Lisandro Plank
En la recta final de un extenso y nutrido recorrido de composición, grabación y producción, Experimento Negro coronará un año difícil con la publicación de su nueva producción discográfica que se titula "Vos", y hace las veces de contracara de su anterior producción "Yo" (2013).
Lisandro Plank
Sabemos que el 2020 será un año para el recuerdo, porque siempre nos acordaremos de todas las particularidades que trajo consigo la pandemia del coronavirus. Como no podía ser de otra manera, la actividad musical, y la actividad artística en general, tuvo que adaptarse a estas nuevas formas que implican vivir en cuarentena, en donde prevalecieron los formatos no presenciales y virtuales.
En medio de este caos, Rodrigo González pudo contrarrestar los tiempos de pandemia para dar las pinceladas finales de una nueva producción que publicará junto a su proyecto Experimento Negro. Con algunas canciones completamente nuevas y otras que vienen dando vuelta de hace tiempo, "Vos" promete ser un disco que se moverá por diferentes paisajes musicales, donde las tormentas y la calma se intercalan, pero que siempre se direccionan hacia esos terrenos donde "el Negro" se siente cómodo y donde su garganta siempre termina rompiéndose en un estallido eléctrico. Una especie de "cara B" de su disco anterior, que se titula "Yo" y que también juega en ese sinuoso camino musical de la huella González.
-¿Cómo viviste este año tan atípico para la actividad cultural y musical?
-La verdad que soy un tipo bastante ermitaño así que no lo sufrí tanto (risas), lo que sí me marcó mucho el tema de cómo se debieron acotar las libertades por el miedo lógico al contagio. Pero en ese contexto me salvó de todo ese sentimiento negativo el estar tan ocupado en el tramo final de este disco. De hecho, antes que se declare la cuarentena estaba justo trabajando en las mezclas de las canciones, que es casi lo último. Así que terminamos trabajando a distancia a través de diferentes plataformas que permiten compartir documentos de ese tipo y seguir laburando a pesar del distanciamiento social. Por eso, dentro de lo malo, me pude abstraer gracias a la música".
"Tripulando el cráneo"
-Mucha gente descubrió nuevas músicas en la cuarentena… ¿Te pasó?
-Bueno, por ahí mi anclaje con la música nueva va por el lado de estar todo el tiempo escuchando los materiales de diferentes amigos que van publicando nuevo material. Así es que escucho lo último de Sig Ragga, de Expiral, Cielo Razzo, Tangorra, Artefacto, Los Cuervos, Inexorable, solo por nombrarte los que se me vienen ahora a la cabeza, que son todos amigos y que siempre trato de mantenerme al tanto de lo que van haciendo. Pero lo que me sí me pasó en este último tiempo de cuarentena, fue que me volví a encontrar con Queen y me estoy dando manija con eso. Por ahí tiene que ver con que vi la peli que salió, que a pesar de que me pareció bastante pochoclera, sí me conectó con esa música y me hizo redescubrirla también. Queen tiene mucho que ver con los inicios de mi amor por la música, fue allá por 1980. Me acuerdo que cuando tenía ocho años, empecé a escucharlos gracias a que mis viejos compraron todo un equipo con casetera y auriculares, los cuales aún conservo y funcionan. En ese entonces escuché "The Game" y fue una locura. Y ahora lo redescubrí y me volví a volver loco (risas). Pero, además, empecé a recorrer toda la discografía de la banda y eso quizás, es otro punto a favor para la cuarentena. Desde las composiciones de cada canción, hasta el desparpajo de Freddie me parece todo increíble y volví a sentir esas cosas por esa música tan hermosa".
-Después de más de diez años, ¿qué representa Experimento Negro para vos?
-Experimento Negro es todo para mí, es donde más cómodo me siento. Obviamente que está bueno tener que lidiar con las cuestiones democráticas que implica formar parte de una banda, eso de tener que decidir entre todos y aprender a ceder un poco por acá o por allá. Pero en Experimento Negro, al ser un proyecto solista, tengo la libertad total de ir por los lugares donde yo quiero sin siquiera pensarlo, y también tenemos una muy buena manera de acompañarnos con la banda. Así que me siento muy feliz con Experimento Negro y más en este momento que está por surgir este nuevo disco.
-¿Cómo viene eso?
-Es raro el contexto que estamos viviendo, y esto lo digo además de la pandemia y la cuarentena, porque el disco en formato físico está quedando absolutamente obsoleto. Y antes ayudaba para compensar un poco el esfuerzo económico que implica hacerlo. Entonces ya no es como antes, que uno tenía que pensar en editar determinada cantidad de copias y ese tipo de cosas. El disco anterior yo salía a repartirlo en la bici a la gente que me lo pedía, y también los llevaba a las disquerías de acá, de Esperanza, Rafaela, Rosario. Pero ahora, lamentablemente, el disco ya es casi un souvenir nostálgico, porque te diría que casi ni siquiera existen dispositivos para reproducirlo. Yo, por ejemplo, tengo y atesoro los discos, pero se me rompió la reproductora de la computadora así que casi ni los escucho (risas)".
