Luego del accidente del jueves

Reclaman autopista en la ruta nacional 7

DyN

Decenas de personas cortaron ayer la ruta nacional 7, a la altura del partido bonaerense de Chacabuco, donde el último jueves murieron cinco niños y tres adultos en un choque entre un camión y una camioneta, en reclamo de la construcción de una autopista.

Los vecinos advirtieron a las autoridades sobre los peligros que representa el tráfico en la mencionada ruta, reabierta en julio de 2007, tras ocho años de clausura parcial de 14 kilómetros entre las localidades de Diego de Alvear y Aarón Castellanos, extremo sur de la provincia de Santa Fe.

Precisamente, el último jueves a la noche un camión embistió a un vehículo y provocó la muerte de ocho personas. La ruta nacional 7, una línea recta desde la avenida General Paz hasta el Paso Internacional Cristo Redentor, integra el corredor bioceánico más importante de la Argentina.

La llamada Carretera Libertador General San Martín fue creada por un decreto de 1942 y atraviesa las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Luis y Mendoza hasta la Cordillera de los Andes, donde continúa en territorio chileno como Ruta CH-60.

La ruta quedó cerrada en 1999 por el avance de la laguna La Picasa que creció de 4 mil a 40 mil hectáreas y dejó sin tierras a decenas de productores. El camino quedó cerrado durante la presidencia de Carlos Menem, cuando las aguas cubrieron la cinta asfáltica, y permaneció así durante los gobiernos de Fernando de La Rúa y Eduardo Duhalde, hasta que el último 13 de julio quedaron inauguradas las nuevas obras.

El intenso flujo de tránsito para aquellos que necesitaron desde 1999 hacer el recorrido se dividió entonces entre la ruta 8 y un desvío improvisado para dar una solución al problema. El fallecido ex presidente Néstor Kirchner, Cristina Fernández, y los entonces gobernadores de Buenos Aires, Felipe Solá, de Córdoba, José Manuel de la Sota, y de Santa Fe, Jorge Obeid, habilitaron desde la ciudad de Rufino el tramo de la arteria que permaneció casi una década bajo las aguas.

Los vecinos de esta zona comenzaron a ver desde entonces lo que significó la rehabilitación de la ruta, cargada ahora de camiones y micros. El “cambio generacional” del parque automotor en la última década dio más potencia y velocidad para estos vehículos de carga y de pasajeros, y también para los nuevos utilitarios de los productores beneficiados por el “boom” sojero.