El ex Catupecu Machu regresa este sábado a su ciudad natal para un concierto “Íntimo y acústico”. El Litoral aprovechó para conocer la actualidad de Vanthra, su actual proyecto.
Gentileza Agustín Sollberg Fer durante la inauguración del actual local de Tribus, el 20 de febrero de 2019; ahora le toca ser parte del relanzamiento de los shows en vivo.
El sábado, Fer Ruiz Díaz ofrecerá un concierto “Íntimo y acústico”. El reconocido músico, que el año pasado realizó el show de apertura del nuevo local de Tribus Club de Arte, regresa a su ciudad natal para repasar canciones de todas las épocas tanto de Catupecu Machu como de Vanthra. Las entradas están en venta en la boletería del local (República de Siria 3572) desde las 18.
Antes del desembarco, El Litoral dialogó con el artista para conocer más sobre el presente de su actual proyecto artístico.
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-Volvés en el formato “Íntimo y acústico” a Tribus: así se inauguró el local nuevo, y ahora te sumás a esta fase de reapertura. ¿Cómo estás viviendo este momento?
-Muy contento. Vos sabés: mis tíos son de Santa Fe, ahí viven ya hace más de un año y medio mi mamá, mi hermano Gabi y mi hermana Cristi. Así que es fuerte: cuando inauguré Tribus para mí fue muy emocionante. Cuando empezó la cuarentena, que estaba todo muy estricto, fui a ver a mi hermano y soñábamos con Chengo (Altamirano): “Vamos a hacer la reinauguración”. Ahora estaremos concretando, me voy a pasar Navidad. Ojalá el año que viene podamos ir con Vanthra: ahora es muy poca la gente que puede entrar por los protocolos.
Con muchas ganas de disfrutar, es un formato que me gusta mucho hacer, pero lo hago muy pocas veces: lo hago cuando se da la situación y me gusta. El formato me lo piden mucho, pero digo mucho que no (risas).
-¿Cómo fueron estos meses para vos y para el proyecto de Vanthra?
-La cuarentena fue muy difícil, en el sentido de que no la pasé muy bien: mi vida es estar adentro de un estudio, adentro de un hotel, arriba de un escenario o arriba de un avión. Entonces la verdad que fue complicado, porque tenía muchas cosas: el jueves siguiente al comienzo de la cuarentena me iba con “Gracias totales”, el show de Soda Stereo, arrancaba en Paraguay, después tenía un montón de países.
Después con Vanthra ir a grabar a Los Ángeles el disco nuevo; y de repente pudimos hace un par de meses volver cuando se habilitó un protocolo para poder volver al estudio, y empezamos a grabar lo que va a ser el disco “Visiones y Re-Visiones”, que va a salir a principios de marzo; y después en septiembre el disco nuevo de estudio.
“Visiones y Re-Visiones” tiene varias cosas; para el día de mi cumpleaños, el 13 de enero, un poco me quiero regalar una versión que hicimos, que la estamos terminando de mezclar ahora, de “Cuentos decapitados”. Se cumplieron 20 años de ese disco de Catupecu, entonces hicimos una reversión con Vanthra y Lisandro Aristimuño invitado en bajo y coros. Quería sacarla antes de fin de año, por el aniversario, pero sale el 13: en esa fecha tengo intenciones de tocar en Capital.
Por suerte ya hicimos un show privado, nos contrataron en un campo. Ahora nos fuimos a tocar al eclipse, en Neuquén: fue increíble el acústico que hicimos, fue muy emocionante.
Sol oculto
-¿Cómo se dio eso del eclipse?
-Soy muy fanático del cine, de la filmación y todo eso, y tengo un secuaz que es Javier Vázquez, que hizo los últimos 13 videos de Catupecu, los de Vanthra. El año pasado se le ocurrió una idea: tocar y filmar durante el eclipse: según la Nasa, así como ahora dijeron que el mejor lugar para ver el eclipse total de sol era Piedra del Águila, en Neuquén, el año pasado era en San Juan.
Entonces hice un show como el que voy a hacer en Tribus, yo solo, en el momento en que terminaba el eclipse. Lo registramos, en YouTube está el video que sacamos de ese día, que es “En los sueños”. Fue increíble haber vivido ese momento, la energía, gente de todo el mundo.
