Un enfoque erróneo para la Gestión de Riesgo

Por Abog. Carlos Pereira (*)

La gestión de Emilio Jatón dispuso -como resulta lógico- un nuevo organigrama municipal readaptando la estructura de Secretarías y Subsecretarías del Municipio.

Pero no podemos dejar pasar por alto lo que consideramos un retroceso, en una de las políticas públicas en la que se han hecho notables avances en los últimos años, con logros que han sido reconocidos en todo el país y en el exterior: la Gestión del Riesgo.

En concreto: en el nuevo organigrama existe una Subsecretaría de Gestión de Riesgos que depende de la Secretaría de Recursos Hídricos. Es decir: se limita la gestión del riesgo a la problemática hídrica.

El esquema es el mismo que estuvo vigente durante la última gestión justicialista de Martín Balbarrey.

A partir de las Intendencias de Mario Barletta y luego los dos períodos de José Corral se avanzó en un criterio que no sólo ampliaba las políticas de riesgo a otras áreas y problemáticas, sino que avanzaba hacia una concepción integral a partir de adoptar una visión transversal de los desafíos que debía afrontar la Ciudad y, por lo tanto, el Director de Gestión de Riesgo fue un funcionario que dependió directamente del Intendente y con capacidad de “influir” en todas las Secretarías del Ejecutivo Municipal.

¿LA CIUDAD TIENE SOLO COMO RIESGO LAS LLUVIAS Y LAS CRECIDAS?

Claro que no.

De hecho hoy el Municipio de Santa Fe tiene protocolos de intervención en tormentas de viento, derrumbes, incendios, derrames de líquidos peligrosos en la vía pública, entre otros.

Y surge entonces otra pregunta: al ser Gestión de Riesgo un área que depende de Asuntos Hídricos ¿qué competencia tiene la cuestión hídrica ante un derrumbe, por ejemplo? En estos casos, son necesarias las intervenciones de las áreas de Edificaciones Privadas, COBEM, quizás Tránsito, quizás algún auxilio de Obras Públicas, pero nunca Asuntos Hídricos.

Durante los últimos años de la gestión de José Corral las intervenciones ante las tormentas de viento demandaron una mayor cantidad de recursos humanos y económicos que las situaciones producidas por lluvia. En este tipo de tormentas es indispensable la actuación de las áreas de Ambiente y Espacios Verdes, Obras Públicas, Tránsito, muy raramente de Asuntos Hídricos.

El nuevo organigrama municipal resulta ilógico y, lo que es más grave, carente de practicidad.

UNA VISIÓN INTEGRAL Y TRANSVERSAL DEL RIESGO

Pero hay otro aspecto que resulta fundamental y en el cual la Ciudad de Santa Fe se ha destacado incluso en el plano internacional: concebir la Gestión del Riesgo como Política de Estado Integral, incorporando este enfoque a toda la planificación urbana y promoviendo la construcción de una cultura de la resiliencia.

Una visión integral requiere ir más allá de lo relacionado a cómo una Ciudad se prepara o afronta determinado tipo de riesgo, cuestión que un área municipal específica debe desarrollar -y para lo cual es importante que exista un funcionario específico que se ocupe de ello-.

Una visión integral requiere promover la planificación y un desarrollo urbano resiliente; requiere fortalecer las capacidades financieras e institucionales; requiere desarrollar toda la infraestructura urbana pensando en los riesgos y la resiliencia; requiere la articulación de la participación y las capacidades sociales para fortalecer una cultura de la prevención.

El desarrollo de estos objetivos no depende solo de un área específica del Municipio, mucho menos del área de Asuntos Hídricos.

Por eso hasta Diciembre de 2019 el Director de Gestión de Riesgo fue un funcionario que dependía directamente del Intendente con la capacidad de articular todas las áreas de la gestión. Las áreas de Planeamiento, Obras Públicas, Gobierno, Hacienda, Hábitat, Educación, Desarrollo Social tienen que realizar aportes muy valiosos en la construcción de una Ciudad Resiliente y preparada ante los Riesgos. Pero para el Intendente Jatón la mirada quedó subsumida a la Secretaría de Asuntos Hídricos.

RECONOCIMIENTOS INTERNACIONALES.

La Ciudad de Santa Fe recibió el premio Sasakawa otorgado por Naciones Unidas en el 2011. Fue la primera de Argentina en sumarse a la campaña mundial “Desarrollando Ciudades Resilientes: Mi Ciudad se está preparando” llevada adelante por la Oficina de las Naciones Unidas para la Gestión de Riesgos de Desastres obteniendo la distinción de “Ciudad Modelo Ejemplar” en 2012; y en el marco de la misma José Corral fue reconocido como Alcalde Campeón de la Campaña 2010-2015.

En oportunidad de la entrega del reconocimiento de Alcalde Campeón, Naciones Unidas señaló: “uno de los aspectos que merecen destacarse es la integralidad en el abordaje de la gestión de riesgos que ha logrado articularse en un sólido trabajo transversal con TODAS las áreas de gobierno; esto ha permitido lograr avances en los 10 aspectos esenciales de la Campaña, poniendo énfasis en las estrategias de planeamiento urbano y en la trascendencia de este enfoque en la construcción y consolidación de liderazgos políticos”.

Doce años de avances y de reconocimientos internacionales acaban de ser destruidos.

En el nuevo organigrama existe una Subsecretaría de Gestión de Riesgos que depende de la Secretaría de Recursos Hídricos. Es decir: se limita la gestión del riesgo a la problemática hídrica.

Durante los últimos años, las intervenciones ante las tormentas de viento demandaron una mayor cantidad de recursos que las situaciones producidas por lluvia.

Una visión integral requiere promover la planificación y un desarrollo urbano resiliente; requiere fortalecer las capacidades financieras e institucionales; requiere desarrollar toda la infraestructura urbana pensando en los riesgos y la resiliencia.

(*) Concejal de la Ciudad de Santa Fe