos, obesidad decreciente, calidad de dieta y diversidad alimentaria asegurada”, explicó Sergio Britos del Programa de Agronegocios y de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Sobrepeso y obesidad, anemia y deficiencias nutricionales y desnutrición crónica y aguda son las patologías más frecuentes entre los niños y adultos con menores recursos económicos, según un informe sobre la situación nutricional en la Argentina, elaborado por quienes impulsan la iniciativa y que se basa en una serie de encuestas realizadas por el Ministerio de Salud, ONGs y entidades académicas.

desnutrición aguda

La investigación también resalta que 55 mil niños menores de 6 años presentan desnutrición aguda y 700 mil desnutrición crónica, en tanto la anemia por deficiencia de hierro es la enfermedad nutricional más frecuente y afecta al 30% de los niños menores de 2 años y a un 18% de mujeres en edad fértil, o sea, casi 2,5 millones de personas. Además, las deficiencias nutricionales son notables en el 20% de los niños (1,6 millones). El sobrepeso y la obesidad se manifiesta en algo más de 3 millones de niños menores de 18 años; un porcentaje de entre 10 a 15% corresponde a su forma más preocupante: la obesidad.

Por otra parte, la ingesta en exceso de nutrientes se refiere al consumo excesivo de alimentos con aportes elevados de grasas saturadas, azúcares y sodio. El nutriente mejor estudiado es la grasa de tipo saturada, y los indicadores marcan que el 68% de los niños menores de 6 años realizan ingestas excesivas de la misma, y por el contrario, la ingesta de grasas ‘buenas’ es baja en el mismo porcentaje (68%).

La mala calidad de la alimentación y la falta de diversidad en la mesa de los argentinos son otras características que resalta el informe, situación que lleva a la malnutrición.

En función de estos precedentes surge el concepto de ‘Nutrición 10 Hambre Cero’, planteado por Juan José Llach, quien expuso durante el Congreso en una mesa coordinada por Britos y de la cual participaron además Agustín Salvia, del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina; Ricardo Jara, presidente de Solidagro; Esteban Carmuega, del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (Cesni); el doctor Abel Albino, de la Cooperadora para la Nutrición Infantil (Conin); Alfredo Kasdorf, de la Red de Bancos de Alimentos y Juan Carr de la Red Solidaria, quienes contextualizaron la situación nutricional del país y explicaron los objetivos de “Nutrición 10-Hambre 0”.


Copa y comedores

En Santa Fe, por el Programa Solidario Nutritivo, el Ministerio de Desarrollo Social reconoce abonar servicios de copa de leche para 38.655 alumnos y otros 29.477 chicos asisten a los comedores escolares.

Más allá de los establecimientos educativos, el gobierno paga parte del gasto que realizan comedores comunitarios para alimentar a 66.889 personas. Hay 106 comedores comunitarios en Santa Fe y 428 en Rosario.

La comida no sólo calma el hambre

Esteban Carmuega, director del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (Cesni), reconoció que “durante años pensamos que dar comida paliaba el hambre y aseguraba la nutrición, cuando en realidad superar el hambre es una condición necesaria, pero no suficiente para resolver la nutrición”. Según los especialistas, cuando el parámetro de la nutrición es el peso, los chicos engordan con baja talla. “Es lo que vemos hoy. Terminan su crecimiento con unos tres centímetros menos de altura que si hubieran estado bien nutridos. En el plazo inmediato, se enferman más. En el largo plazo, el retraso de talla implica pérdida de capacidad cognitiva, que se traduce en fracaso escolar. Por cada punto de altura que se pierde, también se pierde un año de escolaridad y aumenta un 20% el riesgo de repitencia”, añadió.

Según el Observatorio de la Deuda Social, que elabora la Universidad Católica Argentina, el 7,1 % de los hogares con chicos tienen riesgo alimentario severo, y otro 11,5 % de hogares con menores padece ese mismo problema con carácter moderado.

De acuerdo al estudio de la Fundación Siena sobre el gasto social en la Argentina, el Programa de Seguridad Alimentaria presenta disparidades significativas. “Las provincias del noroeste y noreste argentino (Chaco, Formosa, Jujuy, Santiago del Estero, Misiones y Salta) son las que presentan los niveles de pobreza más elevados del país, y a pesar de ello, obtienen solamente entre el 1,2% y el 1,8% de los fondos previstos para el 2011”, dice el informe.

En Santa Fe, en cambio, ese programa nacional presenta en 6 meses una ejecución del 203 % de los recursos presupuestados para todo el año.

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“Argentina Trabaja” en 11 provinicias

El informe de la Fundación Siena revela que el crédito vigente del Programa Argentina Trabaja se distribuye sólo a 11 provincias y Buenos Aires concentra el 70% de ese presupuesto. Santa Fe no recibió recursos.

Con respecto a los niveles de ejecución, la Fundación señala que “se destacan por un lado provincias que no tenían crédito vigente asignado, como son los casos de Formosa, La Rioja, Salta, San Juan y Santiago del Estero, pero luego tienen ejecutados los recursos. Por otra parte, se destacan las provincias que tenían asignado el crédito vigente como son los casos de Chaco, Córdoba, San Luis y Santa Fe, pero luego no presentan ejecución”.

Finalmente, hay un alto nivel de disparidad en la ejecución de las provincias. Entre Ríos tiene una sobreejecución de 168%, y Corrientes de 85,5% mientras que Mendoza presenta una subejecución de 0,5% o Tucumán de 17,2%.

Seguridad Alimentaria sub-ejecutada

El Plan Nacional de Seguridad Alimentaria está sub-ejecutado. En los primeros seis meses del año invirtió sólo el 35,7 % de los recursos que tiene asignados para todo 2011; además exhibe distorsiones entre necesidades, presupuesto y dinero invertido.

La Fundación Siena -que trabajó sobre el “reconducido” presupuesto 2010- recordó en su informe la Ley Nº 25.724 da prioridad a las familias indigentes, y de ese universo a las las embarazadas, niños menores de 14 años, discapacitados y adultos mayores que se encuentren en situación de riesgo social. “El programa -explica- brinda asistencia alimentaria directa (comedores infantiles, escolares y de organizaciones sociales)”.

A la hora del análisis de la distribución geográfica de este plan, señala una concentración significativa en la Ciudad de Buenos Aires (36,2%), pero aclara que es allí donde se realizan la mayoría de las compras.

Expone que Buenos Aires, un distrito con altos indicadores de pobreza, concentra gran parte de los recursos (28,5%). Pero también advierte que “se observan otras disparidades en la distribución de recursos, como es el caso de Santa Fe ($60,5 millones) que recibe el 40% de los fondos que Córdoba, ($153 millones) a pesar que ambas provincias presentan similares indicadores de población y pobreza”.

“Asimismo, las provincias de noreste y noroeste argentino (Chaco, Formosa, Jujuy, Santiago del

Estero, Misiones y Salta) son las que presentan los índices de pobreza más elevados del país y, a pesar de ello, obtienen solamente entre el 1,2%, y 1,8% de los fondos previstos para el 2011.

En tanto que resulta llamativo que Corrientes obtenga un 41,4% más de fondos que Chaco, cuando tiene una población y una tasa de pobreza levemente inferior”.

En cuanto a la subejecución del programa, el informe aclara que “existen diferencias entre las provincias, Santa Fe (203%), Neuquén (128,7%), Corrientes (100,6%), y La Rioja (93,2%) y presentan alto niveles de sobre-ejecución. Mientras que, no hubo ejecución en Catamarca, Chaco, Chubut, La Pampa, Río Negro, Santiago del Estero y Tierra del Fuego”.