Al margen de la crónica

Farmacia y biblioteca

En un rincón de un lugar tan improbable como una farmacia, una biblioteca acerca la lengua española a los habitantes del sur del Líbano, gracias al esfuerzo de una boticaria comprometida y del contingente militar español en ese país. La farmacia-biblioteca, a solo cinco kilómetros de la base militar “Miguel de Cervantes”, es frecuentada tanto por libaneses como por españoles y su “padre” tiene nombre y apellido.

“La biblioteca se la debemos al subteniente Alfonso Toledano, que hace tres años y medio estuvo aquí, donde enseñó español. Al irse prometió ayudar a sus alumnos de Marjayún y Kleia para que no perdieran lo que habían aprendido”, dijo a Efe la “bliboticaria“ Georgina Neematala Majfuz.

Los militares españoles integrados en la Fuerza Interina de Naciones Unidas para el Líbano (FINUL) enseñan el castellano a unos 4.000 alumnos de 22 centros escolares libaneses con el apoyo del Instituto Cervantes.

“Una vez llegado a Gijón, (Toledano) contactó con el ayuntamiento de su ciudad y comenzó a enviar libros en 2009 con el fin de hacer una especie de centro cultural en Marjayún para quienes quisieran profundizar en el castellano”, agregó Majfuz.

En la actualidad, cuentan con unos mil libros en castellano, si bien no todos están en la farmacia, ya que algunos fueron entregados al colegio de los Sagrados Corazones, en Marjayún, y al del Padre Mansur, en Kleia.

“Ahora esperamos que el CIMIC (Centro Civil Militar de Cooperación) fije una fecha para hacer una nueva entrega de libros”, y agregó que su servicio cuenta con la ventaja de que no hay un plazo para la devolución, ya que conoce a todos los usuarios “y nunca ha habido problemas”.

Todos los libros de la farmacia-biblioteca están en español, aunque entre ellos los hay también traducidos de literaturas como la portuguesa o la árabe.

Entre las obras expuestas en los estantes de la farmacia, con autores tan dispares como Mario Vargas Llosa, Miguel de Cervantes o Agatha Christie, se encuentran además libros infantiles.

“Mis hijos ya han comenzado a estudiar el español y cuando estén en un nivel más avanzado podrán disfrutar de las obras literarias y así conocer más la cultura y literatura del mundo hispanohablante, tan importante en la actualidad”, señaló Majfuz. Muchos habitantes de esta zona del sur del Líbano están agradecidos a los militares españoles, según la boticaria, por haber difundido una nueva lengua en la región, debido a que “en general, ellos solo hablan su idioma, mientras que nosotros acá hablamos muchos”.

Los libaneses son conocidos por su poliglotismo y, cuando terminan sus estudios secundarios, es frecuente que dominen el inglés y el francés, además del árabe. “Tenemos un dicho que dice que un idioma vale por una persona nueva”, recordó Majfuz.

España tiene desplegados en el Líbano unos 1.100 militares, entre el Cuartel General de la FINUL y la base “Miguel de Cervantes”, en Marjayún, que velan por el cumplimiento de la resolución 1701 de la ONU, que puso fin a la guerra de Israel contra el Líbano en 2006.