Garantizar el derecho a la educación, asegurar el pago de los salarios, preservar las fuentes de trabajo y la salud de docentes, no docentes, auxiliares y personal directivo. Tareas en las que se concentra el sistema educativo durante el aislamiento social preventivo y obligatorio. En las escuelas de gestión privada, el panorama no escapa a las preocupaciones. Durante la cuarentena, una gran parte de las instituciones sufrieron una merma de sus ingresos, pese a que los valores están congelados al valor del mes de febrero.
Desde la semana pasada, el ministerio de Educación de Santa Fe habilitó la asistencia a los establecimientos privados por parte del personal administrativo, de limpieza y de mantenimiento. Con previa autorización del ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, se busca garantizar un funcionamiento mínimo de los colegios que no estén bancarizados.
“En este momento, tenemos 845 escuelas y 845 problemas”, manifestó el director provincial de la Educación Privada, Rodolfo Fabucci. En diálogo con El Litoral, el funcionario explicó que hay “preocupación” de parte de los directivos y representantes legales. Además, resaltó el acompañamiento de los docentes que sostienen el vínculo pedagógico ante la suspensión de las clases presenciales, y detalló el escenario de los comedores escolares en los barrios más postergados.
Actividad mínima en los establecimientos
“Posibilitamos una circulación mínima y habilitar una caja de cobro, con un protocolo de actuación, distanciamiento social y la higiene necesaria. Hablamos de entre 3 y 4 trabajadores de establecimientos que llegan hasta 150 personas. Un cajero, un liquidador de sueldo y un portero, más no”, dijo Fabucci sobre la actividad de excepción sobre el aislamiento.
Previa declaración jurada y protocolos aprobadas según las resoluciones del ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social 40 y 41, pueden asistir a las instituciones los considerados servicios esenciales institucionales de limpieza, seguridad y mantenimiento de los edificios, merenderos y comedores escolares.
Respecto de las actividades administrativas, el director expresó que son muchos los colegios que “no tenían digitalizado los procesos de cobro de cuotas y liquidaciones de sueldos, por lo que tienen que trasladarse a los establecimientos para enviar las acreditación salariales, el pago de las leyes sociales, de la Afip”. Además, explicó que “el pago de cuotas en buena parte se realizaba en efectivo”.
Este funcionamiento mínimo requiere también del mantenimiento de los edificios. “Algunos son establecimientos de grandes dimensiones y no puede dejarse un mes sin una mínima limpieza e inspección. Son los cuidados que cualquier de nosotros tiene que tener en nuestras casas: Abrir un poco las ventanas, secar si llueve, tirar la basura que se acumule, monitorear que esté todo cerrado y demás actividades”.
— ¿Cuál es el estado en este sector? ¿Qué es lo que le transmiten desde los colegios?
—Preocupación. En la educación privada hay distintas realidades, los colegios no están todos subvencionados al 100%. Algunos han mantenido normalmente la cobrabilidad y no van a tener ninguna clase de problemas. Pero en la mayoría es otra la situación. Muchos directores y representantes legales me dicen que están registrando una morosidad bastante importante.
Debemos evitar caer en la anomia total que no nos conduce a ningún lugar. Somos conscientes de las dificultades económicas, por lo que también hay que dar posibilidades caso por caso. Pero aquellos empleados que están recibiendo sus salarios en tiempo y forma, tienen una obligación de pago de la que dependen otros salarios. Estamos hablando de un compromiso ético y una responsabilidad moral sobre el jardín o la escuela que se haya elegido para educar a los hijos e hijas de cada uno de ellos.
—Las escuelas tienen congeladas las cuotas y los padres igual no las están pagando. ¿Cuál es la alternativa?
— El ministro de Educación de la Nación, en la última reunión con sus pares de las provincias, transmitió que la prioridad es que ninguna escuela tenga que cerrar por una dificultad de no pago. Previamente, se dispuso excluir del cobro las actividades que no estén funcionando. Ahora, estamos evaluando algunas medidas para hacer frente a las necesidades que vayan surgiendo. En este sentido, estamos trabajando desde el ministerio de Educación de la provincia junto al ministro de Economía Walter Agosto. Tenemos en gestión algunas opciones financieras a través del Banco de Santa Fe. Es una situación bastante delicada porque la entidades bancarias requieren de muchos requisitos. No obstante, buscamos cómo hacer para que aquellas instituciones que presentes dificultades puedan ser socorridas en este momento de transición.
“Además de nutrir en conocimientos, las escuelas también son un espacio de cuidado desde lo alimenticio”, dijo el funcionario consultado por la situación en los comedores escolares. “En Santa Fe y en Rosario, que son los conglomerados más grandes, hay escuelas privadas en barrios de alta vulnerabilidad, pertenecientes al Arzobispado o Evangélicas, que diariamente entregan la comida caliente”, agregó.
Detalló que en la provincia se entregan diariamente 170 mil raciones entre establecimientos públicos y privados. “Identificamos a las familias, sus condiciones y cantidad de integrantes, y sobre ello elaboramos bolsones semanales con una dieta seca que contiene fideos, harina leudante, harina de maíz, lata de arvejas, puré de tomate, leche en polvo, aceite, yerba, azúcar”, finalizó.
“En estas semanas fuimos cambiando la dinámica de entrega. puntualizó.
Sobre la modalidad de entrega explicó: “Pasamos de los comedores, donde los chicos asistían con distanciamiento, a las viandas individuales, y luego con entrega de bolsones elaborados en las cocinas centralizadas. El primer bolsón estaba pensado para una quincena y así evitar la circulación, pero no resultó porque era complicado el traslado. Ahora, estamos viendo caso por caso, según lo que resulte más conveniente por las características de cada lugar”.
Sobre la función pedagógica, Fabucci dijo que la “prioridad fundamental es la trayectoria y el vínculo escolar”, pero que todo esto se hace “a través de un sistema de presencialidad que de un día para el otro cerró, se rompió y se tuvo que montar un modelo nuevo”.
Comunicó que durante esta semana “terminamos de enviarle un mail a cada docente de primaria y secundaria con usuario y clave para que pueda acceder a la plataforma virtual de la provincia”. “Estamos contentos con este sistema, está funcionando muy bien”. Por otro lado, dijo que en muchas escuelas privadas “tienen una mejor organización porque ya tenían experiencias previas en educación virtual, lo que agilizó bastante el traspaso de formato. Incluso, algunas agradecieron la plataforma provincial, pero continuaron con la de ellos”, agregó.
De todas formas, expresó que “todo esto tiene que ser transitorio”. “Sabemos que la falta de presencialidad no es lo mismo por varios motivos y que lo virtual es limitado en un montón de cuestiones. A su vez, entendemos el esfuerzo gigante que están haciendo los más de 80 mil docentes santafesinos. Por eso, lo que más les pedimos es una cuestión de contención antes que de contenido, atender a lo afectivo que a las obligaciones de tipo curricular”.