Entrevista al ex presidente uruguayo Tabaré Vázquez

Gabriel Rossini

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Luego de expresar su “satisfacción, alegría y honor” por estar en el país y en Santa Fe -de la que conoce su historia desde su fundación y así lo contó antes de empezar la entrevista- el ex presidente uruguayo agradeció la hospitalidad con que la provincia y el país acogieron a los miles de compatriotas “que no encontraban formas adecuadas para vivir en Uruguay y se venían a la Argentina, donde eran recibidos con gran generosidad”, y se dispuso a conversar exclusivamente de los temas sobre los que vino a disertar al Foro de la Cadena Agroindustrial.

-¿Cómo ve la situación de la región?

-Creo que el Mercosur ha dado mucho y aún tiene mucho más para dar. Los uruguayos somos integracionistas desde Artigas. Defendemos el Mercosur pero queremos más y mejor Mercosur, que vaya mucho más allá de un acuerdo comercial de base arancelaria y se convierta en una unión aduanera. No hemos logrado eficiencia y eficacia para avanzar en esa dirección, aunque algunos pasos se dieron. Una de las dificultades que tiene el proceso de integración son las asimetrías. Las economías enormes de dos gigantes como Argentina y Brasil frente a las de Paraguay y Uruguay. Esto ha comenzado a superarse con la creación de los fondos estructurales económicos, donde Argentina y Brasil ponen el 94 % del dinero e inversamente los países chicos como Uruguay y Paraguay reciben la mayoría de estos fondos para hacer políticas sociales, obras de infraestructura. Este ha sido un paso positivo muy importante para tratar de minimizar estas heterogeneidades. Pero todavía tenemos algunas dificultades. Algunas medidas que toman los países grandes a veces dificultan el comercio de nuestros países más pequeños.

-Sobre todo en épocas de crisis donde los países se cierran y se generan conflictos, como ha pasado con el sector automotriz en el Mercosur.

-En un proceso de integración también hay intereses intranacionales y es natural que los gobiernos defiendan los intereses de sus países. Y en momentos de crisis más aún, eso hay que entenderlo. Pero también digo hay que contemplar al vecindario, porque o crecemos todos, porque si crecen unos y otros no....

-Le ponía el caso de las automotrices porque mostraba claramente cómo Uruguay había quedado en el medio de una pelea entre Argentina y Brasil, que perjudicó a las fabricas de su país.

-Brasil con la política de las autopartes y la suba de los aranceles perjudicó a Uruguay enormemente, tal es así que la industria automotriz uruguaya de capitales chinas envío muchos trabajadores al seguro de paro por varios meses, y ahora, por suerte, se va a retomar la producción. Es cierto también que, los países grandes, cuando Uruguay plantea las dificultades que se le presentan, las contemplan. Pero hay un tiempo en el medio, de entre tres y seis meses, en que persisten estas dificultades. En lo que respecta a América del Sur, es la región que más rápido y mejor ha salido de esta última crisis internacional, lo que quiere decir que los gobiernos de la región están haciendo las cosas bien, aunque todavía hay una gran inestabilidad.

-A juzgar por lo que dicen los especialistas, más allá de la incertidumbre actual, el futuro es promisorio para los países como Argentina y Uruguay.

-Las condiciones internacionales -aparentemente, porque es muy difícil predecir el futuro- parecerían por un tiempo promisorias en cuanto a las producciones nacionales, porque la demanda de alimentos del mundo viene creciendo. Por lo tanto, si aprovechamos esta coyuntura en América del Sur -como lo vienen haciendo los gobiernos locales- tenemos tiempo de seguir creciendo económicamente e intentando distribuir con justicia social la riqueza que se genera.

-Los países de la región ¿han aprovechado esta coyuntura económica favorable?

-En los últimos años América Latina redujo en 30 millones la cantidad de pobres. Es un proceso que, como tal, es gradual y lleva tiempo. Pero creo que uno de los desafíos que tenemos es luchar contra la pobreza, sobre todo contra la pobreza extrema. ¿Como? Desarrollando políticas públicas serias, bien pensadas, bien gestionadas y bien controladas, que nos permitan ir disminuyendo ese nivel de pobreza que aún tenemos. América Latina es una de las regiones más ricas del mundo pero es la que tiene mayor nivel de inequidad. De los 15 países del mundo que peor reparten la riqueza, 10 son Latinoamericanos. Ahí tenemos un problema. El otro problema es educativo, tenemos que invertir fuerte en educación y en captar los cambios técnicos y tecnológicos que se dieron en el mundo. Hay que apostar fuerte a la educación para mejorar la capacitación de nuestra gente y lograr a través de ella una mejor competitividad. Decía Krugman antes de recibir el Premio Nobel de Economía que la competitividad de los países no es todo pero a la larga es casi todo. Otra debilidad que tenemos es la falta de infraestructura adecuada para el crecimiento. También tenemos que apostar fuertemente al crecimiento energético y sobre todo a crear fuentes de energías alternativas y renovables que van a tener un impacto fuerte en el ahorro y la inversión.

