El sábado 31 de agosto desde las 18, en ATE Casa España (Rivadavia 2871) llegará “El Principito, experiencia holográfica”, un espectáculo para toda la familia con el protagónico en escena de Mechi Lambre (conocida por su interpretación de Ludmila Ferro en la tira “Violetta”) como el Principito (el inmortal personaje creado por Antoine de Saint-Exupéry), interactuando con una serie de animaciones con recursos de alta tecnología, con las interpretaciones de destacadas figuras. Las entradas anticipadas están a la venta en la boletería de la sala, o de manera online por sistema Ticketway.
De paso por Santa Fe en plan promocional, la actriz charló con El Litoral sobre la técnica del espectáculo, los desafíos que le implican, y algunas reflexiones sobre su carrera profesional.
—¿Cómo es esta experiencia holográfica para el espectador y cómo es tu vivencia?
—Para los que no saben qué es el holograma es una proyección arriba del escenario que se ve como un 3D. Se proyecta lo que es escenografía y el resto de los actores, soy la única que está en escena. Lo que van a ver es quizás la magia que es difícil representar en un teatro como cosas volando, eso lo van a poder experimentar.
La productora Toma Virtual hace animación, así que lo que se proyecta está animado. Los personajes como la Flor o el Zorro (obviamente una flor no habla, un zorro tampoco) los chicos los van a ver: no van a ver un ser humano disfrazado de Zorro; en el fondo ellos saben que es un humano que está disfrazado (risas). Van a poder vivirlo como si fuese real. Es algo nuevo y lindo de ver.
—¿Cómo fuiste seleccionada para el personaje?
—Me recomendó una amiga, que es Adriana Salonia. Era amiga de la producción, y cuando estaban buscando al Principito surgió de ella y de su marido Paco (Mármol) proponerme a mí. Tuve una reunión, les gusté, me gustó el proyecto y empezamos.
—Adriana hace una de las voces.
—Hay muchos otros nombres de artistas prestigiosos.
—Sí, el Zorro es Fabián Vena; el Rey es Manuel Wirtz; el Geógrafo es Nico Scarpino; Roly Serrano hace de la Serpiente; Dani La Chepi es la Mujer de Negocios; Facundo Gambandé, que estuvo conmigo en “Violetta”; Alejandro Paker, que es rosarino, hace del Aviador.
—¿Qué te demanda a vos como la artista en escena interactuar con la animación? Está todo muy cronometrado y vos tenés que estar ajustada.
—Esa es la palabra: está todo cronometrado. Es como una actuación técnica: estoy dentro de limitaciones técnicas como hablar antes de que salga el audio, o mirar hacia el lugar donde supuestamente están, porque yo no veo los hologramas, estoy detrás de la proyección. Son cosas muy puntuales que dificultan la organicidad, pero es un desafío como actriz volver a imaginar: no veo nada, es como volver a tener seis años, volver a ir a la clase de teatro, que no haya nada pero que me digan: “ahí hay una mesa”. “Pero no está”. “Está. Ahí hay un vaso” (risas).
—Después de participar de un éxito televisivo como ha sido “Violetta”, ¿cómo es volver a salir a los escenarios y encontrarse con el espectador?
—Para mí es muy hermoso, porque después de “Violetta” hice otra novela que también hicimos varias temporadas y la película (“Heidi, bienvenida a casa”), pero “Violetta” tuvo gira y esta no. Entonces esta sí es la segunda vez que hago gira; hice teatro en Buenos Aires pero no es lo mismo. Me pasa que ahora poniendo que voy a estar en Santa Fe me empiezan a escribir las personas que me siguen por las redes sociales (podés estar un montón en contacto): “Me acuerdo cuando viniste”.
Para mí es hermoso poder volverme a encontrar más que nada con el público argentino, y visitar cada provincia: eso lo valoro un montón. Porque siento a veces que Buenos Aires está un poco como apartada, las obras las hacemos allá; y es muy complicado ir hasta Buenos Aires, o no tenés la posibilidad.
—Es diferente: en la temporada en Buenos Aires salís del teatro, saludás en la puerta cuando te estás yendo y te vas a tu casa. La experiencia de gira es otra.
—Sí, es hermosa. Primero hay una adrenalina de estar de viaje, es un lío. Capaz que en el teatro la gente se queda a saludarte, pero es diferente, porque vos vivís ahí, y si no te ven en esa vuelta te ven en la otra; saben a qué hora salís, a dónde ir a buscarte; saben que terminás de grabar a las 8 y ahí están en la puerta del estudio (risas). Acá me preguntaban: “¿Y en dónde te puedo ver?”. Están más expectantes.
—Estrenamos en Rosario ahora (por el viernes); después vamos a Paraná, Córdoba, Saladillo, y después funciones a definir.
—Para tu carrera, ¿qué más tenés en vista?
—Terminamos de estrenar en Rosario y me voy para Rawson a grabar una película, “Yo, traidor”, el protagonista es Mariano Martínez; está Arturo Puig y un montón de actores de nombre. Estoy actualmente con eso y después se verá. “El Principito” está proyectado como para rato; en el camino habrá otras cosas.
Termino la función, viajo a la noche, el domingo viajo para Chubut por la mañana. Hacer las dos cosas al mismo tiempo es un lío, la producción me deja. Lo ideal es estar enfocado en un trabajo...
—Pero la carrera es un poco así, y tu momento.
—Obvio: cuando se dan las oportunidades, si podés ser responsable y hacer todo es un diez. Si no, bueno, se dice que no (risas).
El Principito: Mechi Lambre.
Intérpretes digitalizados: Alejandro Paker (Aviador), Adriana Salonia (Rosa), Manuel Wirtz (Rey), Facundo Gambandé (Vanidoso), Martín Vásquez (Borracho), Dani La Chepi (Mujer de Negocios), Sergio Paglini (Farolero), Nicolás Scarpino (Cartógrafo), Roly Serrano, (La Serpiente), Fabián Vena (Zorro), Turko Naim (Mercader), Federico Falasco (Guardabarreras), Bautista García Irazoqui (Niño), Gabriela Bevacqua (Madre).
Dirección de arte: Liliana Romero.
Producción general: Gonzalo García Luna.
Realización: Toma Virtual SRL.