El antiguo vapor Bio Bio tiene amarra en el Puerto

Buscan retener en la ciudad un remolcador a vapor de la Segunda Guerra Mundial

Desde el Museo del Puerto quieren emplazar la reliquia náutica inglesa en tierra firme para preservarla y exponerla al público como buque museo. Pero necesitan apoyo económico y el compromiso de toda la ciudad. Un barco similar, el Triunfador, partió del Puerto hace poco rumbo a su destino final.

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Increíble. El Bio Bio se encuentra casi en su estado original, a más de 70 años de su botadura, aunque deteriorado por el paso del tiempo. Las pocas modificaciones efectuadas son la elevación de su puente de mando para brindar mayor visibilidad, pero aún este cambio data de muchos años y no causa un gran contraste en su aspecto general antiguo. Los equipos y maquinarias son originales, como así también los interiores y alojamientos. Foto: Mauricio Garín.

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Nicolás Loyarte

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@nicoloyarte

El remolcador de mar a vapor Bio Bio flota manso amarrado al Dique I del Puerto de Santa Fe. Este viejo trabajador de hierro y madera que supo atravesar embravecido el océano Atlántico es un sobreviviente de la vasta flota de remolcadores a vapor que prestaron servicios en aguas argentinas en la primera mitad del siglo pasado.

El Bio Bio pasó su vida arrastrando gigantes con sus máquinas a vapor de triple expansión. Hoy está quieto, inmóvil, deshabitado. Sólo un marinero a cargo lo repasa. Tiene su coraza de hierro algo herrumbrada y el botazo de madera mustia. Pero su alma vibra, sabe de historias alucinantes por mares bravíos.

Los miembros del Museo del Puerto de Santa Fe pretenden transformar el Bio Bio en un buque museo. Para ello primero tienen que lograr que el barco se quede en la ciudad, donde tiene su amarra desde hace ya dos décadas. Con ese objetivo, el Museo inició gestiones ante sus propietarios, la firma marítima Maruba SCA, con sede en Buenos Aires. Quieren emplazarlo en tierra firme, en la cabecera del Dique II o en el ingreso al Puerto, para disfrute de visitantes y turistas.

“Tenemos gestiones avanzadas con Maruba”, explicó Graciela Pérez, directora del Museo del Puerto. “Desde esta entidad tenemos una identificación total con el barco, por nuestra cultura portuaria. Por ello buscamos el rescate y puesta en valor”.

El Bio Bio es uno de los dos remolcadores similares que están “vivos”. Fue construido en el astillero Cochrane & Sons, Ltd. de Selby, Inglaterra, en 1942. Allí fabricaron 18 y sólo quedan dos. El otro se encontraba abarloado al Bio Bio hasta hace poco en Santa Fe y se llama Triunfador, hasta que Maruba decidió llevarlo a Ramallo, dejando así solitario al Bio Bio.

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Bio Bio. El vapor tiene 32,50 metros de eslora, 7,92 metros de manga, 3,96 metros de puntal y 3,58 metros de calado.

Foto: Mauricio Garín

Su rica historia

Pero el Museo del Puerto no es el único que le echó el ojo al Bio Bio. La Fundación Histarmar, dedicada desde 2011 a la investigación histórica sobre temas marítimos, fluviales y portuarios, indagó la rica derrota de este remolcador, al igual que del Triunfador, con el mismo objetivo: rescatarlos para transformarlos en museos.

Gracias a estos documentos se puede saber hoy que el casco del vapor amarrado en Santa Fe besó el agua por primera vez la mañana del lunes 19 de enero de 1942, bautizado como Empire Goblin, y fue entregado a sus primeros propietarios el 5 de junio de ese año.

Navegó hacia Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, donde fue escolta de convoyes hasta el ‘48, cuando fue adquirido por la firma argentina Ángel Gardella & Cía, que lo rebautizó Bio Bio, y pasó a integrar la Flota Argentina de Navegación Fluvial. En la década del ‘80, el Bio Bio fue adquirido por sus actuales dueños, Maruba SCA —con presencia en tráficos de línea al Mediterráneo y transporte de graneles—, operando en los puertos de Necochea y Quequén, y posteriormente, durante los ‘90, en nuestra ciudad, donde apagó sus motores para siempre. Afortunadamente y gracias a la prudente decisión del armador con una guardia permanente abordo.

