Las leguminosas crecen en Santa Fe

El garbanzo tiene quien lo maneje

En María Juana, la primera jornada regional de garbanzo en la región central de Santa Fe convocó a los principales referentes en el tema. De a poco se va a ajustando el paquete tecnológico para la zona.

El garbanzo tiene quien lo maneje
 

Federico Aguer

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“Los suplentes quieren probarse”, titulaba Juan Manuel Fernández en el informe central del 5 de noviembre del año pasado de Campolitoral. En la nota se reflejaban los primeros datos relevados en el campo de AFA María Juana en un trabajo experimental realizado con leguminosas.

En referencia al retroceso del trigo, el ejemplo local bastaba para reflejar la tendencia. “En María Juana tradicionalmente el cereal ocupaba hasta el 70% de las tierras para luego hacer soja de segunda, relación que actualmente se invirtió a favor de la siembra temprana de la oleaginosa. Los técnicos ven con preocupación la tendencia al monocultivo por los problemas que desalientan la siembra del cereal y empezaron a explorar especies invernales alternativas como lenteja, arveja, garbanzo, cebada, triticale y la más conocida colza o canola”, decíamos.

Este incipiente experimento fue transformándose en un trabajo de generación de gran cantidad de información, merced al agravamiento del cepo comercializador del trigo a nivel nacional. Por eso mismo, en el marco esa continuidad en la experimentación, aprendiendo y viendo que la superficie de trigo es cada vez menor, y que todo apunta a una rotación deficiente, surgió la idea de buscar alternativas al trigo como cultivo de invierno.

Desde hace 2 campañas agrícolas, un grupo de profesionales de AFA María Juana, el INTA de Rafaela y la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL, vienen desarrollando una serie de experiencias sobre este cultivo. Como novedad, este año se incorporaron los técnicos del Ministerio de la producción de la provincia.

Variedades argentinas

La última reunión realizada a campo, fue organizada por el Grupo de Agricultura de Precisión del INTA Rafaela, por el responsable técnico de la firma Albrecht Agropecuaria, por el Departamento Técnico del Centro Primario AFA María Juana, por la Cátedra de Fitopatología de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNL y por la Consultora Agropecuaria Bosque Chico. El objetivo del evento fue reunir a un grupo de profesionales especialistas en el cultivo de diferentes regiones del país y discutir con ellos las experiencias que se conducen durante esta campaña agrícola sobre diferentes aspectos que hacen al manejo del cultivo.

La figura más destacada del evento fue la responsable de la cátedra de mejoramiento de garbanzo de la Facultad de Ciencias Agrarias de Córdoba, Ing. Julia Carreras, la creadora de las 2 únicas variedades de garbanzo existentes en el mercado argentino (Chañarito y Norteño). La profesional destacó la importancia de contar con un mayor número de variedades en el mercado argentino y lograr para cada zona productiva los materiales mejor adaptados. “Hay un gran déficit de germoplasma por falta de recursos humanos, infraestructura y equipamiento básico y adecuado a los trabajos de selección y mejoramiento vegetal”, destacó. Con respecto al evento, remarcó que la idea fue “juntarnos en febrero y ver cómo actuaron los antecesores invernales, ahora vemos cómo trabaja el cultivo con la fecha de siembra, la inoculación, los nutrientes, los factores bióticos y abióticos para evaluar las mejores perspectivas. Desde hace 5 años el garbanzo se exporta con buenos precios, por eso ahora debemos apuntar a la calidad. Necesitamos proveer más cultivares porque la demanda mundial es grande y el dilema es responder con calidad a esa demanda”, explicó.

Para Carreras, las leguminosas presentan ventajas importantes en un sistema de rotación: preservan la calidad del suelo, son granos de alto valor alimenticio y con buen precio de mercado. El rendimiento se puede mejorar con el manejo y mantener así la calidad del producto. Y advirtió: “el garbanzo que exportamos es un grano que va a un plato de comida que se ve, la semilla se necesita para sembrar y no se puede mezclar con el grano”.

Sanidad

A su turno, la titular de la cátedra de Fitopatología de la FCA-UNL (Ing. Margarita Sillón y adjuntos), quien hizo referencia a los principales patógenos vegetales presentes en la región que pueden limitar la producción del garbanzo y las diferentes experiencias implantadas donde se está estudiando el efecto de diferentes terápicos de semilla, de suelo y de plantas. El ensayo incluyó el uso de tres productos en distintos momentos. “Mayormente, en María Juana vimos la aparición de fusarium. Conviene hacer las semillas en un lugar seco para evitar este problema y tratar de mantener la identidad genética de los materiales. Con fungicidas se recomienda mejorar la calidad más que el rendimiento”, aconsejó. A continuación los Ings. Hugo Fontanetto y Sebastián Gambaudo explicaron los requerimientos de nutrientes del cultivo, los posibles limitantes a su producción y las pruebas realizadas con diferentes fertilizantes de suelo y foliares, que se combinaron en diferentes dosis, combinaciones y momentos del ciclo del garbanzo. “Es un cultivo que demanda gran cantidad de fósforo, azufre y nitrógeno, pero usar esta leguminosa como cultivo previo a la soja deja más agua y nitrógeno en el suelo, además de un rinde de soja posterior probado de 7 qq/ha más que el promedio”, aseguró Fontanetto.

