Por José E. Bordón | [email protected]
La crónica señala casi a diario denuncia de productores. Ante la falta de respuestas, los productores han comenzado a armarse para defender lo que nadie defiende.
Por José E. Bordón | [email protected]
En el interior hay cosas que no cambian tan fácilmente. Una de ellas es el abigeato (robo de ganado), que desde tantísimos años es comentario corriente entre los productores. La crisis económica tiene mucho ver en la actualidad. A diario hay denuncia de casos y, lo peor, como se mencionó con cierto temor en estas mismas páginas, los campesinos comienzan a armarse para defender lo suyo. Y lo suyo son esos animales que tienen un gran valor para cualquier explotación ganadera.
Por eso no sorprendió lo que hace apenas unos días denunció Oscar Araujo, propietario del establecimiento rural “La Claudia”, que se encuentra ubicado en el departamento 9 de Julio, próximo a la Ruta Provincia 91S. “Siento impotencia. Lo último que hicieron los cuatreros fue carnear un ternero de 170 kilos aproximadamente. Esto es desesperante porque tenemos que convivir con los delincuentes que están al acecho de los animales que uno con mucho sacrificio logra tener. En mi caso particular, ya van catorce que carnean en mi campo en el lapso de un mes”, declaró. Cuando se lo consultó qué podía hacer, Araujo fue categórico: “Ya no se qué medidas tomar. Porque cuando voy a hacer la denuncia a la seccional de la guardia rural, me responden que no tiene vehículo para trasladarse al lugar del hecho y mucho menos para hacer operativos de prevención”. Según reconoció, junto con otros productores afectados por este tipo de delitos, “estamos a la espera de que las autoridades actúen y elaboren estrategias de seguridad y prevención para que los productores ganaderos de la zona no queden desamparados y a merced de los delincuentes”. Razones no faltan.
Similar es el caso que denunció Eduardo Bergesio, un productor radicado a 6 kilómetros de la ciudad de Ceres, en el extremo Noroeste de la provincia, en el límite con Santiago del Estero. Al pobre Bergesio, en un año, le faenaron 17 vacunos. Cuando su caso tomó estado público, la intendenta ceresina, Alejandra Dupouy, se comprometió a buscar respuestas de parte de la provincia.
Bergesio comentó en declaraciones a diferentes medios de la región, que los vecinos también resultaron víctimas de abigeato. “Ya se hicieron denuncias en los diferentes organismos de seguridad pero no se puede descubrir nada. Hasta cuándo nos van a seguir robando, los ... van con toda la tranquilidad. Lamentablemente, hasta que no queden muertos en un campo no van a parar. Y creo, cómo se están dando las cosas, que no falta mucho para esto”, sostuvo con el enojo que esa situación supone. Lo del campesino del norte resume varias cosas a la vez: un daño económico importante pero -quizá lo más relevante- un nivel de impotencia que a todos preocupa.
Si hacía falta un eslabón más a esta cadena de problemas, cerca de esta capital, en Colonia San José, productores denunciaron que cada semana se producen hechos de abigeato que causan grandes pérdidas. Como reflejó este mismo medio jornadas atrás, los mismos damnificados lanzaron una severa advertencia que las autoridades tienen que atender: “Si alguien no toma cartas en el asunto esto va a terminar mal; ya hay varios productores que decidieron armarse y patrullan el campo durante la madrugada”, dijo un afectado.
Pese a todo lo que se viene denunciando, parece que no se hace lo suficiente para evitar esta ola de delitos. Falta apoyo logístico para trabajar en zonas inhóspitas. Sólo se lanzó un mapa del delito rural con datos que envían los productores. Se trata de una herramienta que se ideó en 2018 y apunta principalmente a prevenir el robo de ganado y la inseguridad en los campos. El mapa nació como un registro y se convirtió en una base de datos a través de la cual los productores pueden denunciar en tiempo real para que la Policía acuda al lugar de los hechos. La pregunta lógica no se hace esperar: ¿Alcanza?