Si desde Uruguay se le pregunta a Burián por Nacional parece lógico que diga lo que dijo. Hizo todas las inferiores en el club pero no llegó a consolidarse allí. Defender el arco del club en el que hizo toda su formación no es una ambición que desmerezca su compromiso actual con Colón.
A diferencia de lo que pasó el año pasado, cuando estaba más afuera que adentro de Colón, nada parece peligrar la continuidad del arquero. También habla bien de Wanderers y se pone como objetivo su vuelta a ese club que lo cobijó cuando en Nacional no confiaban, le dieron continuidad y lo catapultaron para cruzar el “charco” y llegar al fútbol argentino.
Es bueno ese sentido de pertenencia del arquero hacia sus orígenes, sus raíces, en definitiva hacia su cuna futbolera. No desmerece a Colón, club que le dio la chance de jugar uno de los partidos más importantes de su carrera como fue la final de la Copa Sudamericana. Burián ya había salido campeón del torneo uruguayo con Nacional, pero esa final de la Sudamericana se debe haber convertido en uno de los más trascendentes (o el más) de su carrera deportiva.
Sería bueno que lo mismo que siente Burián por sus orígenes, lo sientan los jugadores que nacen futbolísticamente en Colón. Volver al club que lo cobijó y que le dio cabida, que lo formó como jugador y como ser humano y que lo impulsó al éxito, por más que las oportunidades no las haya tenido en Primera, como le pasó a Burián con Nacional.
Algunos lo podrán llamar “revancha”, para otros será el darse el gusto de demostrar que en su momento se equivocó el técnico de turno en no ponerlo (como quizás pasó con Burián). Para eso, es bueno también que los jugadores sientan lo que, por ejemplo, siente Burián por Wanderers. El agradecimiento, el reconocimiento por el esfuerzo que hicieron y por el lugar que le dieron. Devolver esa gratitud es lo que debería fomentarse. Para ello, es imprescindible que ese jugador tenga la necesidad de la retribución, que sienta que el club lo trató bien y que debe devolverle todo eso que le dio.
Cuando se habla de pertenencia, ni más ni menos que se habla de eso. De la gratitud, el reconocimiento, la valoración y la necesidad de volver. Sentir que en ese retorno, máxime si las “papas queman” y el club lo necesita, está también la devolución por lo que el club en su momento le dio.