-Otra de las cosas que se repiten es que a la región le falta pegar el salto del crecimiento al desarrollo. No se si usted comparte esta idea.

-Y no es cualquier desarrollo del que debemos hablar, tenemos que hablar del desarrollo humano. Crecimiento económico con justicia social. Al mismo tiempo que crecemos, distribuir la riqueza, pero ya no a través de políticas populistas sino a través de políticas públicas serias. Invertir en salud, en educación, en vivienda.

-¿Usted cree que los gobiernos de la región están implementando este tipo de políticas serias?

-Creo que se están llevando adelante políticas públicas importantes. Claro, las urgencias que tiene la población que durante muchos años experimentó carencias en varios niveles y que reivindican mejorar la situación social con justicia tienen razón. Pero a veces esas urgencias son muy difíciles de contemplar rápidamente por cualquier gobierno. Es muy difícil. Esto es un proceso y como tal, evolutivo, y lleva tiempo. Pero a veces los tiempos de la gente no coinciden con los tiempos de la política y hay que esperar un tiempo para ver los resultados. Creo que en la región, en particular Argentina y Uruguay, han hecho muchas cosas, que venimos mejorando.

“América Latina ha tenido progresos evidentes”

—Usted fue el primer presidente socialista de su país. ¿Considera que puede haber más gobiernos similares en la región?

—Creo que América Latina está experimentando un proceso de cambio muy importante. Basta con mirar no muy atrás, 30 años es poco tiempo en la historia de los países. A veces la memoria nos juega una falsa impresión y nos olvidamos de cosas que sucedieron hace mucho tiempo. Hace 30 años los problemas que tenían los países latinoamericanos eran muy serios en cuanto a democracia, institucionalidad, gobernabilidad, relaciones sociales, avances en los procesos educativos. Y esto se ha modificado sustancialmente. En los últimos 8 ó 10 años América del Sur a cambiado con la llegada de gobierno progresistas y se ha avanzado muy positivamente. Ni que hablar del tema democracia. Hoy no hay un solo gobierno en América del Sur -pueden gustar o no- que no haya sido elegido por el pueblo, con una consolidación de la democracia, un afianzamiento institucional. Esto es muy importante. Y como decía antes, en América Latina han disminuido sus índices de pobreza. Esto quiere decir que las políticas que se han llevado adelante han beneficiado a la población y sobre todo a los sectores más carecientes. Y si a eso le agregamos que desde el punto de vista económico no hemos sido nosotros los responsables de esta crisis, sino que la padecimos y salimos rápidamente de ella porque las conducciones económicas y las medidas que se tomaron disminuyeron vulnerabilidades que antes teníamos y hoy no. Por lo tanto, en los últimos años han existido progresos evidentes en toda América Latina y América del Sur en particular por lo que creo que los cambios se están produciendo.

Mandatarios enfermos

Además de dirigente político, Tabaré Vazquez es médico oncólogo. Sobre la seguidilla de presidentes y ex presidentes enfermos de cáncer en la región dijo que se sólo trata “de una racha más visible” y no de ninguna consecuencia física relacionada con el ejercicio del poder. “La incidencia del cáncer en la población no ha variado en los últimos años. Se calcula que se producen tres mil nuevos casos por año por cada millón da habitantes. Hay factores de riesgo para contraer con un cáncer como el cigarrillo. Lula, por ejemplo, fumó mucho tiempo. Pero lo que pasó con Chávez, Lugo, Dilma Roussef y Lula es lo que pasa con toda la población. Y sobre todo a medida que avanzamos en nuestra edad. A mayor edad, más riesgo de contraer un cáncer. Pero hoy de las enfermedades crónicas es la que más se cura si se diagnostica a tiempo. El cáncer de mama diagnosticado a tiempo se cura en un 90 por ciento, casi como una gripe”.