De Unión, Echaniz se fue a jugar al Saint Polten de Austria. Se fueron él y Madelón, titulares indiscutidos en aquél Unión del ascenso y de una muy buena campaña en Primera hasta la fecha 27 (la del triunfo en la Bombonera con el gol de Llane). En ese momento, la venta de ambos hizo que el equipo bajara su rendimiento (perdió cinco partidos seguidos hasta que empató con Central y con River en las dos fechas finales). El “Potro” jugó en Europa y regresó de inmediato. Colón venía de una temporada mala y otra en la que pierde en el reducido con los salteños de Gimnasia y Tiro. De la mano de Hugo García se formó un equipo interesante, con el aporte de una legión de paraguayos, la continuidad de Adolfino Cañete, la irrupción de Chupete Marini en todo su esplendor y otros jugadores de experiencia en la categoría como Capocetti, Pichón Juárez y Cincunegui. Y ahí llegó el Potro, tres años después de aquella final.
—¿Te costó jugar en Colón?
—... Y sí... El otro día leía lo que dijo Cabrol y es algo similar... Yo entraba al vestuario de Colón y sabía que le había provocado un dolor muy grande a ese club... Pero, ¿sabés qué pasa?
—Cuando arranqué mi carrera, yo no venía de una familia pudiente... En mi casa eran todos laburantes, no había otra manera para poder comer... Yo hice mucho sacrificio para llegar, nada me resultaba fácil y jugaba para ganar plata... ¿Sabés la anécdota de lo que le dije al Pepe Castro?
—El año pasado, en el festejo de los 30 años de esa final. En un momento, Pepe me sacó a un costado, fiel a su estilo, directo, punzante, como es él. Y me preguntó: ¿por qué jugaste en Colón?... Y yo le dije: “Pepe, por la plata”.... Colón me pagó como un jugador de la Primera A.
—Hacía dos años que te habías ido de Unión al Saint Polsten de Austria, ¿no tenías algún otro ofrecimiento?
—¡Por supuesto! Tenía cuatro equipos para ir... Pero Colón era el que mejor me pagaba, ¿qué querés que te diga?... Yo también jugué en Huracán y en San Lorenzo. Soy un profesional, ¿qué querés que hiciera?. Lo digo así, abiertamente, a Colón fui por la plata.
—¿Te costó resignar cariño por parte del hincha tatengue?
—Yo sé que algunos no me lo perdonarán nunca más. El año pasado sacamos algo en un twitter y me putearon. Y muchos lo seguirán haciendo. Los entiendo, pero no lo comparto. Uno es un profesional. Yo tuve la suerte de andar muy bien en Unión... ¡Pero muy bien de verdad!... Y además, hice algunas cositas que pocos saben...
—Sí, cositas... En el ‘90, tenía para irme a un equipo muy importante de Argentina, pero como préstamo. No había plata para Unión o era poca. En cambio, si me iba a Austria, Unión recibía una moneda muy importante. ¿Y qué hice?, me fui a Austria. Pensé en el club, en las obras que se podían hacer, en los refuerzos que podían venir y en que mis compañeros iban a cobrar con el dinero de esa venta mía. No pensé en mí, porque el club que me quería, de acá, era muy importante.
—¿Sentís que estás a mano con Unión, que no le debés nada?
—No le debo nada al club y el club se portó 100 puntos conmigo. El año pasado nos hicieron una fiesta estupenda y nos dieron las entradas para ir a la cancha de por vida. ¿De qué me puedo quejar?... Mirá, yo nunca llamé para pedir laburo en Unión... ¡Jamás!... La única vez fue ahora, cuando lo ofrecí a Rubén Romano, el técnico argentino que trabajó mucho tiempo en México. ¿Sabés por qué lo ofrecí?, porque lo conozco y sé de su gran capacidad. Entonces, lo llamé a Martín Zuccarelli. Leía que había una danza como de 20 o 30 nombres y dije: ¿por qué no voy a ofrecer a un técnico, que es capaz, que lo conozco y que quiere insertarse en el fútbol argentino?
—Si ascendías con Colón, ibas a ser record en el fútbol de Santa Fe con algunos pocos, como Luis Tremonti, que ascendió con los dos. ¿Qué le faltó a Colón?
—Y.. Con dos partidos más, éramos campeones... Eramos un equipo bravo, pero cuando te falta suerte en el fútbol, no hay con qué darle... Lo de Córdoba fue increíble... Yo llegué muy lesionado en aquel año a Santa Fe, allí empezó mi debacle en la carrera. Yo creía que el problema mío era la rodilla, pero resulta que era la cadera... ¡La tengo hecha de nuevo!... Las infiltraciones y los golpes fueron el “regalito” que me dejó el fútbol. Pero estoy agradecido al fútbol, porque si vivo bien es gracias a eso.
