Las bandas que se dedican al robo de motos son difíciles de combatir. Los ladrones actúan con decisión y destreza. Utilizan cascos siempre, para evitar que sus rostros queden expuestos a los ojos de testigos y las lentes de las cámaras de vigilancia. De esta manera, es imposible reconocerlos y muy complicado vincularlos a algún hecho en particular.
Además, con aceitados mecanismos se deshacen del botín en cuestión de minutos. Los vehículos terminan indefectiblemente en desarmaderos clandestinos o en manos de falsificadores que los venden a vecinos desprevenidos con papeles apócrifos. Se trata de una telaraña de gavillas criminales que “trabajan” de manera muy organizada. La Agencia de Investigación Criminal, en un caso que es llevado adelante por la fiscal Rosana Marcolín, desmanteló este fin de semana una banda de estafadores que comercializaba motos robadas con “papeles truchos” a través de redes sociales y que tenía vínculos con distintos grupos de asaltantes, como por ejemplo los imputados por el asesinato de “Maxi” Olmos.
La investigación de Marcolín comenzó a mediados del año pasado, después de que llegaran a la Planta Verificadora de la ciudad varios rodados con documentación adulterada. Se trataba de compradores que “caían” de buena fe, aunque con imprudencia. Así, uno le pagó a los delincuentes 160 mil pesos por una Honda Tornado, otro abonó 95 por una moto y alguien entregó dos autos como canje.
Por las mismas redes sociales, se inició un rastreo que llevó a los investigadores hasta el seno de la banda de falsificadores. La fase de recolección de pruebas estaba en marcha todavía cuando un evento precipitó todo. La semana pasada, la víctima de un robo observó por facebook que un sujeto ofrecía la moto que acababan de robarle. Simuló ser un cliente para citar al vendedor y cuando se encontró con él lo enfrentó, lo detuvo y lo entregó a la policía. El arrestado era parte de la organización que estaba bajo la lupa, por lo que la fiscal tomó la decisión de actuar con rapidez, para evitar que el resto de los cómplices se deshiciera de evidencia.
De esta manera, el pasado viernes temprano por la mañana, la policía allanó una decena de domicilios de la capital provincial. Tres de los procedimientos fueron exitosos. Los uniformados hallaron motos robadas con pedido de secuestro, otras con numeración adulterada y también algunas sin papeles. Además, en la casa de uno de los apresados encontraron títulos “truchos” y todo lo necesario para hacer las falsificaciones: cartulinas, elementos para plastificar, fotocopiadora, impresora láser, computadora. “Dejaban muy bien los papeles”, reconoció uno de los pesquisas.
En total son once los casos que investiga la fiscal por el momento. Se logró recuperar parte de lo robado, pero hay unos 500 mil pesos que todavía no aparecieron. Estiman desde el MPA que aparecerán nuevas víctimas con el correr de los días.
“Criaturas”
Tres de los seis detenidos quedaron en prisión preventiva este martes, imputados por diversos delitos. Por otra parte, las novias de dos de ellos recuperaron la libertad, pero sus defensores reconocieron ante el juez que aceptaban sus culpas y habían “arreglado” con la fiscalía un juicio de procedimiento abreviado y una pena de tres años de prisión en suspenso. Cada una de ellas estuvo presente en al menos una de las maniobras delictivas, acompañando a sus parejas como cómplices.
Los imputados son jóvenes de clase media, cuyas edades no superan los 20 años. “No eran marginales. Parecían criaturas. Sus familias aparentemente no sabían nada de lo que hacían. Los parientes se mostraron totalmente sorprendidos al enterarse”, dijo uno de los investigadores.
“Maxi”
Algo que ya estaría demostrado es que la banda desbaratada operaba con ladrones de motos, los acusados de matar a Maxi Olmos, entre otros.
Como se recordará, este joven fue asesinado la noche del pasado 19 de setiembre, en la esquina que forman los pasajes Larramendi y Pasteur. Lo ejecutaron y le robaron su moto nueva. Después se supo que los homicidas esa noche salieron a “brindar por el finado”, en un acto de increíble cinismo.
Por el crimen están presos Cristian “Pastelito” Martínez y Jesús “Gringo” Noriega. La moto de 300 centímetros cúbicos en la que se movían estos sujetos tenía papeles que habían sido confeccionados por los ahora imputados.