-De todas formas, ¿lo pensaste y lo hiciste pensando en ese concepto de disco entendido como una obra completa?
-Totalmente. Digamos que en un contexto en el que el formato disco está en retroceso yo voy a publicar algo así como un álbum doble (risas). Y si bien voy a amoldarme un poco a los tiempos que corren y lo largaremos de a tandas, o partes, me gusta un poco eso de ir un poco en contra de la corriente. Nunca fui de adaptarme a lo que se pedía en cada contexto. Siempre me moví por ese lado medio under, medio artesanal y autogestivo; y si bien conseguimos mucho con La Cruda, tampoco es que somos masivos. Por ahí somos una banda de culto, en el sentido de que acá en Santa Fe te admito que sí nos conocen mucho y tenemos cierto peso, pero, por decirte, en Tucumán nos puede llegar a conocer alguien que le gusta mucho la música, y el rock en particular y que para llegar a nosotros tuvo que investigar. Pero a la larga me gusta eso, es un aspecto un poco "Barreteano" -por Syd Barrett- de haber quedado flotando siempre en la semi-superficie.
-Un poco de vieja escuela, coqueteando con las nuevas formas de publicación… ¿va a salir de a tandas?
-Claro, la idea es cerrar el año con la publicación de la primera parte del disco y adaptándonos a los tiempos que corren, será una entrega de seis canciones y lo acompañaremos con una producción audiovisual del corte difusión, que va a tener un laburo visual y de imagen que tiene que ver con lo que va a ser el arte de la edición final del disco".
"Se cae sin miedos el telón"
-¿Cómo fue el proceso de composición de las canciones?
-Hay de todo, porque algunas canciones tienen muchos años y otras salieron en un día como si hubiesen sido un vómito mental. El primer disco de Experimento se llama "Yo" y es una especie de diario íntimo público. Desde reflexiones personales, sentimientos, miradas sobre la realidad política argentina y del mundo. Un poco de todo, y por ahí ahora que está en las etapas finales me doy cuenta que si en el disco anterior el clima de las canciones era cambiante, de un tema tranquilo a otro que explota, en este disco esa dinámica se potencia a la enésima (risas). Si antes bajaba a 10 metros para abajo, ahora me voy a 20 y lo mismo para arriba. Es una impronta de sube y baja y en el medio también va a haber trayectos instrumentales hilvanando las canciones.
-¿Y con respecto a la grabación?
-Empecé a grabar de a poquito, pequeñas cosas. Cada vez que fui juntando un poco de plata me metía en El Pote yo solo, y ahí hacía las tomas de batería y guitarra y grababa las canciones, o al menos las maquetas, las ideas. Que fue un poco como fui haciendo en el disco anterior. Después otro tramo nos fuimos a MCL, que laburamos con parte de la banda (batería, guitarra y bajo) y en dos días grabamos ocho canciones. Después, un tercer día me quedé yo sólo en el estudio a juguetear un poco más con algunas cositas que me gusta meterles a las canciones. Después en el Leyes, en la casa de mi hermano grabamos algunas canciones más. Y bueno, acá en casa grabamos otro tema, "Un pacto oscuro", que es un tema muy interesante, con un sonido particular que le dio este ambiente. Y ahí también agregué ciertos detalles: algunas percusiones raras, un reloj despertador, unos sonidos de copas de metal. Así que esa es un poco la impronta del disco, fue transitando por distintos estudios y lugares, entonces en el resultado final se van a terminar notando diferentes texturas. Y eso me encanta.
"Toreando las tormentas"
-¿Te imaginás algún tipo de presentación de esta primera entrega de "Vos"?
-A mi particularmente el tema del streaming y esa movida que salió para contrarrestar todo lo que trajo el coronavirus me deprime un poco (risas). Soy una persona de 47 años y estoy acostumbrado a tocar para la gente y vivir eso en conjunto con los que estén viendo y escuchando. Pero bueno, dadas las circunstancias, creo que esperaría a que bajen un poco los contagios para armar algo tipo autocine/autorecital o algo así. No sé, hacer pogo con autos, o estar asomado desde el techo del auto o subirme al techo de una casa (risas). La verdad no me imagino tener que estar tocando enfrente de una computadora. Pasa que todavía no entiendo mucho ese plano de lo que está pasando en ese nivel. Por ahí se ven que ciertas actividades más riesgosas para el contagio están habilitadas y la actividad de los artistas está olvidada en el fondo de las prioridades. Así que estoy un poco como el avestruz, con la cabeza agachada y ocupada en terminar de pulir el disco y todavía no me preocupo por tocar en vivo. Ojalá que no pase, pero si cuando llegue el momento de presentar el disco en vivo, no queda otra que tocar de esa forma virtual, me imagino que lo haría como me gusta hacer las cosas a mí. Y sería desde un estudio, en formato banda, y haciendo todo lo posible para que pueda sonar de la mejor manera posible".