—Imagino difícil que tengas un partido parecido a aquél de Gimnasia, cuando jugaste desgarrado un rato largo y metiste un gol...
—Se habían lesionado Pepe Castro y Jorge Mauri... ¡Ni en pedo dejaba al equipo con diez!... Estaba desgarrado, no podía ni moverme. Y por ahí, Leo metió un centro perfecto que me cayó en la cabeza... La metí, tuve la suerte de empatar y el partido quedó para la historia... ¿Cómo iba a mirarlos a la cara a mis compañeros si me iba de la cancha?... ¿Dejarlos con 10?, ¡ni en pedo!.
—No quiero meterte en una discusión que tenemos los santafesinos cuando nos comparamos con los títulos y el sentido de pertenencia de los rosarinos...
—¡Yo hice inferiores en Rosario, en Newell’s!... Conozco bien todo, no necesito que me aclares nada...
—Yo creo que hay confusión en el club, en Unión... ¿Por qué?, porque hacen figuras a jugadores que no ganaron nada... Mirá, hay cuatro generaciones de figuras-figuras en Unión, que son las de Pumpido, la nuestra, la del equipo de Trullet y la del equipo de Kudelka. Los demás, tienen que ganar cosas...
—¿Y los que llegaron a la Sudamericana?
—No quiero ser el malo de la película, pero, ¡salís en mitad de tabla y estás en la Sudamericana!... Yo nunca voy a decir que tal o cual es un “tronco”, soy técnico y no lo voy a decir jamás, pero poner a cada uno que ni merece estar a la altura de Pumpido, Alí, Madelón, Castro, Magnín, Cabrol, Barisone, es una confusión y una falta de respeto. Hay que ganar cosas. Acá cualquiera que llega se pone seis veces la camiseta, mete un golcito y ya es un monstruo... ¡Pará, no te la creas!. Eso le hace mal al jugador... Y hoy, clasificar para la Sudamericana no es algo que sea inalcanzable, todo lo contrario.
—Siguiendo en esta onda, ¿por qué no tenemos un título de campeón en Santa Fe?
—Y... A lo mejor, para ser campeón hay que estar bien económicamente, gastar bien... No podés traer 15 jugadores del montón para armar un equipo, mejor traé 6 de primera línea... ¡¿Por qué no le pusieron 6 “picantes” a Leo si buscaban un salto de jerarquía?!... Me acuerdo que cuando Leo vino a Olimpo, con Perazzo, lo que nos pidió, se lo trajimos. Y fue campeón... Mientras sigan trayendo 12 o 14 jugadores, no van a llegar a ningún lado.
—Veo tan complicado eso, porque la impresión es que hay que traer mucho, por más que no sea bueno, para saciar la ansiedad de la gente...
—¡Se meten mucho los empresarios en el fútbol!... Mirá, te cuento algo: un día, en Olimpo, fuimos a buscar al Chino Garcé... ¡Y el Chino venía con dos “mochilas”, y si no, no venía!... ¿Entendés lo de las “mochilas”?
—Sí, claro. Los jugadores que llegan con uno que se pretende y que es bueno, dentro de un “paquete”...
—... ¡Esas dos mochilas te tapan dos pibes del club!... A mí, eso, no me gustaba, nunca me gustó.
—Entonces, dinero y traer buenos refuerzos. ¿Qué más se necesita para ser campeón?
—Un buen lugar de entrenamiento, una cancha de sintético... Yo no sé si Unión o Colón tienen una cancha de sintético... Un buen predio... Que los jugadores emblemáticos tengan un lugar donde ir, que los hinchas vayan a la cancha y vean a Pumpido, a Luque, a Tito Tomé, al Pepe Castro... Es una locura que no tengan un lugar los que tanto hicieron por el club... Yo no me quejo, porque al grupo mío se lo han dado. En esas cosas me gustaría participar alguna vez, no en dirigir. Muchos creen que la obligación es llamarnos para que dirijan. Y yo no lo veo así.
—Alguna vez, charlando con Grondona, le hice la misma pregunta y su contestación fue: “hay que jugar con los jugadores del club”. ¿Es así?
—No con todos... Esa es una confusión que tienen los entrenadores de abajo, que son los que piden por los pibes. Yo les pregunto: ¿están capacitados?... Hay que hablar con el coordinador y los técnicos... Un ejemplo, ¿vos creés que es normal que Boca, River o Racing no generen de sus inferiores un lateral por derecha?... No te hablo de un “9” o un enganche... ¿Es posible que no salga de las inferiores un “5” de marca, que tenga un relativo buen posicionamiento, que sepa las cosas básicas?... Esas cosas hay que tenerlas en el club, no hay que salir a buscarlas...