Las temperaturas por estos días arden en la Capital Federal y la sensación térmica es aún más elevada en el Congreso de la Nación, donde el clima político es atravesado por una agenda que incendió a oficialistas y opositores. Por un lado, la Cámara de Diputados tratará lo referente a la Movilidad Jubilatoria y, por el otro, el Senado hará lo propio con la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Ambos Proyectos fueron girados por el Gobierno de Alberto Fernández y hay posiciones encontradas entre propios y ajenos.
Los Diputados fueron convocados para las 11 de la mañana y la oposición buscará lo imposible: que no se apruebe el Proyecto que ya fue avalado por esa misma Cámara; pero que vuelve a someterse a consideración tras haber recibido la aprobación en el Senado con modificaciones. De esta forma, los haberes previsionales se ajustarían de manera trimestral considerando – en un 50% - la recaudación de ANSES y la otra mitad según la variación salarial, que será la más alta entre la que arroja el INDEC y el Ministerio de Trabajo, respectivamente. El contrapunto lo inicia la oposición (Cambiemos y sector de Lavagna) que cuestiona no se considere la variable inflacionaria y que este año, por haber dejado sin efectos las medidas previsionales macristas, ningún jubilado cobró el 42% de aumento estipulado. Mientras que el oficialismo (Apoyado por el massismo y el sector de Schiaretti) asevera que con esta medida se alcanzará, como en 2008, un aumento real del 25% en las jubilaciones contra el 20% que generó la ecuación del gobierno anterior. Se espera que el proyecto se convierta en Ley holgadamente más allá de los cuestionamientos.
La Cámara Alta recibirá en su recinto desde las 16 a los Senadores. Si ninguno escapa al desafío, de imprevisto, serán 70 legisladores debatiendo de manera virtual y presencial. Hasta ahora sólo se justifica la ausencia de dos: Carlos Menem, por sus conocidos problemas de salud y de José Alperovich, de licencia por una causa judicial en su contra. La importancia de los presentes radica en lo reñido del “Poroteo” previo a la contienda por la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo. Los conteos previos arrojan un virtual empate, ya que la diferencia entre “Celestes” y “Verdes” es mínima y los que aún no confirmaron su voto o amagan con abstenerse pueden inclinar la balanza hacia un lado u otro. De hecho, se espera que – como lo ocurrido en el 2018 – sucedan algunos cambios de postura en el mismísimo momento de la votación. El oficialismo apuesta a guardarse la cucarda de esta temática para cerrar el año y hace esfuerzos para convencer a la mayoría del PJ para votar favorablemente; mientras que desde la oposición justamente buscan quitarle protagonismo y las reuniones del núcleo más duro son largas y tendidas para convencer a los menos comprometidos con la despenalización de la necesidad de golpear al kirchnerismo.
El resultado es abierto, pero la tendencia indica que – para evitar un nuevo y fatal rechazo – el proyecto podría ser aprobado pero con modificaciones. De esta forma se lograría el apoyo de algunos indecisos y sólo restaría que los Diputados aprueben esos cambios, lo que sería apenas un trámite. El encuentro llegará hasta la madrugada y un fuerte operativo de seguridad se dispone en los alrededores del Congreso para recibir a miles de manifestantes y periodistas.