Una tendencia creciente

“Lolas” y liposucción, las cirugías preferidas por los santafesinos

Según los especialistas de la ciudad, la mayoría de las mujeres busca el aumento del busto y los hombres prefieren la reducción de grasa de la panza. Reclaman más controles por “prácticas clandestinas”.

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Ignacio Andreychuk

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Hay muchas teorías sobre los porqués de hacerse una cirugía estética: la competencia, la obligación de una imagen acorde al mercado de consumo y hasta la necesidad de sentirse atractivas (ellas) o un poco más jóvenes (ellos). Cada uno tendrá su propio argumento, lo innegable es la creciente y peligrosa tendencia de someter el cuerpo a una operación, porque en definitiva es eso, de menor o mayor complejidad.

En Santa Fe, las preferencias de las mujeres pasan por incrementar su busto (“Es la vedette de las cirugías, más en esta época”, asegura el Dr. Gabriel Zanetta), mientras que los hombres eligen la extracción de grasa de la panza. Son operaciones que aquí cuestan entre 9 y 15 mil pesos (la de implantes mamarios, incluido material y mano de obra, y varía de acuerdo con la calidad de la silicona) y entre 5 y 7 mil pesos (la lipoaspiración).

Sin embargo, las cirugías estéticas se cobraron dos vidas el mes pasado (ver aparte) y las consultas sobre los controles en la ciudad respecto de posibles prácticas clandestinas surgen casi instintivamente. “El Ministerio de Salud debería tener el control completo de los lugares habilitados para tal fin. Sucede que en la provincia, los colegios médicos asumen el control de las prácticas ambulatorias (sin internación). Hay mucho atraso en cuanto a que las inspecciones no se realizan con la periodicidad indicada”, señaló el Dr. Guillermo Iturraspe, presidente de la Regional Rosario y Litoral de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (Sacper).

Perfiles

Aquí, la mayoría de las mujeres menores de 30 años ya tienen definido lo que se van a hacer al momento de visitar el médico. Sus elecciones por excelencia son los implantes mamarios y la lipoabsorción en la panza; en menor medida, las piernas. Lo extraño es que hay algunas pacientes que llegan sin una idea clara y preguntan qué se pueden hacer para verse más lindas.

“En gente mayor de 40 años, directamente van a preguntarle al profesional qué deben hacerse para mejorar su imagen. No tienen algo definido”, agregó Iturraspe.

Por el lado de los hombres, en Santa Fe la primera elección es la lipoaspiración. También piden la blefaroplastia (bolsas debajo los ojos) y el lifting (estiramiento de cara y cuello). A nivel país, los implantes capilares tienen mucha demanda entre los caballeros, pero aquí todavía no se solicitan demasiado.

El titular actual de la Sacper-Regional Rosario y Litoral -abarca las provincias de Santa Fe y Entre Ríos- aseguró que “el cirujano que diga que no tiene complicaciones es porque no opera. Siempre hay complicaciones, pero se deben solucionar. Además, cuenta mucho el lugar donde se realizan las intervenciones: algunos hacen operaciones importantes en lugares que no tienen respaldo de terapia intensiva por si existen complicaciones graves, entonces no saben cómo salir de ese aprieto”.

Por su parte, el cirujano plástico Gabriel Zanetta explicó que los riesgos van de acuerdo con quién realiza las intervenciones, la institución médica en la cual se hacen y los materiales que se usan. “Muchos utilizan, por ejemplo, siliconas para implantes mamarios que no son de buena calidad para poder competir en el mercado”, dijo.

Mujercitas

Los hábitos cambiaron de tal manera que desde hace tiempo, las quinceañeras ya piden la operación de mamas en vez del tradicional viaje a Disney o la fiesta de sus sueños. ¿Cuáles son los riesgos de esa cirugía a tan temprana edad?

