del dicho al hecho en el país de las necesidades

Desequilibrios en el gasto social

Algunos prefieren calificarlo como “inversión”. Lo cierto es que en 6 meses la Nación ejecutó la mitad de lo que tenía previsto en el área para todo el año. Pero no siempre lo hizo donde hay más necesidad o con un criterio claro.

 

De la redacción de El Litoral

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La Fundación Siena con la colaboración de la Fundación Konrad Adenauer presentó un informe sobre el gasto social en la Argentina, que revela para la primera mitad del año un buen nivel proporcional de la ejecución del presupuesto del Gasto Público Social (GPS) en el país. Pero también muestra desequilibrios para prestar atención.

El GPS nacional complementa la inversión social de las provincias y exhibe 49,7 % de ejecución en la primera mitad del año. Pero cuando se pone la lupa sobre algunos programas, se observa que las Prestaciones Previsionales y la Asignación Universal por Hijo (AUH) perdieron $1.585 millones y $390 millones respectivamente de sus presupuestos, para pagar más asignaciones familiares.

Para el ámbito del ministerio de Desarrollo Social, el documento advierte que los programas Argentina Trabaja y Seguridad Alimentaria “presentan un nivel de sub-ejecución del 22,9% y 35,7% del crédito vigente respectivamente”.

El Ministerio de Salud exhibe en cambio buenos promedios de ejecución, pero en cambio la cartera laboral revela retrasos en la ejecución de los programas de Regularización del Trabajo (40,9%), subprograma Plan Jefes y Jefas (41,9%).

El Ministerio de Educación también expone particularidades. La infraestructura se llevó en medio año el 78 % de la plata asignada par a los 12 meses; en cambio la gestión educativa sólo usó 31 % del dinero asignado.

Disparidad entre provincias

El estudio analizó 15 programas sociales específicos de la Nación para evaluar el nivel de ejecución en las provincias. Y encontró “brechas significativas” por sobre ejecución en distritos como La Rioja (96,2%), Santa Cruz (77,8%), Chaco (73%), Misiones (52,7%), Ciudad de Buenos Aires (52%), Neuquén (51,7%) y Entre Ríos (50,6%).

El informe advierte que estos datos no se consienten necesariamente con los niveles de necesidades de cada provincia, que justifiquen en los hechos más asignación o mayor ejecución de los programas sociales.

Santa Fe tiene un promedio de ejecución de los 15 programas analizados que alcanza al 43,6 %, pero con algunas particularidades. Por ejemplo no ejecutó un sólo peso en planes como Argentina Trabaja, Conectar Igualdad y Techo Digno. Pero en seguridad alimentaria tuvo en 6 meses una ejecución presupuestaria que duplica la asignación para todo el año: 203 %.

Gisell Cogliandro y Ariel Melamud son los investigadores responsables del informe. La licenciada en Ciencias Políticas y su par en Economía son catedráticos universitarios, han trabajado para la Fundación Konrad Adenauer, el BID, el Banco Mundial y otras entidades.

Los subsidios se llevan la plata

En el ámbito del ministerio a cargo de Julio de Vido, el Gasto Público Social plantea la mayor subejecución del presupuesto. Así por ejemplo, el apoyo al Sector de Agua Potable y Saneamiento (AySA) desarrolló sólo 8,7 %; la infraestructura universitaria 13,5%, Más Escuelas, Mejor Educación 29,1% y Techo Digno 38,5%.

Planificación exhibe buenos índices en otros programas sociales: Urbanización de Villas 58,1%; Fortalecimiento del Hábitat Comunitario 56,8% y Mejoramiento Habitacional e Infraestructura Básica 53,3%.

“Sin embargo, cabe destacar que el resto de los programas no sociales del Ministerio tienen un alto nivel de ejecución”, advierte el informe. Eso porque De Vido gastó en medio año el 75,6 % y 71% de sus presupuestos anuales para subsidiar al transporte y a la energía, respectivamente.