Futuro incierto

Cabe mencionar que tras la disolución de la flota fluvial, los remolcadores más modernos con motores diesel siguieron trabajando al ser comprados por navieras privadas y los más antiguos, como el Bio Bio y el Triunfador, dejaron de operar.

Cuenta Histarmar en sus documentos históricos que el Bio Bio se consideraba perdido ya en 1984, cuando tras una investigación fue localizado por el capitán Julio Astrada —miembro de fundación— amarrado en Santa Fe. Es uno de los tres únicos sobrevivientes de los casi 140 remolcadores de 5 variantes construidos por el Almirantazgo británico durante la Segunda Guerra Mundial. Por ello consideran que merece un futuro asegurado. En noviembre de 2012, Maruba comunicó a Histarmar su intención de donar el remolcador Bio Bio (y el Triunfador) con la condición que no vuelva a operar comercialmente. Luego comenzaron las gestiones para preservar y presentar los buques, y sus eventuales alternativas de localización, que están en marcha en estos momentos.

Destino final

El proyecto inicial propuesto por Histarmar fue trasladar al Bio Bio a Puerto Madero o La Boca, en Buenos Aires, por considerarlas zonas de alto impacto visual debido al turismo nacional e internacional que las visita. Pero ante las gestiones de las autoridades del Museo del Puerto santafesino parara retenerlo en la ciudad, se abrió esta nueva posibilidad de retener este atractivo barco de gran valor histórico.

Mientras su destino se dirime en despachos, el Bio Bio flota en silencio, como escondido o agazapado, junto al muelle del Puerto local.

Vapores a desguace

  • La investigación de la Fundación Histarmar recuerda que a fines de los años ‘70 una disposición oficial terminó con el uso de remolcadores a vapor en el Puerto de Buenos Aires, por lo que muchos de los existentes por entonces fueron vendidos para desguace, pasando unos pocos a servir en puertos del Litoral fluvial. Para fines de los ‘80, casi ninguno quedaba en servicio. Lenta pero inexorablemente, las embarcaciones que formaron la columna vertebral de los servicios de remolque en nuestras aguas durante las primeras seis décadas del siglo XX fueron desapareciendo, y con ellas el arte de su navegación, de la operación de plantas a vapor y la memoria de la era de los remolcadores con ese tipo de propulsión. Y si no fuera por la continuada existencia de los remolcadores Triunfador y Bio Bio, ésta se perdería para siempre. De allí el inmenso valor patrimonial e importancia histórica de las unidades, cuyo estado, después de 80 y 70 años de uso es llamativamente cercano al original, con muy pocas modificaciones. (Fuente: www.histarmar.com.ar)

 

 

análisis

por Mario Salva

Hay que preservarlo en Santa Fe

Hace aproximadamente un año, buscando páginas web de arqueología naval descubrí lo que estaba frente a nuestra vista desde hace muchos años y no lo veíamos. Los dos remolcadores, Triunfador y Bio Bio, son de origen inglés y forman parte de la historia de nuestro Puerto. El estado de originalidad en el que se encuentran es algo maravilloso. Máquina, instrumentos y hasta el tapizado en su interior. Existen al día de hoy muy pocos barcos de estas características. En Holanda han restaurado uno de ellos y es exhibido en una terminal portuaria para que sea visitado por turistas. El Triunfador partió del Puerto local proa a Buenos Aires donde es reparado con el objetivo de exhibirlo en Puerto Madero. Nos queda el Bio Bio, que puede ser trasladado a otro puerto. Es por ello que entre todas las entidades náuticas, portuaria y estamentos gubernamentales, debemos preservarlo en nuestra ciudad, ya que es parte de nuestra rica historia.Comodoro del Yacht Club Santa Fe