“Un implante mamario como regalo de los 15 años me parece una barbaridad. A esa edad, las mujeres todavía están en pleno desarrollo y no se sabe hasta cuándo ni cuánto van a desarrollar su busto”, señaló el médico especialista Guillermo Iturraspe.

“El problema es que hoy se hace esta práctica minimizando lo que significa una cirugía; muchos padres le dicen que se hagan las lolas como si fuera a comprarse un vestido. Me parece que es un error muy grande; en mi caso, las hago esperar por lo menos hasta los 18”, añadió.

Otro inconveniente que se presenta muchas veces con pacientes mayores es que, ante la negativa de un especialista para hacerse determinada intervención (puede ser para preservar su salud o porque estéticamente no es recomendable), generalmente van a buscar otro cirujano. “El paciente se autoconvence de que puede hacérselo y por allí encuentra alguien que le hace lo que quiere, pero a veces las consecuencias no son las mejores”, concluyó Iturraspe.

El rejuvenecimiento o lifting vaginal se puso de moda a partir del relato de varias famosas que tomaron la determinación de someterse a esa práctica. “Las consultas aumentaron y aquí se hacen, pero no son cirugías muy difundidas”, puntualizó el Dr. Iturraspe. Los procedimientos más solicitados son la reducción de labios (vulvoplastia o labioplastia) y operaciones de reducción del canal vaginal (vaginoplastia).

No

La prótesis peneana, además de tener complicaciones, se aplica poco desde la aparición del sildenafil (fármaco indicado para tratar la disfunción eréctil, como el Viagra). “En general, el hombre que consulta hace una pregunta suave, casi temerosa, y si deciden hacérselo van a Buenos Aires. He colocado una sola prótesis. Queda el miembro en una semierección, lo cual resulta bastante molesto”, explicó Iturraspe.

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Un implante mamario como regalo de los 15 años me parece una barbaridad. A esa edad, las mujeres todavía están en pleno desarrollo y no se sabe hasta cuándo ni cuánto van a desarrollar su busto.

Dr. Guillermo Iturraspe

Cirujano plástico

298.000

tratamientos estéticos

se realizan en Argentina por año, entre quirúrgicos y no quirúrgicos. El dato surgió del XIII Congreso Internacional de Medicina y Cirugía Cosmética, que se realizó recientemente, en septiembre pasado en Buenos Aires.

La cantidad de especialistas en estética del país sólo es superada en América por Brasil y México.

/// Encuesta 

El Litoral realizó una encuesta consultando “¿Qué cirugía estética te realizarías?”. Sobre 1.437 mujeres y 1.006 hombres, el 35,2 % y el 48 %, respectivamente, contestaron “ninguna”. La cirugía que prefieren las mujeres es la liposucción (19 %), seguida del rejuvenecimiento vaginal (18,5 %) e implante mamario (17 %). Los hombres eligen primero el implante peneano (21,7 %), seguidos por la liposucción (12,8 %) y el implante capilar (12,5 %).


Gluteoplastia

Según estimaciones de la Academia Sudamericana de Medicina y Cirugía Cosmética hay un incremento del 20 % de las consultas por embellecer el área comparativamente al mismo período de 2010, publicó el sitio Docsalud.com. Especialistas del Comité Organizador del XIII Congreso Internacional de Medicina y Cirugía Cosmética opinan que “esta situación puede estar influida por la televisión que muestran cuerpos esculpidos y, sobre todo, colas casi perfectas”.

 

Octubre trágico

15/10/11

Corrientes

Roxana Zárate, una chaqueña de 36 años, falleció tras pagar una liposucción que terminó mal: un glóbulo de grasa se escapó por un vaso sanguíneo y le ocasionó un edema de pulmón mientras la operaban. El médico y el anestesiólogo están acusados de homicidio culposo.

Incertidumbre

Desde el Colegio de Médicos de Santa Fe, en el área de Habilitación, no pudieron suministrar la información solicitada por El Litoral, debido a que no cuentan con la especificación de cuántos centros e institutos médicos hay habilitados para este tipo de intervenciones.

