"Muchos años jugué de arquero en un equipo de 'compañero'. Los goles que más me dolían eran los goles en contra". La definición está en el Twitter del ministro de Gestión Pública, Rubén Michlig, ya sobre la noche del jueves último cuando había terminado la actividad legislativa y en el Poder Ejecutivo se miraba con desazón, desaliento e impotencia el comportamiento de la mayoría de la bancada de senadores justicialistas que había acordado con el Frente Progresista la sanción de dos leyes sobre gastos reservados y nuevas incompatibilidades para la elección de funcionarios del sistema penal.
Muchos funcionarios del Poder Ejecutivo se encargaron de retuitear la frase así como darle el "me gusta" para compartir la sensación que había en el ambiente político.
Michlig es uno de los funcionarios del Poder Ejecutivo que se mete en la pelea mediática con adversarios políticos en picantes cruces de opiniones. En la semana ya había tenido cruces con dos diputados radicales aunque en distintos espacios. Uno con Fabián Bastía sobre la adjudicación directa del juego on line a los casinos y otro con Alejandro Boscarol sobre conectividad. ¿No sería mejor resolver las diferencias en una mesa de diálogo?