Ganados y carnes

Se frena la caída del cuero vacuno

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Sacando el cuero. Después de haber experimentado una baja de entre 37 y 39 por ciento desde mayo último, el precio del cuero vacuno en el mercado local parece haberse estabilizado, evidenciando un freno en su caída. Foto:Archivo

Después de haber mostrado una baja entre 37 y 39 por ciento desde mayo, el precio interno del cuero vacuno parece estabilizarse.

 

Ignacio Iriarte

Después de haber experimentado una baja de entre 37 y 39 por ciento desde mayo último, el precio del cuero vacuno en el mercado local parece haberse estabilizado, evidenciando un freno en su caída. Desde la industria curtidora se atribuye el descenso en el precio internacional del cuero a la baja operada no sólo en la industria automotriz especialmente la europea sino también en la industria del calzado, donde hace ya meses que se viene verificando una sustitución del cuero por sintéticos.

Hasta ahora y hasta donde se sabe las curtiembres retiran todos los cueros de las plantas frigoríficas, a diferencia de la crisis del 2008/09, en la que se formó un enorme stock de cueros salados en poder de los frigoríficos al dejar de comprar buena parte de las curtiembres.

Hoy, en cambio, el cuero se vende, aunque con plazos de pago que se han estirado. La baja del cuero trajo aparejada una caída del 25-30 por ciento en el crédito bruto de matanza, lo que ha llevado a su vez a una baja en los recuperos pagados a los usuarios (matarifes, supermercados), que habrían pasado en promedio de 1,20 peso por kilo en gancho hace tres o cuatro meses, a unos 40 centavos en la actualidad, esto en el caso de compra de hacienda en directo.

Muchos frigoríficos han manifestado a sus usuarios la intención de reducir a cero los recuperos pagados a partir de enero. Según nos dicen los matarifes, ante un precio de la hacienda inflexible a la baja, la baja de los recuperos ha sido transferida en parte al precio de la carne vacuna en gancho que se le provee al carnicero, y en parte a los márgenes de rentabilidad con que se opera. “La hacienda de consumo tendría que haber bajado unos 50-60 centavos por kilo en pie después de la baja del recupero, pero como hay poco ganado y esto limita cualquier baja, se ha reducido el margen de utilidad y se ha debido aumentar el precio de la carne en gancho”. Con todo, amortigua la caída del precio del recupero la buena demanda que tienen en estas últimas semanas varias menudencias, especialmente la lengua, mollejas y chinchulines.

Enfriamiento

Se ha enfriado también la demanda por invernada. Un rematador muy importante de la provincia de Buenos Aires nos asegura que en las operaciones de diciembre de su firma el ternero macho cotizó hasta un 10 por ciento más abajo que a fines del año pasado, pese a que la oferta de invernada es baja, más reducida aún que hace un año.

Asimismo, hay todavía muy pocos negocios a término con terneros, que se hacen alrededor de los 11,00 y 11,50 pesos, con el 80 por ciento del importe pago ahora y el 20 restante a la entrega en el otoño próximo.

Las expectativas económicas no son las mejores: hay amplias zonas que están entrando al verano con una seca preocupante, y se está ofertando parte de todo lo mucho que se ha retenido en los últimos dos años. No hay expectativas de subas de precios y los feedlots (grandes animadores de este mercado) están reponiendo sólo la tercera parte de lo que venden. Los precios del ternero (11,50-12,00 pesos por kilo vivo) siguen siendo muy buenos, pero se achicó algo la enorme diferencia en relación al gordo que prevaleció durante el último año y medio.


Retroceso global

Las exportaciones del Mercosur fueron en el 2007 de 3,3 millones de toneladas. Desde entonces han venido bajando año a año, hasta tocar los 2,47 millones este año (-25 por ciento). En el mismo lapso, retrocede algo Australia, que está embarcando en 2011 unas 1,35 millón de toneladas, mientras que Estados Unidos, recuperado de la crisis de la BSE, pasa de 650 mil toneladas en 2007 a 1,15 millón de toneladas durante el año que termina