Esta entidad es la encargada de realizar las inspecciones tendientes a regular la actividad formal de los cirujanos plásticos de la ciudad.

/// el dato

21/10/11

Carlos Paz

Cristina Elba Portela de Torres, una cordobesa de 42 años, murió tras ingresar al quirófano del Sanatorio San Patricio para retocar su cuerpo. Había elegido achicarse el busto, lipoaspirarse el cuerpo y quitarse el exceso de grasa del abdomen. Nunca salió; hay un médico imputado.

Recomendaciones

Consulta. El profesional debe ser un cirujano especializado y no un esteticista.

Precaución. Si la persona tiene patologías de base, la operación debe realizarse en un sanatorio con unidad coronaria y terapia intensiva.

Comprensión. Los llamados “combos”, mediante los cuales una persona pretende salir completamente nueva, aumentan el tiempo quirúrgico, el post operatorio y la posibilidad de detectar complicaciones.

Entendimiento. Los especialistas insisten con difundir que “son cirugías, no es como entrar a la peluquería y pedir que le hagan las manos, los pies, y de paso, le tiñan el pelo o ir de shopping. Es una operación y tiene sus complejidades”.

Chequeos. Los análisis prequirúrgicos son determinantes para achicar el margen de error. Si es necesario, la persona debe concurrir a un psicólogo para estar seguro de querer someterse a una operación para mejorar su imagen.

ESPECIAL PARA EL LITORAL

OTRA MIRADA

Distinguirse y pertenecer

(*) Virginia Trevignani

Las visiones de sentido común sobre las prácticas de transformación del cuerpo (entre ellas, la cirugía estética) explican estas conductas aludiendo a la influencia de los medios masivos de comunicación en tanto espacio de producción y circulación de patrones de belleza.

Una mirada sociológica no sobrestima el peso de los medios, sino que identifica el contexto que torna posible y plausible estas prácticas sociales. El manejo del cuerpo debe ser contextualizado en el proceso de individualización, que permite la emergencia de una subjetividad específica en la actualidad.

En otras palabras, ser sujetos en sociedades contemporáneas supone una creciente reflexividad y un actor percibido como protagonista y constructor de su propia historia.

Bajo esta mirada puede interpretarse que hombres y mujeres, transformando sus cuerpos no son meros esclavos de las modas sino hijos de la libertad (parafraseando el título de un libro de Ulrick Beck publicado en 1997). Por supuesto que la circulación masiva de los patrones de belleza construidos socialmente en torno de cuerpos saludables (léase flacos y jóvenes) interviene en los procesos de moldeo del cuerpo. Pero prestar atención a esa única dimensión, invisibiliza la compleja relación entre cuerpo, subjetividad, identidades y estilos de vida en las sociedades actuales. Otras transformaciones sociales intervienen en el auge que han cobrado en la actualidad este tipo de prácticas. Por un lado, la disolución más temprana y también de mayor magnitud de los contratos formales o informales de pareja, habilita a hombres y mujeres solos una nueva entrada a vínculos amorosos. Por otro lado, la aceleración de los tiempos de la vida cotidiana, provoca que lo que no se puede lograr con esfuerzo personal sea adquirido con ayuda externa y en un corto tiempo, esto es, con intervenciones quirúrgicas. Por último, y en el caso específico de la incorporación de estas prácticas por parte de adolescentes, puede identificarse una paradoja: en paralelo a la construcción social de la niñez como una etapa de protección, juego y aprendizaje, se observa un proceso de adultización de la niña y adolescente.En todos los casos, un doble movimiento puede ser rastreado detrás de estas prácticas: distinguirse (construirse como diferente a otros) para pertenecer (construirse como similar a otros), son dos operaciones constitutivas al acto de modificación corporal.

(*) Socióloga FHUC-UNL.