Luego fue el turno del Ing. Carlos Piccinetti, uno de los investigadores principales del IMYZA (Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola) del INTA Castelar, quien explicó la importancia que tiene una buena práctica de inoculación en el cultivo, prestando especial atención a las cepas utilizadas y a la doble inoculación. “Actualmente esta tecnología es una de las más limitantes de los rendimientos del cultivo”, aseguró. Mencionó incrementos del 35 al 60 % de la producción del garbanzo con semilla inoculadas versus las no inoculadas.

Recopilación

En un solo día, se compartió mucha información del trabajo acumulado. La evaluación de distintas densidades y distancias de plantación; las diferentes épocas de siembra y coberturas de rastrojo; el manejo (control de malezas y evaluación de diferentes herbicidas) y momentos de aplicación; el estudio y evaluación del perfil sanitario del cultivo. El manejo de enfermedades de suelo y de plantas. La evaluación de diferentes fungicidas, dosis y momentos de aplicación. El comportamiento de diferentes inoculantes y dosis. El efecto de diferentes formas, fuentes, momentos y dosis de fertilizantes aplicados al suelo. El efecto de micronutrientes aplicaciones por vía foliar en distintos momentos de ciclo. Evaluación de hormonas, giberelinas, citoquininas y promotores biológicos de crecimiento. Aspectos todos indispensables para ajustar el manejo integral.

Finalmente se generó una ronda de discusión, donde todos los profesionales pudieron opinar y criticar las experiencias implantadas y además, realizaron críticas sobre distintos tópicos que se pueden mejorar en el futuro. Pero lo más importante del debate que se dio entre todos los profesionales, fue que salieron a la luz, cuáles serían las líneas de investigación a abordar en el futuro y el compromiso de efectuarlas en adelante mediante un trabajo de un grupo interdisciplinario. Luego de concluidas las actividades a campo los participantes de la jornada pudieron saborear un buen asado campero.

Finalizando, la alegoría futbolera de los suplentes, podría completarse ahora afirmando sin temor a equivocarnos, que las leguminosas, y en forma puntual el garbanzo, ya pelean el puesto de igual a igual. De los políticos, los mercados y las necesidades de los productores saldrá el equipo que salte a la cancha el próximo invierno.


Las legumbres crecen

La superficie cultivada con legumbres en el país viene en aumento en las últimas campañas agrícolas. La Argentina exportó durante 2010 un volumen de 78 mil toneladas, según cifras oficiales. A nivel provincial, se estima una superficie cultivada de más de 70.000 hectáreas. En la campaña pasada (2009-2010), del total de cultivos sembrados durante el otoño-invierno, el 36% fue para la arveja, el 21% para la lenteja, el 39% al trigo y el 6 % al garbanzo (este último, un verdadero desconocido hasta hace 5 años).

/// el dato

El garbanzo tiene quien lo maneje

Beneficios leguminosos

Las leguminosas ensayadas aportaron más agua útil y Nitrógeno disponible en el suelo al momento de siembra de maíz y soja de segunda. Comparando gramíneas de grano entre sí, la cebada resultó ser mejor antecesor que el trigo. La fertilización pos emergencia realizada en maíz provocó incrementos muy significativos. Estas nuevas prácticas ensayadas en la experiencia al provocar mayores rendimientos son más sustentables al aportar mayores cantidades de agua útil, N disponible y rastrojos al suelo. Además, el garbanzo desocupa el lote 20 días antes que el trigo.

El manejo del garbanzo en números

Para el control de malezas se aplicó antes de la siembra 1.8 lts/ha de sulfosato y 1 lt. de imazetatyr en presiembra. La fecha de siembra fue el 11 de junio de 2010. La variedad utilizada fue el Norteño con una densidad de 100 kg/ha para llegar a cosecha con 40 plantas por m2. Se sembraron 34 surcos separados por 35 cm. Previo a la siembra se inoculó la semilla, lo que dio buena emergencia, también se le aplicó 150 lts/ha. de fertilizante líquido que aportó al suelo 55 Kg/ha de N y 10 kg/ha/S. En cuanto a enfermedades se vio la aparición de la rabia del garbanzo, por lo que se aplicó fungicida para su control a base de estrobirulina. Se cosechó el 19/11/2010 y su rinde fue de 1.965 kg/ha. Al analizar su calibre se midió de 7 a 8 mm, por lo que su precio en el mercado fue de U$S 657/tn. El agua que dejó en el perfil fue de 97 mm. a 1.4 m. de profundidad.

El garbanzo tiene quien lo maneje

La madre del garbanzo. La Ing. Julia Carreras desarrolló las dos únicas variedades nacionales.

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Fertilización. El Ing. hugo Fontanetto remarcó las ventajas para los cultivos de segunda.

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Inoculación. El Ing. Carlos Piccinetti demostró la importancia de esta práctica para mejorar el rinde.

El garbanzo tiene quien lo maneje

Sanidad. Margarita Sillón exhibió las patologías más comunes del cultivo.