En ese momento nos empiezan a decir todos los fanáticos de la astronomía: “¿Por qué no lo hacés el año que viene en Piedra del Águila?”. Empezamos a soñar, a proyectarlo para hacerlo con Vanthra en un formato acústico. Después vino la cuarentena y se cayó todo. Necesitábamos mucho apoyo de muchos lados.
Unos días antes nos confirmaron que lo podíamos hacer, y que nos llevaban a tocar: fue tremendo hacer una producción de un mes o dos meses en cuatro días. Salimos volando, conseguimos el equipo de filmación; Vázquez consiguió una gente muy buena, siete porteños y un francés que tienen una productora en Bariloche.
Javier voló para allá un par de días antes que nosotros, para empezar a armar toda la logística (escenario, todo) y se dio. No pudimos tocar cuando estaba terminando el eclipse, como me pasó en San Juan porque había un viento de 58 Km/h, WindGuru dijo que a las seis de la tarde bajaba a cuarenta y pico. Terminamos tocando seis y media, que estaba en 41 ó 42, que igual era un montón pero lo pudimos hacer. Mucha gente se quedó: era muchísimo el viento y te entra la arena en los ojos, porque es medio desértico.
Grabamos todo el show, filmado mejor que en San Juan, y ahora va a salir “El desierto de Dios”, que era el tema que iba a grabar aquella vez; pero cuando salí dije “esto es como un sueño” y toqué “En los sueños”.
Fue muy groso para los astrónomos, para los astrólogos: en las antiguas civilizaciones los eclipses, más los totales de sol, eran un momento de energía impresionante, porque se oscurece el día de golpe: hay muchas historias alrededor de eso. Participar de esa energía fue alucinante.
Estudio compartido
-Allá por agosto sacaron el single de “Bailan los diablos”.
-Exactamente. Cuando empezamos a ir a la sala fue muy loco para nosotros reencontrarnos. Vanthra se completa con Juli Gondell en batería y percusiones y Charlie Noguera en teclados, guitarras y bajos. Bueno, Charlie había quedado varado con la cuarentena en México: estuvo tres meses allá, no podía venir.
Nos juntamos en el estudio que habilitaron acá para los músicos profesionales, se podía grabar o hacer streaming. Nos juntamos a jugar y empezaron a salir estas versiones, en principio electroacústicas; dijimos: “Podemos hacer un disco con esto, que se llame 'Visiones y Re-Visiones’”.
Empezamos y sacamos un adelanto, que fue “Bailan los diablos”; a la vez fue evolucionando esto. Ahora estamos terminando de mezclar el segundo corte en el estudio Del Abasto al Pasto, de Álvaro Villagra (en General Rodríguez, provincia de Buenos Aires): es el tema con Aristimuño en bajo y coros, cantando yo, Charlie tocando una guitarra acústica, un set de batería especial que armamos para esto.
Nos encantó hacer la versión de “Bailan los diablos”, que tiene su video en YouTube: lo que escucha la gente es esa primera toma: ensayamos un poco, dijimos “es esta toma”, y es la que está filmada y va al disco, que saldrá en marzo, abril. En enero vamos a terminar la grabación y la mezcla de los otros temas.
Va a tener una versión de “Hurt” de Nine Inch Nails (mucha gente lo conoció por Johnny Cash), con Marcelo Pelleriti como invitado: es el enólogo con el que hago vinos, y a la vez tenemos un dúo con el que hacemos versiones acústicas. De hecho después de tocar en Santa Fe solo, cerramos el año el 27 de diciembre tocando con Marce en la terraza de la Bodega Monteviejo; también con un protocolo, no puede haber mucha gente.
Va a ser hermoso grabar esta versión de “Hurt”, que tocamos muchas veces con Marce nosotros solos, ahora con Charlie en el bajo y algunos teclados y Juli en la batería. Estamos muy emocionados: los dos invitados del disco van a ser Marce y Lisandro.
Después vendrá también el disco de estudio de Vanthra, que está buenísimo. Hay un tema que se llama “Y se detuvo el tiempo”, que había empezado a componer en el desierto, cuando me fui con Marcelo a Marruecos, a hacer un trabajo chamánico del espíritu: fuimos a caminar seis días por el desierto. Estimo que será el primer adelanto, el año que viene. Estamos teniendo una conexión increíble, alimentándonos de vivencias que van a ir al disco.